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Lequio acalla 'El programa de AR' con su juicio a Ana Obregón: “Hay otras formas de conseguir dinero para la fundación”

Alessandro Lequio en 'El programa de AR'

Redacción verTele

La incomodidad ha imperado en el Club Social de El programa de Ana Rosa este jueves 8. Y ha imperado por un claro motivo: el tenso intercambio de mensajes entre Alessandro Lequio y Ana Obregón durante la retransmisión de la rueda de prensa de presentación de El chico de las musarañas, el libro que comenzó el hijo de ambos, Aless Lequio, y que continuó ella tras su fallecimiento en 2020.

Más allá de la propia publicación, la reaparición mediática de Obregón en España tenía interés por producirse tras el nacimiento de Ana Sandra, nieta gestada por vientre de alquiler en Miami con la carga genética de Aless Lequio. El aristócrata había procurado mantenerse al margen del ruido, pidiendo públicamente en Telecinco no hablar del tema, aunque sí había evidenciado su malestar. La pulla que ella le mandó a su exmarido durante el directo del miércoles 7 fue recalcó la tensión: “Alessandro, llevo un mes que no me escribes ni nada y no sé lo que te pasa”.

Así las cosa, El programa de AR recogía en una pieza lo más destacado de esta presentación ante medios de Obregón, tratando, eso sí, de no violentar a Lequio. El tertuliano, con mala cara, permanecía en silencio mientras Ana Rosa Quintana, Joaquín Prat y compañía trataban de poner una nota positiva entre la controvertida historia alrededor del libro.

“Hay otras formas de generar ese dinero”

“El tiempo dirá”, comentaba Quintana, mientras que Prat valoraba las consecuencias positivas del lanzamiento del libro: “Si sirve para recaudar fondos para la Fundación Aless Lequio, que se van a destinar a los proyectos de investigación sobre el sarcoma de Ewing... De todo, es con lo que me quedo”, decía el copresentador, que agregaba: “Veo la cara de mi amigo y no me dan ganas de comentar nada más”.

El resto de tertuliano apoyaba estas palabras, reiterando su aprecio y apoyo al conde, que tomaba la palabra. Con cierta dificultad para entonar las palabras, el italiano se dirigía a Ana Rosa, su jefa: “Sabes que yo me caliento fácilmente y es una de las debilidades que tengo... Pero tampoco está mal”.

Acto seguido, aludía al comentario de Prat: “Decías que te quedabas con lo de la fundación. Yo creo que sí, todo el dinero que se genere está bien. Pero también hay otras formas de generar ese dinero. Eso es lo que yo pienso”.

Hubo casi 10 segundos de silencio en el plató, antes de que apostillase: “Lo de la fundación es una disculpa”. El silencio aún se mantuvo antes de cambiar de tema y seguir con normalidad.

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