La docuserie Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico generó conversación a su alrededor nada más llegar al catálogo de Netflix el pasado 27 de mayo. En Estados Unidos, por la relevancia que tuvo su caso en su momento y sigue teniendo a día de hoy. En el resto del mundo, por el escaso conocimiento que se tenía del mismo y el impacto que ha causado entre quienes lo han descubierto gracias a esta nueva producción de la plataforma.
El caso de Epstein, este misterioso magnate acusado de abusar sexualmente durante décadas de mujeres y menores de edad gracias a una red de cómplices que él mismo tejió para encubrir sus delitos, ha dado mucho que hablar en estas dos semanas. Para arrojar algo de luz al respecto, Variety habló en profundidad con Lisa Bryant, directora de esta serie documental.
Según Bryant, a medida que se fue sumergiendo en la historia del magnate más claro fue teniendo que quería contar el caso “desde la perspectiva de las supervivientes”. “Es su historia y a través de su coraje como se consigue contar la verdadera historia de Jeffrey Epstein”.
Hablar con las víctimas “fue muy difícil”, en palabras de la directora, que comenzó a trabajar en ello “unos ocho o meses antes de que Epstein fuese arrestado” en julio de 2019. “Las mujeres le tenían miedo”, asegura Bryant, que señala las “muchas tácticas de intimidación” que Epstein presuntamente usó para que sus víctimas no hablaran. “Algunas de las chicas estaban siendo vigiladas y otras nunca se lo habían dicho a sus padres, pero conseguimos que los abogados se embarcaran de inmediato y fue con delicadeza como hablamos con estas mujeres”, afirma al respecto.
Sin embargo, su arresto y posteriormente marcaron un punto de inflexión en este sentido. “Después de su muerte, más personas estaban dispuestas a hablar, pero muchas de las mujeres todavía tienen miedo y existe toda la vergüenza: muchos sobrevivientes no quieren que la gente sepa que les sucedió.”
“La historia de Epstein está lejos de terminar”
Sobre si Epstein se suicidó, la directora desconoce “si alguna vez sabremos lo contrario”, pero sí tiene claro que, con su muerte, sus víctimas “sienten que él se salió con la suya”. “Es una pena, no querían nada más que verlo pudrirse en la cárcel y ser juzgado para poder enfrentarlo y pasar el día en la corte que tanto deseaban. La mayoría de ellos se sienten privados de justicia en ese sentido”.
A todo esto, Bryant señala que, aunque Epstein está muerto, “su historia está lejos de terminar”. “En realidad fue solo la punta de un iceberg mucho más grande: creo que es realmente una red internacional de tráfico sexual y hay muchas personas importantes que aún deben ser llevadas ante la justicia”