Se conoce como fanático a aquella persona que defiende con tenacidad desmedida sus creencias. Aplicado a la cultura pop, a quien se entusiasma ciegamente por algo o alguien que pasa a ser el centro de sus preocupaciones. Su poder es muchas veces subestimado, pero siempre acaba demostrando que, con su acción en grupo, es capaz de todo.
Capaz de convertir a artistas en fenómenos de masas, pero también de extender su empuje a la televisión. Lo hemos visto recientemente con ficciones canceladas como Vis a Vis o El Ministerio del Tiempo, que han logrado resucitar gracias al “pico y pala” de sus potentes fandoms. Y lo vivimos actualmente con Luimelia, el último y más claro ejemplo de que el espectador manda.
Son varias las series que alcanzan audiencias millonarias en la pequeña pantalla, pero solo unas pocas elegidas logran tocar la fibra del público más entregado para agarrarlo y no soltarlo. Así lo ha hecho Amar es para siempre con la trama de Luisita y Amelia, cuya naciente relación en las tardes de Antena 3 logró traspasar la pantalla y alcanzar una trascendencia inequívoca entre una audiencia todavía necesitada de referentes LGTBI+.
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#Luimelia da los fans justo lo que pedían
Los fans pedían más, y tienen más. Fiel a su naturaleza pionera, Atresmedia no ha dejado pasar la oportunidad de marcar la diferencia y se ha lanzado al ruedo -de la mano de Diagonal TV- con un proyecto que solo le aporta cosas positivas y que da a su audiencia justo lo que quería: la extensión de la historia de amor en un universo paralelo, complementario al ya existente y atractivo para todo tipo de público.
Así ha nacido #Luimelia, una miniserie compuesta por 6 capítulos de 8 minutos de duración que muestra cómo sería la relación de los dos personajes de Amar en el año 2020: Luisita (Paula Usero) y Amelia (Carol Rovira) dejan atrás los 70 para convertirse en unas jóvenes millennials con mucho que decir y enseñar en un entorno más avanzado, pero en el que todavía queda camino por recorrer.
Un universo nuevo con una magia especial
En el primer episodio, ya disponible en Atresplayer Premium, sus creadores Borja González Santaolalla y Diana Rojo sientan las bases de un producto que ya tenía unos mimbres sólidos, pero que ha sabido reinventarse para ofrecer algo fresco y con un encanto muy especial. Y es que esta especie de spin-off no tiene una conexión directa con la serie de la que nace más allá de los propios personajes, cuya historia empieza de cero en un universo diferente y propio.
El mayor acierto de este proyecto es precisamente ese: diferenciarse de su matriz y aprovechar al máximo las posibilidades narrativas que se le presentan. Las Luisita y Amelia de #Luimelia son dos personajes distintos a los que ya conocemos, con carácteres muy marcados y diferenciados entre sí, pero que confluyen en un punto en común. Y es ahí donde surge la magia.
El logro es de Paula Usero y Carol Rovira, que abrazan la oportunidad volcándose en una historia más suya que nunca. Aquí no son dos granitos más en el desierto, son la roca principal que lo sostiene todo. Y lo aprovechan no solo para experimentar y jugar con sus personajes, sino para seguir siendo el espejo que tantas jóvenes han encontrado en ellas.
A nivel formal, nada que objetar. Visualmente luce bien y tiene poco que envidiar a proyectos con un presupuesto infinitamente mayor. Como toda comedia romántica, esta promete altas dosis de azúcar, mariposas en el estómago y algún que otro tormento a lo largo de sus capítulos. Pero, sobre todo, #Luimelia evidencia que nunca hay que dejar de mirar hacia adelante.