Luis Tosar remueve conciencias con 'La ley del mar': “Me encantaría pensar que la ficción sirve para cambiar la realidad”
La primera edición del South International Series Festival, a la que asiste verTele en Cádiz, ha acogido la presentación de La ley del mar, la nueva serie protagonizada por Blanca Portillo y Luis Tosar, que ha sido el principal reclamo del acto. Junto al intérprete han estado el director Alberto Ruiz Rojo, la guionista Tatiana Rodríguez, el productor Flipy, y por parte de TVE y À Punt, que coproducen la ficción, José Pastor (Director de Cine y Ficción de RTVE) y Alfred Costa (director de À Punt).
La ley del mar es una cruda y reivindicativa miniserie de tres capítulos que cuenta la historia del pesquero 'Francisco y Catalina' de Santa Pola, que en 2006 se convirtió en el primer barco europeo en rescatar a 51 inmigrantes subsaharianos a la deriva en aguas internacionales del Mediterráneo.
Una historia en la que la esperanza de buscar una vida mejor se trunca por las condiciones para alcanzarlo, y en el que la humanidad aparece con el pesquero que capitanea el personaje de Luis Tosar, y desaparece cuando no le dejan ni entrar a puerto, pese a la labor del personaje de Blanca Portillo aportando la parte política.
Buena parte del elenco ha acudido también a esta puesta de largo, con nombres como Sonia Almarcha, Víctor Clavijo, Alex Monner, Pau Durà, Lamine Thior, Carlos Serrano, Alfonso Lara, Teresa Hurtado D'Ory, Eva Marciel y Paula Muñoz, entre otros.
“Ha sido una aventura maravillosa”, ha comenzado remarcando Luis Tosar, que ha explicado que ya conocía la historia por el documental 'Malta Radio'. Por esa afinidad, ha explicado que le hizo “mucha ilusión” cuando Flipy y la productora contactaron con él, asegurando que “era una historia super atrayente desde el principio”.
Pepe, el gran protagonista de Luis Tosar
En la serie, Tosar es José Durá 'Pepe', el patrón del pesquero que rescata a los inmigrantes de la patera. Tras poder conocerle, muestra su admiración por él: “Pepe se mantuvo al pie del cañón y demostró una fortaleza que no era normal. No es lo habitual siendo pescador hacerse cargo de un conflicto diplomático en el Mediterráneo, pero lo hizo”.
Para su encuentro, sin embargo, asegura que no preparó muchas preguntas, sino “pocas y básicas”, porque “no se trataba de componer un personaje tan real como Pepe”, sino adaptarlo a la ficción. Aunque sí reconoce un interés especial: “Me intrigaba, mi gran duda, era si había pasado miedo. Porque me parecía que era bastante troncal para el personaje”. Su respuesta le marcó: “Básicamente me dijo que a él le daba igual, que sabía que era cuestión de tiempo porque así es cuando vas con la verdad por delante. Él es una persona tremendamente íntegra. Tiene unos principios morales tan claros que llama la atención”, sobre todo al compararlo con el contexto: “Lo vemos en el mundo, somos muy volubles, ofrecemos cosas volátiles, y lo vemos en la política, donde la palabra no vale nada y me puedes decir hoy algo y mañana otra cosa, y parece que está bien”. “Me encantaría pensar que la ficción sirve para cambiar un poco la realidad”, resume.
Somos muy volubles, lo vemos en la política, donde la palabra no vale nada
La ley del mar apuesta decididamente por la identificación lingüística, y puede escucharse el gallego, y también el valenciano-alicantino, que habla (con aprobación de la prensa valenciana del festival) Luis Tosar. El actor lo defiende: “Fue uno de los pilares de la construcción de los personajes, que hubiese identificación lingüística. Pudimos trabajar con Natalia, nuestra coach de alicantino y valenciano, porque íbamos a variedades lingüísticas más concretas. E intentamos acercarnos de la manera más natural”. A nivel personal, el actor deja clara su identificación con esa idea: “Siempre he sido muy activista de las lenguas, porque soy gallego. Y hace ya 20 años hicimos una serie en TVG, Mareas vivas, que fue un éxito en parte porque reflejaba una forma de hablar de la Costa da morte”.
La aventura de rodar 18 días en el mar
El gran reto del rodaje de la serie, sin embargo, fue rodar en el mar. Su director, Alberto Ruiz Rojo, reconoce que “hubo dudas por el reto”, pero finalmente se lanzaron y tuvieron 18 jornadas de grabación. El realizador explica con un ejemplo simple la “incertidumbre” que les provocaba esa grabación: “Llevo 25 años y nunca había hecho mas que un día en el mar”, afirma, ampliándolo al resto del equipo.
La complejidad técnica, sin embargo, se tradujo en una unión que facilitó la realidad del rodaje, como comparte Luis Tosar: “A nosotros nos da la vida poder rodar en el mar. Rodar en el barco, y haber convivido allí tantas horas cada día, hizo que hubiese un ambiente muy especial que es imposible en un estudio. De hecho, convivíamos con la tripulación. Lo pasamos muy bien”.
A esa sensación de realidad durante el rodaje ayudó también la elección de sus personajes, como explica el director: “No son actores, y ni siquiera son figurantes. Buscamos en los pueblos y se configuró un grupo incluso con algunos que habían llegado en el Aquarius. Hubo momentos especiales, como cuando rodamos el rescate, que se rompió la cuarta pared y era la realidad. Se convirtió en verdad, hubo hasta pequeños conflictos. El momento en el que les suben al barco se traslada, es real”.
Pese a esa carga de realidad, Alberto Ruiz Rojo incide: “Es una historia muy emocional y emotiva, pero no caemos en el sentimentalismo ni en lo cursi”. La guionista Tatiana Rodríguez aclara su intención: “Queríamos ir más lejos de la historia humana. Nos interesaba que fuera una historia de una forma de vivir, la de Pepe y su tripulación. De la historia real había cosas que no entendíamos por qué habían sido así. Fuimos a hablar con Pepe y Pepi [su mujer, que en la serie interpreta Sonia Almarcha, y que junto a otras muchas lucharon desde tierra], y lo que más nos marcó es que ellos no lo veían como algo heroico, sino como gente humana que debían actuar así. También queríamos reflejar el papel de las mujeres, y la burocracia”. De hecho, Luis Tosar incide: “Hay tramas que se van sucediendo en paralelo, en la tierra y el mar, y nosotros hemos podido hablar con Pepe y Pepi. Pepe nos decía que la parte más dura la vivió ella, porque él tenía controlada su situación, pero Pepi no sabía que pasaba ni podía enterarse porque no había redes sociales”.
En la parte de tierra el personaje de Blanca Portillo, que interpreta a la embajadora que negoció su llegada a puerta, cobra una especial relevancia. Sobre él, la guionista cuenta: “Teníamos el referente de la embajadora real, y cierto acceso a gente que había trabajado con ella y se había visto en situaciones parecidas. A partir de ahí lo construimos, mezclando investigación con lo ficcionado. Su relevancia en la historia real fue grande, pero lo hemos hecho crecer, también por lo que reflejamos de su vida. Creemos que es el personaje menos pegado a lo real, es ficcionado prácticamente la totalidad”.
La serie está hecha desde el respeto y la voluntad de saber
Ante un tema tan politizado como la migración, Rodríguez no se esconde: “Todo el mundo tiene su ideología, nosotros en este caso lo teníamos clarísimo. No queríamos juzgar, sino respetar todas las opiniones, incluso mostrar las de la gente que los tenían retenidos, que lo hacían por otras cosas. No es blanco o negro”. La enseñanza moral la resume en una frase: “Ellos rescataron a la gente de la patera, pero de alguna forma esa gente también los rescató a ellos”.
La guionista también explica que, en el proceso de preparación, tomaron conciencia de que esa patera esa sólo el final del viaje de los migrantes: “Descubrimos que son viajes de 1, 2 y hasta 3 años, y a veces la patera es lo mejor. Queríamos mostrarlo y vivirlo también. La serie está hecha desde el respeto y la voluntad de saber. Una serie no cambia la legislación, pero sí puede hacer cambiar la forma de pensar de alguien, o que se replanteen cosas”.
Primero en À Punt, y luego en TVE
Por parte de TVE, José Pastor ha celebrado que esta serie contribuya a que se conozca más la historia: “A la gente le va a costar creer lo que pasó, al estar basada en un hecho real. Esta historia generó un hito muy importante, en una época sin redes sociales”. El directivo ha explicado que siempre es mejor “ver una realidad ficcionada” para tomar conciencia, y les gustaba el formato de miniserie de tres entregas para condensar la historia: “Tres capítulos nos permiten jugar con los cliffhanger, en el 1 y el 2, y el 3 es el final con la llegada a puerto”. “El resultado final es buenísimo”, ha celebrado.
Pastor también ha señalado lo “interesante” e “imprescindible” que es para TVE poder compartir con otras televisiones públicas, ante lo que el director de Á Punt, Alfred Costa, ha asegurado que para ellos “ha sido una locura”. El directivo ha remarcado el carácter local, al ser una historia que acaba en Santa Pola (Alicante) y con una productora alicantina. Precisamente el productor con Studio 60, Flipy, ha explicado que llevaban “con esta historia muchos años”, que hace una década iba a ser una película que quedó aparcada, y ha agradecido la confianza a José Pastor por apostar por ella “con cuatro folios. Sin que hubiera nada, nos ayudó a levantar esta historia”, ha remarcado.
El productor ha defendido que “estas historias hacen falta. Tiene un ritmo pausado para darle verdad, y te crees que son pescadores”. Pastor ha destacado también que “tiene muy buen equilibrio de géneros, y un punto de exotismo por rodar en el mar, pese a lo difícil que es”, añadiendo el punto a favor que supone juntar a Luis Tosar y Blanca Portillo tras Maixabel.
Sin embargo, su estreno no es inmediato, aunque tampoco lejano. TVE, en boca de Pastor, ha explicado que “se emitirá primero en À Punt y luego en TVE”, reconociendo que tienen que “coordinar la fecha de estreno” pero aclarando que no quieren “que esté mucho en el cajón”. Alfred Costa, bromeando sobre las prisas que tiene TVE, ha señalado que À Punt quiere convertirlo en un gran evento local que arrope su lanzamiento: “En cuanto esté la promoción preparada para que se convierta en un evento, será pronto. No tardaremos más allá de navidades para ponerle fecha”.
Así es 'La ley del mar'
El 14 de julio de 2006, José Durá 'Pepe' (Luis Tosar), y nueve tripulantes más del pesquero 'Francisco y Catalina' tomaron la decisión, amparada según ellos en la denominada “Ley del Mar”, de subir a un barco preparado para 10 tripulantes a 51 inmigrantes eritreos varados a diez millas de Malta, entre los que se encontraban una niña de 2 años y una mujer embarazada.
Durante nueve largos días, la embarcación quedó a la espera de la decisión de las autoridades europeas. Mientras las negociaciones se sucedían entre la diplomacia de media Europa, más de sesenta personas convivían en apenas cincuenta metros cuadrados.
A su vez, en Santa Pola, las parejas de la tripulación movilizaron a la opinión pública provocando que los medios de comunicación y autoridades se interesaran por el suceso. También en paralelo, la embajadora española en Malta, interpretada por Blanca Portillo, se involucró de lleno en movilizar a la UE buscando una solución humanitaria.
Finalmente, el 21 de julio los inmigrantes pisaron tierra firme. Este suceso cambió la legislación europea sobre inmigración tras un heroico pulso entre “las Leyes del Mar y las de la Tierra”.