La cuarta edición de Maestros de la costura arrancó en TVE con Elena, Yelimar, Mily, Laura, Nani, Ana, Álvaro, Ancor, Javier, Fermín, Gabriel y Lluís como los 12 nuevos aspirantes, seleccionados entre 14.000 personas que se presentaron al casting.
La primera entrega provocó que Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro Palomo vivieran una montaña rusa de emociones ya que empezaron pensando que estaban ante la “promoción mejor preparada de todas” a vivir una prueba “desastrosa en exteriores”.
Todo ello desembocó en la marcha de Elena, la profesora de baile valenciana, de 25 años, que se convirtió en la primera expulsada de la edición.
Primera prueba que sorprendió a los jueces
En el primer reto de la edición, los aprendices se definieron a través de la primera prenda que confeccionaron. Con ella describieron su estilo y su forma de entender la vida para que el jurado les fuera conociendo.
La primera valoración dejó en buen lugar a Ancor por hacer una “muy buena prenda, perfectamente rematada y con un estilo coherente”, a Javier por su sencilla falda de tubo “con un resultado bonito”, a Yelimar con una prenda clásica “discreta pero sugerente, como buen punto de partida”, a Lluis con su “camisa bien hecha al estilo Carmen Lomana”, a Nani con un “ejercicio perfecto de lo que pedían” y a Ana por una “muy buena confección” en su vestido.
Ancor cose un vestido clásico, sencillo y... perfecto
Mientras que los peor valorados fueron Elena a la que le “faltó técnica”, la minifalda de Álvaro que cabreó a Caprile por “consumir sin responsabilidad” al desperdiciar más tela que la que usó, Laura por “escoger el peor tejido de los que había”, Fermín que disgustó con una falda “tan clásica como Atapuerca” ni Javier y su vestido que no convenció.
Aún así, Caprile mostró su asombro porque “nunca antes en un primer programa hemos tenido prendas tan bien resueltas” aseguraba mientras Escoté y Palomo asentían. Y en los primeros puestos señalaron a Nani, Mily y Ancor, tercer, segundo y primer lugar.
Prueba de exteriores con resultados “desastrosos”
En la prueba por equipos, los aprendices viajaron al recinto modernista de Sant Pau en Barcelona para homenajear a la moda catalana. Su reto fue replicar un look de día y de noche, dos piezas que escogieron de entre varias firmas con sello catalán como Knowtown (cuyo diseñador es Marc Vidal, exaprendiz de la tercera edición), Tot Hom, Yolancris, Lydia Delgado, Manuel Bolaño y Juan Avellaneda.
Para hacerlo, se dividieron en dos equipos: el naranja liderado por Ancor que escogió el look de Tot Hom y Marc Vidal, y el verde con Mily como jefa de taller que optó por la prenda de Manuel Boñalo y Lydia Delgado. Empezó a contar el tiempo hasta los 180 minutos.
Lorenzo, a punto de sacar al Caprile que nadie quiere ver
Aunque Ancor había sido el mejor de la primera prueba, su liderazgo mostró su punto más débil. Desde el momento el que no supo escoger los tejidos, hasta dejar el más importante sobre la mesa, ser incapaz de ordenar el trabajo, repartir tareas y provocar casi que Caprile estallara.
Por su parte, Mily hizo mejor las cosas, mostrándose más tranquila escogiendo las telas. Pero no supo racionar el tiempo y las prendas que presentaron no estuvieron acabadas.
Nani explota y Lluís se autoproclama líder del equipo
Los jueces presenciaron todo aquello y sentenciaron que a Ancor le vino grande ser jefe de taller y cuando inetntaron valorar la prenda Caprile prefirió dejarla de lado: “No merece ni la pena ni el esfuerzo. No tienen nada que ver con las originales”. En cuanto a Mily le señalaron la equivocación de centrarse en la chaqueta y olvidarse del vestido.
Por lo que decidieron que todos fueran a la prueba de expulsión, excepto Javier que había sacado adelante el pantalón, la única prenda que aprobaron, “sin ayuda de nadie”.
Prueba de eliminación y descubrimiento del “pequeño Saint Laurent”
Elena, Yelimar, Mily, Laura, Nani, Ana, Álvaro, Ancor, Fermín, Gabriel y Lluís volvieron a los talleres para enfrentarse a la confección de una pieza con un material muy frágil: el papel. Una prueba “dificilísima” que hasta le costó a Escoté.
A mitad de la prueba, Laura se vio tan perdida con tanto papel que pidió el imperdible - opción que tienen para que otro compañerol es ayude- y pidió a Javier que resolviera sus dudas ante tantas costuras. Aún así, Laura se derrumbaba al ver que no bordaba.
Pasado el tiempo, los aprendices presentaron sus prendas. Las valoraciones positivas se las llevaron Lluis por un vestido “bien resuelto, con drapeado y cremallera correcta”, Nani por un corsé con “buen diseño, costura y toque de plumas”, Álvaro por una falda escocesa “mona y correcta”, Ancor por un vestido de cóctel “espectacular, con referencias y técnica” que se ganó el título de “el pequeño Saint Laurent”, Ana por una camisa que “no lucía pero tenía una cremallera bien puesta” y Yelimar por su falda en la que había invertido “muchísimo trabajo pero no se podía poner”.
Las críticas se las llevaron Fermin por una falda que no convenció, Laura por otra sin cremallera, “que no podía ponerse ni sacarse”, Mily por un top “chapucero como un demonio”, Gabriel por un vestido plisado “que dejó mucho que desear” y Elena por un vestido plisado “valiente pero sin estructura”.
Elena se despide del taller de Maestros de la Costura
Tras la deliberación, Caprile, Escoté y Palomo desvelaron su decisión: “El aprendiz que no continúa es Elena”. Una decisión que ella acató: “Me merezco ser la primera expulsada porque era una prenda que no se puede poner”.