Alberto Chicote fue el nuevo protagonista de Palo y Astilla. En la entrega, Mamen Mendizábal habló con el chef sobre su infancia, juventud y la edad adulta en la que se consagró como cocinero. También habló con sus padres para conocer la estricta educación que él mismo contó.
El chef dejó patente que, aunque ahora sea un chef de referencia, fue un mal estudiante de niño y siempre lleva consigo su origen de chico de barrio, en concreto de Carabanchel.
El programa fue más allá de la vida personal y culinaria de Chicote y quiso saber cómo estaba siendo su experiencia televisiva. Para ello, Mendizábal llamó a Inma, la pareja del entrevistado que pocas veces ha aparecido en sus programas.
“Hacemos muchas menos cosas de las que hacíamos antes”
Ella ejerce de jefa de sala de Yakitoro, la taberna del chef, y por esa relación laboral preguntó la presentadora: “Llevo trabajando con él desde hace mucho tiempo y nunca hemos tenido problemas, tal vez porque somos muy parecidos en la forma de pensar en el trabajo”, confesaba ella.
Preguntada por cómo le ha cambiado la vida la televisión, Inma lo tenía claro: “Le ha cambiado porque tiene mucho menos tiempo, hacemos muchas menos cosas de las que hacíamos antes. Hoy empezaba un nuevo programa, por ejemplo, y anoche no durmió. Esas cosas influyen en el estado de ánimo, en el cansancio...”, aseguró.
Y añadió: “También cambias tus costumbres porque antes no le conocía nadie, entraba, salía, hacía muchas cosas y ahora no hace cosas que antes hacía como ir al camping y a la piscina”, dijo entre risas.
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