Manuel Charlín, jefe del clan “Los Charlines”, ha vuelto a la actualidad televisiva un año después de reavivar su popularidad tras la emisión de Fariña. El programa de Ana Rosa ha entrevistado a una mujer que ha denunciado por presunta agresión al narco, que minutos después ha entrado en el magacín de Telecinco para defenderse con vehemencia.
Charlín fue reclamado por el juzgado de instrucción Nº3 de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) ante la solicitud de su inquilina de una orden de alejamiento, tal y como narra El Faro de Vigo. La mujer aseguraba estar siendo acosada para que abandonara el piso que tenía en alquiler dentro de un edificio propiedad del denunciado. No obstante, la jueza decidió no conceder la medida a la demandante.
Este suceso tiene lugar casi un año después de que el anciano fuera arrestado junto a su hijo Melchor en una macrooperación contra una organización dedicada a la importación, el transporte y el alijo de drogas.
La versión de la inquilina: “Me lanzó un azulejo a la cabeza”
En declaraciones al programa, la inquilina explicó, inicialmente, la vivienda les fue arrendada por una mujer llamada Neusa, pero que más tarde descubrieron que dicha mujer no era la propietaria, sino que era propiedad de Charlín, con quien vivía. “A los tres meses nos dimos cuenta de que no teníamos nada que certificase que vivíamos aquí”, comentaba y añadió que pagaban en mano la mensualidad al patriarca. Los problemas se iniciaron al pedirle un contrato legal de alquiler.
Según su testimonio, comenzaron las “artimañas” y acciones contra ella y su familia, como cortarles los cables de la luz y prender fuego a la puerta de la vivienda y al coche de la inquilina. Este mismo lunes 3 se habría producido un nuevo episodio violento: “Empujó a mi niña y le dije que era un sinvergüenza por hacer eso a una niña de tres años. Me lanzó un azulejo a la cabeza y me golpeó el brazo con unos alicates”, aseguró a la reportera. “El juzgado no está por la labor de protegernos”.
Charlín: “No hay contrato ninguno porque se metió de okupa”
El programa había conseguido declaraciones del aludido, que incluyó en una pieza. “Esta caradura se metió en un piso mío y lo que quiero es que lo deje y punto”, afirmaba primero en la pieza, calificándose como “la única víctima” de esta historia. “No hay contrato ninguno porque se metió de okupa”. En cualquier caso, dijo no haber agredido a nadie: “Tengo ochenta y seis años y me meterían en la cárcel. E imagínese después de trabajar tanto tener que morir en la cárcel”.
No obstante, Quintana contaría a continuación con la llamada telefónica de Charlín, muy enojado: “Lleva tres años en un piso sin pagar un céntimo, ni luz, ni agua, hostia”, clamaba.
Aunque seguía negando haber agredido, la presentadora advirtió si bien “lo que cuenta la mujer no cuadra mucho”, él “tiene fama de tener muy malas pulgas”. No hay que olvidar que en abril de 2018 uno de sus hijos agredió a una reportera de Espejo Público.
Esto enfadó y mucho al entrevistado: “Yo soy una persona respetuosa, pero al que no me respeta a mí me lo paso por el forro de los huevos”. “Yo soy el perjudicado”, exclamó.