María Patiño y Lydia Lozano se plantan entre lágrimas contra 'Sálvame': “Esto no lo voy a permitir”
Sálvame ha colocado este martes a María Patiño y Lydia Lozano en el centro de la polémica. El programa de Telecinco ha compartido en directo las quejas de varios estilistas, diseñadores y marcas de ropa, que han acusado a las colaboradoras de devolver la ropa que les prestan para la televisión en un mal estado. Las tertulianas acabaron rompiendo a llorar, defendiéndose de la información que se estaba vertiendo contra ellas.
El espacio de Mediaset dio voz al testimonio anónimo de un diseñador que valoraba lo buenas prescriptoras que son de sus prendas, ya que venden muchos de los productos que ambas utilizan, pero fue muy duro a la hora de describir la actitud de las periodistas. “No es que pidan ropa, es que la exigen y tienen una manera muy desagradable de tratar la ropa que no les gusta, la desprecian, la tiran por el suelo”, aseguró sin desvelar su identidad.
María Patiño, a la que Kike Calleja fue a buscar a la puerta de su casa, quiso dejar clara su postura: “Cuando quiero algo, lo pago, me fastidia que jueguen con mi imagen”. Minutos más tarde, la presentadora de Socialité no podía evitar romper a llorar, impotente con las acusaciones que se estaban lanzando contra ella. “Si he hecho algo mal, pido perdón, pero me cuesta mucho hacer las cosas bien para que no perjudiquen ni la programa ni a mi imagen”, expresó entre lágrimas.
Un estilista echa leña al fuego y Lydia Lozano rompe a llorar
La cosa no quedaba ahí y Jorge Javier recibió en plató a Fran Larrañaga, un estilista que se sumaba a las palabras contra las dos colaboradoras. “Se dice que son de lo malo lo peor, están entre las diez peores de la moda”, aseguraba el director de moda, que añadió que ambas suelen devolver con taras la ropa prestada, lo que impide que se pueda vender.
Larrañaga se mojó y aseguró que Patiño es “peor” incluso que Lozano y que ha hecho “cosas que no podríamos contar aquí”. “Hay marcas que no quieren vestirla porque sus devoluciones no son lo que se espera”, insinuó el estilista en unas palabras que terminaron de enfadar a la presentadora.
Patiño pidió paso entonces para mostrar su indignación con lo que estaban haciendo con ella: “Esto no lo voy a aceptar, si queréis transmitir esto de mi imagen yo también tengo muy claro lo que voy a hacer”, empezó señalando. “Ni soy modelo ni lo pretendo (...) Por encima de todo están los 25 años que llevo trabajando como una... y esto no lo voy a permitir”, sentenció antes de quitarse el pinganillo y abandonar la conexión.
En plató, la situación con Lydia Lozano no fue muy diferente, ya que la canaria no pudo evitar las lágrimas cuando las acusaciones del estilista se centraron en ella: “Cuando es verdad, es verdad y cuando no es verdad no me lo voy a comer”, se quejó, defendiendo cuidar a las marcas. “Lo he devuelto todo y si alguien me ha quemado un vestido lo he comprado”, ha zanjado, rota ante las cámaras de Telecinco.