Este lunes, 9 de julio, Marta Verona se proclamó ganadora de la sexta edición de MasterChef. Un éxito que, “la verdad”, no esperaba para nada: “Sí que es verdad que noté mucha evolución al final del concurso, pero de ahí a creer que llegaría a ser la ganadora...”, ha declarado en una entrevista ofrecida a Vertele.
La nutricionista, que se define a sí misma como “humilde” e “insegura”, tiene claros sus objetivos a partir de ahora: “Demostrar a la gente que se puede hacer repostería rica y sana”. Por lo pronto, eso sí, aprovechará su formación en el Basque Culinary Center además de participar en el restaurante del programa, en el que estará desde el 17 al 23 de julio, así como en agosto.
La mayoría de tus compañeros han reconocido que te veían como la clara ganadora del concurso. ¿Pensabas lo mismo que ellos a medida que te ibas acercando a la final?
La verdad es que no. De hecho, cuando mis compañeros me veían como ganadora, como se podía ver en muchas ocasiones, me preguntaba por qué, ya que realmente he visto muchísima competencia, sana, pero, al fin y al cabo, muchísima competencia; muchos rivales fuertes durante todo el concurso.
Además, ha habido muchísima gente enganchada a MasterChef y creo que es porque es una edición en la que hemos tenido mucho nivel todos. Entonces para nada pensaba que iba a ser la ganadora, encima por ser yo. Sí que es verdad que noté mucha evolución al final del concurso, pero de ahí a creer que llegaría a ser la ganadora, nunca.
¿Crees que han sido las palabras de Jordi, que te repetía que no fueras tan insegura en la cocina, uno de los ingredientes que ha hecho posible tu victoria?
Sí. Creo que he tenido dos ingredientes decisivos para ser la ganadora de MasterChef 6. Tengo un punto fuerte y un punto débil, y los dos me han hecho ganadora.
Mi punto débil es eso, la inseguridad y que soy muy dura conmigo misma. Entonces, me di cuenta de que uno de los puntos en los que tenía que evolucionar a nivel culinario y a nivel personal es en la seguridad en mí misma, y en decir que podía. Esa evolución la valoran muchísimo los jueces.
El punto positivo pienso que es la humildad. Porque yo sí que es verdad que siempre he sabido que me queda mucho por aprender, siempre he dicho que tengo muchas ganas por aprender, e ir con la humildad por delante me ha hecho aprender mucho más.
En la final pudimos ver cómo tus familiares se sorprendían por tu nueva actitud cocinando. A parte de todas las técnicas culinarias que has aprendido, ¿qué cambios ves en ti a nivel personal y en tu forma de cocinar?
Soy una persona que tiene mucha energía. Entonces es verdad que soy muy caótica. Igual que le decían a Oxana que era caótica, yo también soy un torbellino. Eso, en mi casa con mis padres, se notaba mucho porque dejaba las cosas por el medio, tenía tantas ideas que no sabía por dónde empezar, y dejaba las cosas a medias... Con MasterChef, a nivel culinario he aprendido a canalizar esa energía y a nivel personal también he aprendido a controlarme, a confiar más en mí misma y a poner en lo que hago todas mis ganas.
Una de las cosas que peor se les da a los concursantes de MasterChef
Por lo general, a los cocineros no les suele gustar los postres porque creen que no es algo creativo, ya que tienes que ceñirte mucho a una receta, a pesar mucho los ingredientes... Y por eso no les gusta, porque no deja lugar a la improvisación.
La clave para hacer buen postre es pesar muy bien los ingredientes y podrás ser creativo cuando te toque decorar la tarta o los macarons. O hacer un plato bonito. Pero bueno, lo importante es que tienes que ser muy meticuloso.
MasterChef 6 - El increíble postre de Marta para el duelo
En ese sentido, llama la atención que te guste tanto la repostería cuando estudias nutrición. ¿Es posible compaginar ambas disciplinas?
Es verdad que yo, como estudiante de nutrición, no soy una nutricionista muy cerrada que dice que no hay que tomar azúcares, no hay que tomar tal... Creo que se puede comer de todo, sabiendo lo que comemos y de forma equilibrada. Hay que reducir el consumo de azúcares, hay que reducir el consumo de grasas saturadas... y eso se puede hacer en un postre también.
Quiero orientarme en demostrar a la gente que se puede hacer repostería rica y sana con la reformulación de recetas, que es lo que me gustaría hacer ahora. Se puede comer un bizcocho y se puede reducir la cantidad de azúcares cambiando la mantequilla por plátano, el azúcar por dátiles... Claro que se puede hacer repostería saludable.
Ahora que dices que quieres orientar tu labor culinaria por la reformulación de los postres, ¿podrías decirme cuáles son tus proyectos?
Mi proyecto a corto plazo es formarme todo lo que pueda y aprovechar cada día en el Basque Culinary Center. Además, también tengo un plan, que me hace mucha ilusión, que es estar en el restaurante de MasterChef desde el 17 al 23 de julio y luego también a finales de agosto. Estaré con todos los comensales que vengan y podré compartir con ellos la experiencia, les recomendaré platos, hablaré de mi paso por el programa...
Después del Basque Culinary Center, si pudiera hacer prácticas en el Catering de Samantha o en cualquier restaurante con Estrella Michelín para seguir formándome, fenomenal. A partir de ahí, me encantaría invertir el premio en mi propio catering de repostería saludable y hacer talleres de cocina, para enseñar a la gente a cocinar rico, que se puede, y sano.
También voy a tener mi libro de recetas donde va a aparecer el menú de la final y todas las recetas que hice allí en MasterChef, así que también se va a poder aprender mucho con él. Además, en el restaurante estará mi postre de la final fuera de carta, los macarons de frambuesa, para que los pruebe todo el mundo.
Antes hemos hablado de Jordi, pero ¿qué juez es el que te parece más permisivo y cuál el más exigente?
Para mí, el juez más exigente es Jordi porque es verdad que es muy crítico con nosotros porque él ama la cocina y su profesión, y pienso que quiere que los futuros chefs la cuidemos y la entendamos como lo hace él. Son críticas duras pero muy constructivas.
Por otro lado, creo que el más permisivo es Pepe. Igual “permisivo” no es la palabra, pero es el que sabe quitar hierro al asunto y es capaz de darte una crítica que luego suple con una broma y quita tensiones. Eso la verdad es que se agradece mucho.
Si no hubieras sido tú, ¿quién de tus compañeros crees que habría merecido ganar el programa?
Para mí Ketty era la otra ganadora de MasterChef. De hecho, con ella hice el duelo final y de verdad decíamos las dos que nos íbamos a alegrar mucho la una de la otra, ganara quien ganara, porque la quiero tanto que sus logros y su felicidad también iban a ser los míos. De hecho, pensaba que la final iba a estar entre Toni y Ketty, y al final fue entre Ketty y yo pero Toni también estuvo entre los finalistas.
En esta edición del programa te han “acusado” de ser demasiado habladora. Ahora que ha terminado tu experiencia culinaria en TVE, ¿te gustaría seguir ligada a la televisión, ya que no tienes ninguna dificultad en expresarte delante de una cámara?
Pues a ver, mi pasión es la nutrición y la cocina entonces si en televisión puedo hacer ambas cosas, sí. Si no, no tendría ningún sentido. Por ejemplo, si tuviera que dar clases de cocina y hablara de nutrición, sí. Para presentar, no. Tendría que ser un programa donde yo tuviera las manos en la masa.
Para acabar, como suele ser habitual en MasterChef
A ver, me parece que acaba tarde pero tenemos que tener en cuenta la época del año en la que estamos y es verdad que ahora es verano, y hay muchos niños que no tienen 'cole'. Además, sabemos por las redes sociales que al final nos dormimos muy tarde, entonces yo creo que tampoco es un handicap.