La tercera entrega de Mask Singer 4 tuvo como protagonistas a las máscaras de la primera gala Tiburón, Corazón, Oveja y Mosca, a las que se les sumaron Brócoli y Piña.
Si las semanas anteriores habían desenmascarado a Carl Lewis -bajo el disfraz de Panda-, Ana Obregón -bajo las Palomitas-, José Luis Rodríguez 'El Puma' - con el disfraz de Aguacate- y Manuela Carmena - vestida de Patita de Goma-, en la entrega de esta semana los descubrimientos tuvieron sabor nacional.
El primero en mostrar su identidad fue Brócoli, el novato y más votado por el público para descubrirlo. Había llegado al programa dando las siguientes pistas: “Arraso entre los teenager, porque soy uno de ellos. Me encanta estar rodeado de mujeres. Las menciones de mi Instagram arden”.
Subió al escenario para interpretar el 'Quédate' de Beret y, tras ello, los Javis coincidieron en que se trataba de Miguel Ángel Revilla, Ana Milán apostó por Gorka Otxoa y Alaska se decantó por Pedro Acosta. Pero, una vez más, acertaron los cineastas porque era el expresidente de Cantabria, que se mostraba sudado y cansado de llevar el disfraz encima: “He estado a punto de desmayarme” confesaba.
“Es que tu voz es característica, tu manera de moverte” argumentaron los Javis, mientras Revilla agradecía la oportunidad y aseguraba que aún le quedaba mucho por probar en televisión.
Minutos más tarde, le tocó el turno a la siguiente máscara más votada para que desvelara su identidad: Oveja. La participante había dado las siguientes pistas: “Aunque algunos digan que tengo mala leche, no os creáis nada. Dedico mi jubilación a experimentar científicamente. Yo soy una oveja de agua y de acción”.
Tras ello subió al escenario para cantar, cual profesional, el 'Let me out' de Dover que dejó totalmente desconcertada a Ana Milán que no supo ni qué nombre dar. Hasta que le animaron con Mireia Belmonte. Javier Ambrossi optó por Gemma Mengual, Alaska prefirió a Leire Martínez y Calvo se decantó por Amaia Montero.
Pero todos alucinaron cuando se quitó la máscara, se dio la vuelta y descubrieron a María José Campanario. “Espérate que me recupere. Me has hecho colapsar”, decía la actriz, mientras Alaska seguía asombrada porque todos creían que era “una cantante profesional”.
La mujer de Jesulín agradeció la experiencia: “Estoy feliz de la vida, no sabéis lo bien que me lo he pasado. He perdido toda la vergüenza. Estoy contenta de que nadie me haya descubierto, ni mi marido”, bromeó ante las caras de desconcierto de los presentes.
De esta manera, las máscaras que quedan aún por desvelar en este primer grupo son Tiburón, Corazón, Mosca y Piña.