MasterChef 11 ya tiene semifinalistas. Cinco aspirantes, entre los que ahora “solo queda uno de morralla”: Jotha. Así lo dijo él mismo tras vencer en la prueba de eliminación y dejar sorprendidos a todos, que no se esperaban que estuviera entre los escogidos.
La que sí se marchó fue Ana, tras haber peleado 17 eliminaciones y convertirse en la concursante con más delantales negros del talent en nuestro país. La sevillana se marchó decepcionada por hacerlo con un postre “sin sentido ninguno”.
De esta forma, el quinteto semifinalista está formado por Pilu, Eneko y Lluís, que fueron los primeros en celebrarlo, y Álex y Jotha, más tarde.
La prueba más emotiva con el reencuentro familiar
Los aspirantes se enfrentaron a uno de los retos más especiales de cada edición: cocinar un plato de su familia añadiendo técnicas de vanguardia, aprendidas en el talent. Al descubrir el plato que les habían enviado sus seres queridos, la emoción no dejó de sentirse en los fogones.
Pero no solo pudieron hablar con ellos por videollamada, también les visitaron. Justo en el momento de la cata, al presentar sus platos, llegaron las sorpresas. Pilu se rompió al ver a su madre y se llevo una gran valoración; Lluis se emocionó al reencontrarse con su novia y logró un “buen risotto”; mientras que Eneko alucinó al ver a su mujer e hijas y convenció a los jueces con su fricandó.
Los que vivieron un momento más agridulce al reencontrarse con sus familiares pero no obtener una buena valoración fueron Jotha que abrazo a “la Loli” pero estropeó el pastel de carne; Ana se reenamoró de su prometido y gustó con su emplatado pero no tanto con el sabor; Álex se emocionó al abrazar a su madre pero tampoco convenció a los chefs.
Por todo ello, Eneko, Lluís y Pilu fueron los señalados como los mejores del reto y primeros finalistas del talent. Una noticia que provocó los aplausos y abrazos de todos. Pero, en concreto, el mejor fue el primero.
Prueba de eliminación con la expulsión de Ana y la salvación de Jotha
Ana, Jotha y Álex regresaron a las cocinas con los delantales negros para afrontar una prueba de eliminación que es abría o cerraba la puerta a la semifinal. En ella tuvieron que elaborar un plato dulce bajo en calorías y sin azúcares añadidos. Para ello, debieron sustituir el azúcar por edulcorantes.
Eneko repartió los dos ingredientes más sencillos a Ana y Álex, mientras Jotha le pidió que le dejara a él el más complejo: la miraculina. “No estoy en igualdad de condiciones porque ellos cocinan muy bien, así que tengo que lucirme y lo voy a hacer con eso. Así demuestro cómo soy”, dijo el valiente aspirante.
Tras el cocinado, los jueces quisieron catar primero el plato de Jotha: “Una tarta de limón muy natural, diferente, moderna y ácida como tú. Un buen trabajo con el que se complicó la vida”, sentenciaron. Le siguió Ana con un buñuelo tierno “conseguido pero que se disfrutaba lo justo por ser plano”. Y acabó Álex con un postre “muy bueno, bien resuelto y de restaurante”.
Con todo ello, Pepe sentenció: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Ana”, una decisión que dejó a todos con la boca abierta. “Me he ido decepcionada porque la repostería es lo mío y me he ido con un postre. He estado muy inestable, con altos y bajos. Para mí esto ha sido un sueño hecho realidad”.