Alberto, Andy, Iván, Ana, Luna y José María se han visto las caras por penúltima vez en la semifinal que MasterChef 8 ha emitido la noche de este lunes en La 1 de TVE. Seis aspirantes que se jugaban alcanzar la gran final del talent culinario, que se celebrará el próximo lunes 6 de julio.
El comienzo de la gala ha sido para recordar a Juana, con todos sus ya excompañeros admitiendo que la echan mucho de menos. Cabe recordar que Ana y Luna han arrancado con delantal negro porque en la prueba de eliminación de la anterior gala, ayudaron desde la galería a Andy, por lo que Jordi Cruz les entregó su “castigo”.
Para que los aspirantes se animasen, el programa les ha entregado las chaquetillas, pero sin que se las hayan podido poner. Un premio que sólo llegaba si se convertían en finalistas. Y ahí ha llegado la primera sorpresa: esta edición la gran final será un combate a tres, y no un duelo a dos como siempre. Algo que hacía, además, que el que fuese el mejor de la primera prueba directamente lograse la chaquetilla y se convirtiese en finalista.
Con la visita de Paz Vega, el encargo a los aspirantes era replicar un complicado plato de tres estrellas Michelín elaborado por Jordi Cruz en 90 minutos. Y tan complicado era, que todos han sufrido. Cuatro importantes críticos españoles se han encargado de probar sus elaboraciones, y como siempre los jueces han sido los encargados de decidir quién era el primer finalista de MasterChef 8.
Con duras críticas a José María, a Luna; críticas a Iván y a Alberto; la decisión quedaba entre Ana y Andy. El jurado les ha felicitado, y finalmente pronunció su decisión: “El mejor en esta prueba, y que por tanto se va a poner su chaquetilla, es: Ana”.
De esta forma, Ana no sólo se ha quitado el delantal negro de “castigo”, sino que directamente se ha convertido en la primera finalista de MasterChef 8, enfundándose ya la chaquetilla.
Andy, único finalista gracias a la prueba de exteriores
La segunda prueba de exteriores se ha iniciado con una Ana muy tranquila al tener ya la chaquetilla y sabiendo que está clasificada para la final. La prueba se ha planteado como un homenaje a la restauración, con imágenes de Jordi Cruz recorriendo las puertas cerradas de distintos restaurantes y con comensales dueños de distintos establecimientos que han ayudado durante la pandemia.
Ana, por ser la mejor de la primera prueba, ha podido elegir equipo. Y ha elegido ir con José María y Andy, dejando juntos a Iván, Luna y Alberto. Según Andy, lo ha hecho para seguir la estrategia de José María, y sabiendo que ella está salvada, boicotearles y mandarles a la prueba de eliminación. “Se cree el ladrón que todos son de su condición”, le ha respondido Iván.
Sin embargo, también ha habido sorpresa porque Jordi Cruz ha avisado de que el veredicto iba a ser individual, y no grupal. Y que los ganadores de la prueba se iban a convertir automáticamente en finalistas. Con la visita de lujo de Eneko Atxa, han tenido que preparar uno de sus sofisticados menús, que ha llevado el límite a todos, especialmente a la propia Ana que le ha llegado a decir a Jordi Cruz que “no funciona con tanta negatividad”.
Pese a todo, la lentitud de ambos equipos ha hecho que los platos no hayan salido perfectos, e incluso algunos ni tan siquiera han podido salir. Pero al final, los jueces han querido valorar el enorme trabajo que todos han hecho, siendo menos personas en cocina de lo que habría sido ideal. Al final, Iván, Luna y Alberto han ido a la prueba de eliminación, y también Jose María. Sólo Andy se ha convertido en el segundo finalista, con la felicitación de Jordi Cruz por su trabajo.
José María se va a las puertas de la final
La prueba de eliminación se iniciaba por tanto con Iván, Luna, Alberto o José María sabiendo que uno de ellos cuatro iba a quedarse fuera de la final, a las puertas de la misma. Y que en ella ya esperaban Ana y Andy. O eso había dicho el programa, y también recogido en su Twitter. Porque al empezar la prueba de eliminación, no ha recibido la chaquetilla explicándole que tendría que jugársela con otros tres aspirantes, y que de ellos cuatro sólo dos recibirían la chaquetilla y se convertirían en finalistas en la batalla a tres. No se sabe si el programa se ha explicado mal o el montaje no lo ha dejado claro, pero hasta los propios aspirantes han indicado en Twitter que Andy ya era finalista:
Para la prueba de eliminación, el repostero Pol Contreras les ha pedido replicar una de sus cuidadas elaboraciones basada en el chocolate. Y el nivel de dificultad ha podido con casi todos. Mientras los jueces han pedido a Andy que bajase a mostrar cómo realizaba el helado de chocolate con nitrógeno líquido, los aspirantes en la prueba avanzaban y sufrían, sobre todo Luna y José Mari. Iván y Alberto, sin embargo, hasta se han permitido jugar con el tiempo.
La decisión, por lo tanto, estaba clara entre Luna y José Mari. Efectivamente, los jueces han pedido a Iván y a Alberto que subiesen a la pasarela, tras alabar sus postres, explicándoles que ser jugarían las dos chaquetillas con Andy y el que salvasen de la última decisión. Y en esa última decisión, el eliminado ha sido José María.
El lunes que viene, en la gran final de MasterChef 8, Ana ya con la chaquetilla esperará en el combate a tres definitivo a los otros dos finalistas que salgan de las dos primeras pruebas entre Andy, Iván, Alberto y Luna.