Crónica de la gala final

'Masterchef' alzó a Arnau, y a sus 8 apellidos catalanes, como ganador de su novena edición

Paula Hergar

14 de julio de 2021 01:55 h

Más de 70.000 personas se presentaron al casting y solo 16 lograron entrar a Masterchef 9. De los que solo María, Meri, Arnau y Fran llegaron hasta la final. “Ha sido el nivel culinario más alto de nuestra historia, una edición muy reñida para ellos y muy complicada para nosotros” aseguraron Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera antes de conocer al triunfador de la edición, en una entrega que acabó casi a las 2 de la mañana.

El catalán apareció con la coleta cortada, como había prometido, la hija del médico del Barça no podía reprimir las lágrimas de emoción, María llegaba tras haber sido repescada y Fran sin su eterno pin de la inmunidad. Los cuatro reprodujeron un postre de doce elaboraciones en la primera prueba; elaboraron un menú para doce grandes chefs y crearon otro en el duelo final.

Un duelo final que solo protagonizaron Arnau y Meri y que erigió al joven como ganador de la edición. Un aspirante que llegó al concurso como Arnau París Masip Tarrès Olivet Abelló Marçà Olivet, su nombre acompañado por sus 8 apellidos catalanes, y le puso la guinda con todos ellos con un último menú homenaje a sus orígenes.

Arnau, primer duelista en “una de las pruebas más complicadas”

Para conseguir la ansiada chaquetilla que les acreditara como duelistas, los aspirantes tuvieron dos oportunidades. La primera consistió en seguir los pasos de Ricard Martinez, uno de los mejores pasteleros de nuestro país. María, Meri, Arnau y Fran no pudieron dar lugar a la improvisación y demostraron su capacidad de concentración para reproducir un postre compuesto por 12 elaboraciones y trabajar al mismo tiempo que el chef.

Es “una de las pruebas más complicadas que hemos hecho” comentaba Jordi con Pepe y Samantha mientras veían cocinar a los finalistas. Fran y María empezaron bastante perdidos, preguntándose entre ellos. Pero fue Meri la que hizo el mayor error: quemar el azúcar. Algo que le obligó a hacerlo todo de nuevo, quedándose atrás.

Finalmente el chef le dio el toque final y todos ellos tuvieron sus últimos minutos para reproducirlo. En la cata, Fran presentó un postre con “defectos técnicos, falto de picante y avinagrado” pero con un trabajo tan bueno, que la jueza volvió a abrirle las puertas de su catering. María le siguió con un emplatado más parecido a una ensalada que a un postre, que mostraba lo perdida que había estado por estar “descompensado y poco fino”. Mientras que Arnau conquistó a todos con un resultado “ejemplar” que aplaudieron todos y que logró, sin el postre de Meri, que Pepe anunciara que estaban ante el primer duelista de la noche.

Meri le siguió, temblando, para acabar el postre ante los jueces. Aunque se había perdido, resurgió y pudo acabar el plato casi por completo, logrando que le llamaran “virtuosa” por todas sus cualidades. Aún así, y como habían avanzado, el ganador y primer duelista fue Arnau.

Fran y María, cuarto y tercera finalista

La última oportunidad para conseguir el pase a la final se disputó en Gipuzkoa, donde el jurado y los tres aspirantes se desplazaron hasta el Chillida Leku, un museo al aire libre con 400 esculturas repartidas en 11 héctareas.

Eneko Atxa, el único chef de nuestro país con un Sol Sostenible de Alimentos de España, fue el encargado de diseñar un menú de seis platos que los aspirantes debían reproducir y servir a 12 invitados. Meri se encargó de los guisantes lágrima y de la cuajada de postre, Fran optó por la ostra y las kokotxas y María se quedó con la tarta de trufa y la carne de puchero.

Con los platos asignados, empezó un cocinado adrenalítico en el que, los tres competían entre ellos, pero no dejaban de recordarse lo afortunados que eran por estar viviendo la experiencia: “Esto es real”, se decían los unos a los otros. Fran era el primero en acabar: “14 años padeciendo para disfrutar lo que se disfruta aquí, no tengo palabras”, decía al secarse el sudor y refiriéndose a haber pasado de camarero a cocinero. María fue la siguiente en cerrar su cocinado, transmitiendo su entusiasmo y “orgullo” por el trabajo. Y Meri acabó mostrándose más segura de sí misma que nunca.

Tras las emotivas palabras de los tres finalistas, Pepe señaló los “fallos” de Fran por culpa de los nervios, lo que le otorgó la cuarta posición del talent. Jordi valoró la dificultad de las elaboraciones de María que logró de forma “impecable”. Como también elogió la “actitud” de Meri al disfrutar de cada paso.

Basándose en el nivel de perfección, los jueces sentenciaron: “¡La segunda duelista es Meri!”.

El duelo final entre Meri y Arnau

Con los conocimientos y las técnicas de vanguardia aprendidas estos meses, los dos duelistas elaboraron un menú completo compuesto por un entrante, un plato principal y un postre que conquistara el paladar del jurado y del chef Dabiz Muñoz.

Meri optó por inspirarse en sus memorias para cocinar su menú: de entrante una sopa de cebolla con crema de queso, como principal un canelón de plato con esferas y de postre requesón con confitura de rosas. Por su parte, Arnau apostó por la tierra como base de su cocina: empezando por una coca con berenjena asada, de segundo un carpaccio, pichón y aire de lima y para acabar una crema catalana en texturas.

Aunque los dos midieron bien los tiempos de cocinado, en los últimos minutos Meri empezó a temblar por los nervios. “¡Qué estresante!”, gritó al abrazarse con Arnau para celebrar el final del duelo.

Para la cata arrancaron probando los platos del joven que presentó un menú al que llamó “origen”, basado en la cocina gastronómica de sus abuelos. Y Meri apostó por transmitir “el calor del hogar” en sus platos. Sobre el primero aplaudieron su “templanza” y el poner en valor los productos de la tierra. Mientras que de ella elogiaron lo “exigente” de los platos y la “excelencia”.

Finalmente, Pepe sentenció: “¡El ganador de la novena edición de Masterchef España es Arnau!”. El catalán se abrazó a sus seres queridos, y celebraba el triunfo. Además de conseguir el trofeo del talent culinario, recibió 100.000 euros en metálico y publicará su propio libro de recetas.

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