La sexta entrega de MasterChef Celebrity 9 fue una de las más aplaudidas por los aspirantes que vieron salir de cocinas a Pelayo Díaz. Esa misma noche, algunos de sus compañeros le habían definido como “villano, intenso, rencoroso” y hasta le confesaron que se pasaba de sincero, lo que a veces se convertía en “crueldad”.
Aunque la expulsión fue inesperada, aún sorprendió más la elección del repescado durante la prueba de exteriores, ya que el mejor del reto fue José Lamuño el primer aspirante que se había marchado de la edición.
Todo ello en una noche en la que los concursantes cocinaron platos con mensajes ocultos, visitaron Valladolid y prepararán un plato de alta cocina inspirado en la canción de su vida.
Primera prueba con cuchillos voladores y parejas envenenadas
Los aspirantes abrieron sus cajas misteriosas para encontrar una tarta con un mensaje oculto (las llamadas burn away cakes) que revelaban lo que piensan de ellos sus compañeros. Algunos de los mensajes más polémicos fue el de Pitingo que dijo que Hiba “un día te habla y otro no” o el de Marina que tildó a Pelayo de “villano, intenso, rencoroso, sincero y hay que medir la sinceridad si no es crueldad”.
Tras la lluvia de cuchillos, Florentino Fernández emparejó a los aspirantes: Marina con Pelayo, Inés con Pocholo, Cifuentes y Pitingo, Hiba y Francis y Raúl e Itziar, para que apartaran sus diferencias y trabajaran codo con codo en una tarta rellena de frutas y cuya decoración fuera el fiel reflejo de cada pareja.
Acabado el tiempo, las parejas que estuvieron por debajo de lo esperado fueron las formadas por Pocholo e Inés y Francis e Hiba. Los jueces señalaron a los primeros como los más flojos. Mientras que Itziar y Raúl se alzaron como los mejores.
Prueba de exteriores con la repesca de un aspirante inesperado
Los aspirantes se desplazaron hasta Valladolid para celebrar el esperado cocinado de la repesca con María León, Topacio, José Lamuño, Juan Luis y Nerea Garmendia dispuestos a cocinar para lograr una segunda oportunidad. Con la ausencia de Rubén Ochandiano que abandonó de forma voluntaria, para después criticar al programa por sentirse “tangado”.
En el lado de los aspirantes, los jueces decidieron que los capitanes de los dos equipos fueran Pocholo e Inés, encargados de cocinar tapas para 100 personas. El primero se visitó de azul junto a Francis, Pelayo, Itizar e Hiba. Mientras que la televisiva lució el rojo junto a Marina, Raúl, Pitingo y Cifuentes.
Tras el cocinado, Jordi felicitó a Inés por ser “una capitana ejemplar, por disfrutar de su trabajo y hacer disfrutar a sus compañeros”. Aunque las elaboraciones no estuvieron del todo acertadas. Mientras que en el equipo de Pocholo “faltó determinación y conocimientos de matemáticas”, como echaron de más el “punto sobrado” de Hiba y Pelayo, criticó Pepe.
Por todo ello, y sin ningún tipo de duda, “el equipo ganador fue el rojo”. Una noticia que celebraron Inés, Marina, Raúl, Pitingo y Cifuentes.
En cuanto a la prueba de los expulsados, el primero que descartaron fue a Juan Luis. A Topacio y Nerea “les vino grande la presión y el reto en general”. José y María fueron los mejores, pero entre los dos, los jueces decidieron algo inesperado: “El delantal blanco es para Jose”. Por lo que pasó de ser el primer expulsado, a convertirse en el único repescado.
Prueba de eliminación con la expulsión de Pelayo Díaz
Pocholo, Francis, Pelayo, Itizar e Hiba regresaron a las cocinas ataviados con el delantal negro para conectar con su yo más profundo a través de la música. Eso sí, antes de arrancar, el actor entregó su pin de la inmunidad y se marchó al balconcito.
Tras ello tuvieron que diseñar y cocinar un plato libre de alta cocina inspirado en la canción de su vida: Pocholo escogió a Adamo, Pelayo optó por 'Ni una sola palabra' de Paulina Rubio, Itziar escogió el 'No puedo vivir sin ti' de Coque Malla, Hiba se quedó con el 'Orgullo' de Las Grecas e Inés eligió el Viva la vida de Coldplay.
Durante el cocinado les permitieron algo inédito: el comodín de la llamada, para que cada uno hablara durante un minuto a quién quisiera. Y así lo hicieron la mayoría.
Al acabar el tiempo, llegó el momento de la cata. Pocholo tuvo algunos fallos pero convenció, Pelayo no logró el sabor que buscaba por el “poco trabajo pasado de cocción”, Itziar entregó una carrillera sin salsa pero buena, Inés hizo un buen trabajo, mientras Hiba fue la peor con un plato en el que “sobraba casi todo”.
Tras la deliberación, los jueces sentenciaron: “El aspirante que no continúa en las cocinas de MasterChef es Pelayo”. El influencer se abrazó a Hiba que no podía contener las lágrimas y tuvo una reflexión que sorprendió. Confesó que no había “tenido conexión ni con Marina ni con Raúl [Gómez]” y auguró que ganaría Inés, sin mencionar a Hiba, que había sido su gran amiga en el programa.