'MasterChef Celebrity 9' expulsó a uno de los más flojos, tras vivir el primer “conflicto” contra Hiba y Pelayo
La segunda entrega de MasterChef Celebrity 9 despidió a uno de los aspirantes más queridos: Juan Luis Cano. Tras dos semanas de talent ya se están cogiendo cariño entre ellos... pero también empiezan los primeros rifirrafes.
Tanto es así que Pelayo Díaz criticó a algunas compañeras por celebrar su triunfo en la prueba de exteriores, en contra de la capitanía de Hiba y su equipo que fueron a eliminación. Este fue el primero de los “conflictos” en los que él confesó saber moverse bien.
Todo ello, en una noche en la que todos prepararon, por primera vez en la historia del talent, un menú canino, jugaron a 'El Precio Exacto' y visitaron la madrileña verbena de San Isidro.
Primera prueba con la elaboración de comida para 15 perros
Los aspirantes viajaron al pasado con el juego 'El Precio Exacto'. Como si se tratara del mítico programa de televisión presentado por Joaquín Prat, los aspirantes tenían que acercarse, sin pasarse, al precio de varios elementos de cocina para lograr ventajas.
Después, elaboraron un plato libre en 75 minutos sin olvidarse de ciertas necesidades especiales de los comensales que, por primera vez, eran perros. Bibiana Fernández fue la encargada de llevar a los invitados a catar los platos: 15 canes de distintas razas, tamaños y gustos muy diferentes.
Los perros que no quisieron saber nada de la comida fueron los que le tocaron los platos de Pelayo y de Raúl Gómez. Mientras que los mejores fueron los de Hiba y Francis. Aunque la mejor de los dos fue la actriz, por segunda semana consecutiva.
Prueba de exteriores con el triunfo de “las tontas”
En la prueba de exteriores festejaron una de las celebraciones más emblemáticas de Madrid, la verbena de San Isidro. En Matadero Madrid, formaron los dos equipos en referencia a los tipos de rosquillas “listas y tontas”: el de “las listas” estuvo capitaneado por Hiba y formado por Topacio, Francis, Pelayo, Cifuentes, Juan Luis, María León y Marina, mientras que el de “las tontas” estuvo conducido por Itziar junto a Inés, Pocholo, Raúl, Rubén y Pitingo.
Cada uno tuvo que elaborar dos menús compuestos por las tapas y los postres más tradicionales de la fiesta, como brioche de calamares con alioli de lima, cocido madrileño, callos a la madrileña con piparras y rosquillas. Juntos elaboraron 75 raciones, que también vendieron como si de un puesto de la verbena se tratase.
Durante el cocinado llegaron las confesiones: Hiba explicó que había pasado un año “malo” en el que se separó, se mudó y le pasaron cosas feas, pero que ya había “pasado página”; mientras Raúl recordaba que entró a la televisión por un casting que hizo para un programa de Jordi González en el que le escogieron como reportero.
Tras el cocinado, todos se pusieron a vender los platos a los asistentes. Itziar usó su personaje de “Manolita” en Amar es para siempre para conquistar a la audiencia más adulta, e Inés se bailó un chotis. Cada uno desplegó sus encantos.
En el momento de la valoración, los jueces calificaron a Itziar de “acelerada” aunque la elogiaron en el momento de la venta “captando clientes, robándoselos al otro equipo”. De su equipo aplaudieron la actitud de Raúl. Por lo que el “equipo de las tontas” se alzó como ganador de la prueba.
Prueba de eliminación con salseo de Pelayo, lágrimas de Marina y el adiós a Juan Luis
En la última prueba de la noche, Hiba, Topacio, Francis, Pelayo, Cifuentes, Juan Luis, María León y Marina aparecieron vestidos con delantales negros para enfrentarse a los sabores más exóticos.
Bajo una Caja Misteriosa encontraron productos como tajín, chocolate, mole poblano, soja líquida, mermelada de fresa, salsa sriracha, kimchi momoya y mostaza, entre otros ingredientes, para crear un plato delicioso y libre en el que predomine la mezcla de dulce y picante.
Durante el cocinado, Pelayo confesó a Samantha que estaba molesto con “Itziar y Nerea por no ser justas con Hiba, ya que podían celebrar su victoria pero sin decir que ella tiene malas intenciones”. Un salseo que él mismo aceptó que disfrutaba: “Me muevo bien en el conflicto”, aseguró.
En el momento de la cata, los jueces elogiaron la “progresión adecuada” de Pelayo, aplaudieron la elaboración “equilibrada” de María León, las “buenas salsas” de Cifuentes y la “cremosidad” del plato de Hiba, pero lamentaron la idea “pretenciosa” de Francis Lorenzo, el “problema de temperatura” de Topacio, la “falta de pensamiento” de Marina (que acabó llorando) y criticaron el plato picante de Juan Luis “sin nada de dulce”.
Por todo ello, Pepe sentenció: “El aspirante que debe abandonar las cocinas es Juan Luis”. El humorista había presentado el plato más flojo de todos y se marchó entre lamentos pero también risas.
