Así lo hizo 'MasterChef' para grabar con familiares y 40 comensales a finales de abril
MasterChef 8 ofreció este lunes en La 1 de TVE su primera gala grabada después de tener que parar sus grabaciones por el confinamiento a causa del coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno. De hecho, el programa comenzó explicándolo a los espectadores, e incluso mostrando cómo los aspirantes habían pasado todo el encierro juntos conviviendo en la casa que los acoge.
Por situar en contexto, las tres grabaciones de esa gala (primera prueba, prueba de exteriores y prueba de eliminación) se realizaron en la semana del lunes 27 de abril al viernes 1 de mayo. En ese momento, seguía existiendo una orden de confinamiento total, y de hecho el Gobierno acababa de anunciar que dejaría salir a la calle a los niños sólo durante una hora, y desde el día siguiente (sábado 2 de mayo) podía hacerse deporte con horarios concretos y restricciones.
Precisamente por ello, sorprendió ver cómo en la primera prueba, el programa recibió en su plató a los familiares de los concursantes. En todo momento se mantuvieron las distancias, ni tan siquiera pudieron abrazar, besar o saludarles, sólo estuvieron a unos dos metros de ellos. Pero sorprendió que, con las restricciones de movimientos que había decretadas, MasterChef lograse que todos ellos llegasen desde distintos puntos de España para estar en el plató.
Lo mismo ocurrió en la segunda prueba en exteriores, que se trasladó a una finca propiedad de Samantha Vallejo Nájera. Una buena solución al tratarse de un espacio muy amplio, pero privado, en el que podían controlar las condiciones de la grabación. En ese caso, lo que llamó la atención es que MasterChef reuniese a 40 comensales en un mismo espacio, puesto que no estaban permitidas las concrentaciones de gente, ni tan siquiera de 10 personas como luego se dio permiso. Al mismo tiempo, también supuso que todos esos invitados tuvieran que desplazarse en mayor o menor medida por España.
La productora responde a qué trámites recurrieron
Desde Vertele hemos trasladado esta situación que tanto llamó la atención a la productora del talent culinario, Shine Iberia. Y fuentes de la empresa nos han explicado cómo lo hicieron para poder llevar a cabo esas grabaciones pese a las restricciones a nivel estatal que había impuesto el Gobierno.
La compañía aclara que, respecto a los familiares de los concursantes y los comensales de la prueba de exterior, todos ellos “acudieron a la grabación del programa con un certificado de movilidad que les permitía desplazarse durante el estado de alarma y asistir a la grabación para formar parte del mismo”.
Shine Iberia incide en que tanto con ellos como con todo el personal que formó parte de la grabación “se cumplieron escrupulosamente todas las medidas exigidas por las autoridades sanitarias referidas a control de temperatura, distancia de seguridad, guantes y desinfección”.
Aunque ha generado también quejas que no se usasen mascarillas, lo cierto es que prácticamente ningún programa televisivo lo había hecho, y un claro ejemplo es la vuelta de OT 2020 tras su parón. El motivo es el mismo, como nos explica la productora, y se resume en que con todos ellos se había creado un entorno seguro: “Jueces y concursantes han vivido aislados durante el confinamiento y en todo momento, antes de cada grabación, han pasado PCRs para garantizar que estaban perfectamente”.
