En la sexta semana de Masterchef 8, y casi en el ecuador del programa, los jueces decidieron que Sonsoles abandonara las cocinas.
En una noche en la que volaron los cuchillos entre los aspirantes que cada vez muestran su lado más competitivo.
Lo más comentado de la entrega fue el cambio de actitud de Juana y la revelación de Andy como “el pequeño Nicolás de Masterchef”.
Ana, Luna y una lubina “desastrosa”
Los jueces quisieron que los aspirantes limaran asperezas entre ellos cocinando en parejas. De dos en dos, y por relevos frente a los fogones, cocinaron lubina en costra con salsa choron.
Yolanda Ramos, aspirante de MasterChef Celebrity 4, cocinó junto a Juana y se convirtieron en la mejor pareja de la prueba con un plato “muy rico”. El otro dueto que convenció fue el formado por Sonsoles e Iván “por el buen sabor y trabajo”.
MasterChef 8 - Yolanda y Juana, súper equipo
Mientras que los que peor valoración se llevaron fueron Ana y Luna por estar “cruda” la masa de hojaldre y presentar un cocinado “desastroso”, Teresa y Michael “por no aprovechar el producto”, Sara Lúa y Jose Mari “por una cocción mala que no se podía disfrutar” y Andy y Alberto por un “mal resultado”.
Juana y Andy, los nuevos protagonistas
Durante esta primera prueba, Juana se convirtió en trending topic al mostrar su faceta más estratégica y desconocida hasta la fecha.
La que había sido la aspirante más tierna de la edición, de repente hizo comentarios en voz baja y bromas que sorprendieron a la audiencia:
Fue también en la cata cuando Yolanda, al ver a Andy, le bautizó como el “pequeño Nicolás de Masterchef”. Y más adelante, él se creció en el concurso al enfrentarse a Iván por destituir a Luna de la capitanía.
Prueba exteriores con rifirrafes dentro y fuera de los equipos
Para la prueba de exteriores los aspirantes se trasladaron hasta La Rioja, donde conocieron las riquezas gastronómicas de la zona.
Pepe Rodríguez diseñó un menú basado en recetas clásicas de la zona, mientras que Jordi Cruz trasladó esos platos a la alta cocina. Amantes del vino y expertos en gastronomía serían los comensales de dichos menús que cocinarían los dos equipos.
Luna y Ana, por ser las peores de la prueba anterior, tuvieron que ejercer de capitanas de ambos equipos. La primera, vestida de azul, decidió trabajar junto a Iván, Teresa, Jose Mari, Juana y Michael. La segunda apostó por Sara Lúa, Andy, Alberto y Sonsoles como equipo rojo. Pero en cualquier momento las podrían destituir.
Dicho y hecho. A mitad del cocinado del equipo azul, todos se pusieron de acuerdo para destituir a Luna y poner a Iván (que tras las cámaras le había criticado diciendo que ella venía solo a divertirse, no a cocinar). Lejos de entenderlo a la canaria le sentó mal que no le dejaran ni tiempo para capitanear y ya le estaban quitando el delantal.
MasterChef 8 - La pelea de Iván y Luna por la capitanía
Tampoco estuvo muy acertado el equipo rojo que vio quemarse todas las láminas en manos de Andy. Y Jordi Cruz intercedió para destituir a Ana.
Finalmente, todos sacaron los platos pero continuaron los rifirrafes entre compañeros y hasta entre equipos. Andy e Iván se enzarzaron por estar el primero más atento del equipo del otro equipo que del suyo.
Los compañeros de Ana criticaron a su capitana por no tener ninguno de los tres platos encarrilados. “En tu afán de crear buen rollo en una cocina profesional no vale, tienes que ser alguien a quien todos decidan seguir”, criticó con dureza Jordi Cruz.
En cuanto a Luna, calificó de “injusticia” su destitución por el poco tiempo que le dejaron. A Iván, en cambio, le felicitaron por reconducir los procesos. Aún así, fue el equipo ganador por haber presentado con “aprobado” su trabajo. Excepto el trabajo de Luna y Teresa que tuvieron tales fallos que las condujeron a la prueba de eliminación.
Sonsoles se marcha y Teresa en la cuerda floja
Luna, Teresa, Ana, Sara Lúa, Andy, Alberto y Sonsoles llegaron a la prueba de eliminación con los delantales negros. Allí mostraron aún el rencor por la prueba anterior y Luna le espetó a Iván: “Acepta ya que tienes un ego como una catedral, aprovechaste a la primera de cambio para quitarme el delantal. Percebeiro”, sentenció.
Ella misma fue la encargada de formar las tres parejas que tuvieron que cocinar: Teresa con Sonsoles con el reto de osmotizar, nitrogenar, prensar y adobar. Ana y Andy para escabechar, cocinar con alta presión, confitar y escalfar. Mientras Alberto y Sara Lúa tuvieron que flambear, elaborar con baja temperatura, emulsionar y al vapor.
MasterChef 8 - El loco reparto de técnicas de Luna
Al acabar, los aspirantes fueron en parejas a presentar su cocinado. Alberto y Sara Lúa convencieron con una “elaboración rica y con sentido”, Ana y Andy se quedaron con un “aprobado justito”, Teresa y Sonsoles “no cocinaron en conjunto”.
Por lo que Teresa, Sonsoles y Luna tuvieron su última oportunidad para luchar por su continuidad cocinando con las siguientes técnicas: gasificar, ahumar, gelificar y marinar.
La última cata fue de la siguiente manera: calificaron el pato a la naranja de Sonsoles como “muy feo y con problemas”, la torrija de Teresa como “caótica pero bien elaborada” y los bocaditos de humo hechos por Luna como “bien conseguido pero a medias”.
Por lo que, tras la deliberación, los jueces sentenciaron: “La aspirante que no continúa en las cocinas en Sonsoles”.
MasterChef 8 - La emotiva despedida de Sonsoles
Para despedirse se dirigió a los espectadores: “Ha sido una experiencia increíble, no hay límites, adelante y lo que uno se propone lo consigue. Me voy con grandes compañeros y me lo habéis puesto muy fácil”.