'MasterChef Junior' dejó lista su gran final con una penúltima entrega en la que las emociones estuvieron a flor de piel y que acabó suponiendo un nuevo adiós del favorito del público, Jefferson, tras ser repescado. José Enrique también se despidió de las cocinas.
Paula, Paloma, Álex y Natalia salieron triunfadores de la semifinal y serán los que se disputen el título en la última entrega del programa, que La 1 emitirá en su prime time del próximo martes.
Lágrimas en MasterChef Junior
La prueba de eliminación supuso la dura decisión del jurado del programa -formado como siempre por Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nájera- de decir adiós a Jefferson y José Enrique.
El primero, favorito del público por su sonrisa perenne y estar continuamente cantando, no tuvo su noche y no pudo estar al nivel de sus compañeros. Tanto él como su compañero no pudieron evitar las lágrimas al tener que dejar sus delantales.
Aunque no vivieron su alegría como tal al tener que despedirse de sus compañeros y amigos; Paula, Paloma, Álex y Natalia vivieron con contención la alegría de saber que acababan de convertirse en los 4 finalistas de 'MasterChef Junior'.
Emotiva visita de sus abuelos
La noche ya había deparado más emociones. Desde el principio, con la actuación especial del exitoso grupo Morat, que hizo las delicias de los niños (sobre todo de Paula y Paloma, que no pararon de cantar) interpretando su canción 'Cómo te atreves'.
Poco después, en la primera prueba de la semifinal, recibiendo las visitas sorpresas de sus abuelos. Junto a ellos cocinaron separados visualmente por una barrera y demostrando cómo se compenetraban.
Lo que era una sorpresa emotiva para los participantes, y casi un “regalo” al poder cocinar junto a sus abuelos, se convirtió en una pequeña tortura para Jefferson.
Su abuelo británico decidió que cocinaran el plato más típico de su tierra, fish and chips, pero al pequeño se le atragantó y no presentó un plato a la altura, al que él mismo definió como “patético”. El más querido por el público no pudo evitar llorar al sentir, como expresó, que había “fallado” a su abuelo, aunque éste le animó.