Cuatro emitió este pasado jueves el capítulo de 'Mentes criminales: Sin fronteras' en el que sus protagonistas viajaban a España. El ‘spin-off’ de la popular ficción americana trabaja a escala internacional para resolver crímenes cometidos contra sus compatriotas.
Jack Garrett y su equipo se desplazan esta vez hasta Pamplona durante las fiestas de San Fermín por un macabro suceso: el hallazgo de las orejas de un turista estadounidense desaparecido en extrañas circunstancias.
En el episodio, titulado 'Toro Bravo', los investigadores llegan tras la pista de unos americanos que fueron agredidos por un asesino en serie, quien corta a sus víctimas y hace desaparecer sus cadáveres, tal y como informa 20minutos.es.
Llama la atención que la ciudad está decorada con banderas de España, patrullan los ertzainas, suena música flamenca de fondo y la religión es clave tanto en la trama como en la cotidianidad de los ciudadanos.
Hay errores por tanto de documentación -como suele ocurrir en la ficción USA que aborda nuestro país- pero el más grande fue la de la alimentación de los toros bravos.
Los policías resuelven el misterio cuando (alerta 'spoiler') descubren que el asesino da de comer sus cadáveres a los herbívoros toros bravos.
El episodio se rodó en Los Ángeles con decorados que fácilmente podrían haber salido del almacén catalogado como “latino” para cualquier otra serie que toque lo hispano. Con unos decorados más propios de un pueblo mexicano fronterizo que del norte de España. Es más, se incluyeron imágenes de Mercado Central de Valencia como si fuera Pamplona.
Para rematar, una surrealista conversación entre los agentes: “Un viajero vasco le cortó a don Quijote una oreja, ¿no?”, pregunta uno de ellos. El personaje de Gary Sinise corrige el error de su subordinado: “Fue herido tras la batalla con los molinos de viento de la Mancha”, pero lo estropea justificando su certeza al revelar que “he visto la película”.