Estepona ha saltado a los titulares de los últimos días después de que su Ayuntamiento inaugurara su tobogán urbano bajo la premisa de ser el más largo de Europa. La inauguración no fue según lo previsto por el Consistorio, habida cuenta de las imágenes difundidas por los medios de comunicación, y ha requerido del cierre temporal de la instalación apenas un día después de haber sido abierta al público, para encargar a la empresa promotora una revisión.
Todo es mentira ha abordado este escándalo, haciendo hincapié en el hecho de que no es la única “ocurrencia” que ha tenido el alcalde de la localidad, José María García Urbano (PP). “Es un hombre que vive en las ideas de bombero”, avisaba Antonio Castelo.
Como muestra, el programa que presenta Risto Mejide ha recopilado los 7 proyectos urbanísticos emprendidos por el mandatario y que han corrido una suerte similar al tobogán. “No es la primera vez que llama la atención de los medios por una ocurrencia extraña”, introducían el tema.
En primer lugar, estaba el orquidario de Estepona, un parque botánico con enormes cúpulas de cristal que costó 10 millones de euros; el estadio de atletismo de Estepona, “con 1.000 plazas de parking rodeado prácticamente por ninguna casas”; el auditorio Felipe VI, un teatro que en estos momentos sigue sin empresa que lo gestione y sin programación; el mirador de la playa del Cristo, del que se llegó a inaugurar una parte en 2018, pero del que el resto de obras se paralizaron indefinidamente; el mercado gourmet, una transformación del antiguo mercado de abastos en dos bares más modernos “que suelen estar desierto”, según el programa; la reforma del paseo marítimo de la localidad; y, “la más increíble”, un “géiser gigante” en medio del mar Mediterráneo frente a Estepona. “Al alcalde le gusta hacer las cosas a lo grande”.
“Igual esto es lo que le da votos en Estepona”, decía Mejide, contando con el dato de que García Urbano rige en la alcaldía desde 2011.
Montse Suárez y Antón Losada fueron los analistas con los que contó el magacín vespertino para reflexionar sobre estos desmanes. “Esto no es corrupción, pero sí mala gestión”, insistió el segundo, que recordó que “se puede perseguir este tipo de dispendio sin ningún tipo de amortización y recuperación”.