Este martes, 10 de diciembre, Miguel Ángel Silvestre visitó El Hormiguero junto a Lali Espósito para presentar la tercera y última temporada de Sky Rojo, que llegará a Netflix el próximo 13 de enero.
De la serie halagaron el talento de los guionistas, capaces de escribir unos personajes “ultrahumanos, con gama de grises” capaces hasta de entender la soledad y el dolor de los proxenetas. Una labor que, por otro lado, aseguraron que no empatizan y que incluso al actor le ha ocasionado “muchos conflictos” con su personaje.
Pero más allá de dicha ficción, Silvestre confesó pedir deseos profesionales de fin de año que se le suelen cumplir. “En 2019 deseé entrar en La casa de papel y Álex Pina me lo concedió”, recordó. Y en esta Nochevieja hizo lo propio para volver a trabajar con Paula Echevarría:
“Cuanto más tiempo paso trabajando en esta profesión te das cuenta que lo más importante es el viaje. Hace tiempo que dejé de ver mis trabajos porque la experiencia que vivo supera con creces al resultado”, argumentó para explicar sus ganas de revivir la época de Velvet.
En ese momento, el intérprete que dio vida a Alberto en aquellas galerías confesó lo siguiente: “Nunca lo había contado pero yo no quería hacer Velvet. Tenia que elegir entre Velvet y otra serie con muy buenos guiones, un director reconocido... y sentía que en Velvet no pintaba nada”, señaló.
Y descubrió quién había sido su guía: “Una mujer medio espiritual me dijo que sí debía hacerlo, que sería un éxito internacional. Y así fue: la otra serie fue el mayor fracaso de ese director, no la vio nadie, y Velvet la compraron en todos los países del mundo incluida en China”.
Cabe recordar que en esa época Miguel Ángel Silvestre tenía contrato con Telecinco e iba a protagonizar Hermanos, la serie dirigida por Salvador Calvo, ganador de un Goya por Adú. Pero finalmente acabó protagonizando la exitosa ficción de Atresmedia.