Josep Ferré ha vuelto a convertirse en centro de las miradas y los aplausos de la audiencia de Sálvame con sus imitaciones. El artista ha vuelto a lucirse en el plató de La Fábrica de la Tele estrenándose con un nuevo personaje: Miguel Bosé.
La percha de la imitación era la reciente cancelación, por parte del artista, de las actuaciones que tenía previstas para este verano en España, en Valencia y en el Festival Starlite de Marbella. A falta de motivos concretos, lo cierto es que la voz de Bosé había sido tema de conversación en los últimos tiempos. Así, el actor catalán aparecía caracterizado como el actor y reproduciendo el timbre del cantante, que él mismo había achacado al estrés emocional que había sufrido.
“Aquí la única persona que puede hablar de la voz, de todo, de mi vida normal, de mi vida sentimental soy yo”, comenzaba diciendo, replicando los ademanes del responsable de Amante bandido, antes de advertir: “Tres cosas que ya le he dicho a la cúpula que no voy a hablar: no voy a hablar del bicho, ni del Évole, ni del ébola”. Aludía así a la entrevista que concedió a Lo de Évole, donde defendió sus posturas negacionistas del coronavirus, y su enfado posterior por el resultado.
Desde su incorporación a Sálvame, Ferré se ha erigido por méritos propios como uno de los grandes atractivos de cara a la audiencia y hasta para los propios tertulianos, que han podido reírse de sí mismos a través de las imitaciones que el otrora integrante de programas como Homo Zapping propone. Entre sus “clones” más llamativos se cuentan los de María Patiño, Kiko Hernández, Lydia Lozano, Rosa Benito o Belén Esteban.
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