La Otra Mirada ha puesto punto y final a su primera temporada en TVE sin saber aún si renovará por una segunda tanda de capítulos o si su Academia para Señoritas acaba aquí.
Con su futuro en el aire, la ficción ha presentado un desenlace que ha satisfecho a los espectadores pase lo que pase. Resolviendo sus dos grandes misterios, con el inicio de un verano feliz y amargo para unas y otras, y un claro mensaje de los creadores puesto en boca del padre de Manuela.
(¡Cuidado Spoilers!)
¿Quién era el asesino del embajador?
Después de desaparecer durante varias semanas, Nildo vuelve a Sevilla para ejecutar el encargo que María Antonia le ha otorgado: acabar con la vida de Teresa.
El último día de clase, este se encuentra con ella a solas, la ataca y la deja amenazada con un cuchillo atrapada en un árbol. Antes de clavárselo le cuenta la verdad.
Nildo confiesa ser el asesino del embajador
“Tu padre y María Antonia fueron amantes y tuvieron una hija”, lo que da a entender que es Roberta. “Como él no le quería decir la verdad de que era su verdadero padre, ella me contrató para matarlo. Y ahora me ha pedido lo mismo contigo porque tú nunca ibas a dejar que Roberta se quedara con ella”.
La verdadera identidad de Roberta
De esta forma, la verdadera identidad de Roberta queda descubierta como la hermana de Teresa. Y cuando él tiene que matar a esta última no puede, por el cariño que le tiene y se marcha.
En ese último día en el que padres e hijas se están despidiendo de la Academia, Teresa vuelve en shock tras haber sido atacada por Nildo. Se cruzan las miradas durante unos segundos con María Antonia y en ese momento llega la Guardia Civil para detener a Teresa.
La policía detiene a Teresa por posible asesinato
“Queda detenida por el asesinato del embajador”, le dicen ante la mirada atónita de compañeras, alumnas y padres.
Así, queda en el aire una última injusticia que no sabremos si será resuelta.
El mensaje de los creadores en boca de un personaje
Aunque la serie no ha obtenido grandes audiencias, sí que le han perseguido las buenas críticas tanto de los medios como de los espectadores.
Las lecciones feministas continuas que han dado en cada capítulo, los aplausos recibidos en las redes por su labor y el logro de emitir una ficción así en la cadena pública ha creado un sentimiento de orgullo entre el equipo de la serie que se ha dejado entrever también en esta última entrega.
En palabras del padre de Manuela, cuando le conceden el continuar con su Academia de Señoritas que parecía estar en bancarrota, este se dirige a ella y le dice: “Pase lo que pase el curso que viene, me siento muy orgulloso de todo lo que has enseñado y no solo a las alumnas. Puedes ir con la cabeza bien alta”.
Unas palabras que bien podrían valer para la propia serie.