Mireia Montávez, concursante de Operación Triunfo 1, acudió este lunes a Sálvame para hablar sobre el supuesto maltrato que ha recibido y recibe por parte de su expareja. La cantante lo hizo público hace una semana, como respuesta a las graves acusaciones que su todavía marido había lanzado contra ella. El objetivo de su visita al programa de Telecinco fue desmentirlas y lanzar un mensaje para que “otras mujeres u hombres vean que se pueden salir. Porque dejes de querer a una persona no tiene ningún derecho a querer arruinarte la vida, como me está pasando a mi”.
Paz Padilla entrevistó primero a solas a la triunfita, para después acudir junto al resto del equipo a plató. La presentadora le preguntó por el momento en el que se dio cuenta de que necesitaba ayuda. “No eres consciente”, explicó Mireia, “me amoldé. Los últimos años éramos como meros compañeros de piso, para mí no había absolutamente nada. Te haces a ello”.
La cantante explicó que fue “gracias a mi trabajo, en la empresa en la que estoy de limpiadora, el poder salir de casa, al ver a gente, al poder estar a solas con mis amigos, mi gente, poder contar mis discusiones, cómo me sentía, lo que estaba pasando... es cuando la gente empieza a decir 'uf'”. Montávez aprovechó para reivindicar la labor de sus compañeras, por “lo difícil que ha sido durante el covid”. Además, reveló que va “muy cansada” porque padece “fibromialgia. No es un trabajo que me venga absolutamente nada bien”.
“Lo peor fue cuando decidí separarme y pedirle el divorcio”
Mireia compartió que “lo peor llegó cuando decidí separarme y pedirle el divorcio”. Hasta entonces, “solamente me sentía una persona nula. Todo lo hacía porque él decía que era lo bueno para mi”. Con su decisión, “empezó lo más turbio”. “Estaba muy machacada”, recordó, “las discusiones ya eran gritos, malas formas, malas palabras. No descansaba, llegaba tarde al trabajo, llegué a perder en el último mes casi 15 kilos”.
En aquel momento, que ocurrió antes de la irrupción de la pandemia, “pensaba que no iba a ser capaz de salir sola adelante con mis dos hijos”. “No me veía capaz”, lamentó, “sin embargo ahora estoy súper feliz. En algún momento saldremos con los nuevos proyectos”.
La artista declaró que “me cortó el teléfono, sacó todo el dinero de las cuentas. Como salí rápido de casa, fui a los días a recoger mis cosas y había cambiado la cerradura. No tengo absolutamente nada mío. No tengo recuerdo de mis hijos, no tengo recuerdos míos”. Decidió vivirlo “sola, con mi familia y mis allegados, hasta que él hizo unas declaraciones públicas en un periódico en el que no hace más que decir una sarta de mentiras. Es ahí cuando me veo obligada a salir a a hablar de lo que yo no quería”.
“Ha llegado a decir que no me conoce”
Ahora “no puedo ni verle”, reveló. Él, mientras tanto, “habla con todos mis allegados, con trabajadores míos del musical, con toda la gente del medio. Llama a todo el mundo para contar mentiras sobre mi. Incluso ha llegado a atacar directamente con palabras muy feas, contra uno de mis mejores amigos, sobre todo por su orientación sexual”. “Le han llamado para ofrecerme trabajo y ha llegado a decir que no me conoce”, añadió.
Tras el episodio del teléfono, Mireia decidió “denunciar”. “No pedía nada, solo quería poder estar tranquila, empezar de cero, me daba miedo que fuera a más”. De ahí a que solo pidiera “una orden de alejamiento”, que le dieron por nula. “Lo graduaron como grado medio de maltrato”, expuso. “Fue en una vista y de ahí había que ir a juicio”, compartió, “nadie entendía que no me lo hubieran concedido”. “Lo único que podíamos avanzar para conseguirlo era meter a mis hijos y no quise”, sostuvo.
Como conclusión de lo sucedido, Mireia insistió en cómo su expareja “no aceptaba” la situación, “lo que estaba haciendo es intentar hundirme”.