TVE estrena hoy la séptima edición de Masterchef Junior en la que renuevan la imagen por completo y aseguran que va a haber un alto nivel de comedia.
La época escogida siempre para emitir el talent con niños es la navideña para que toda la familia pueda disfrutar de los regalos que presentan en forma de plato, de momentazos y hasta de personalidades inolvidables.
Desde Vertele hemos hecho un recopilatorio de los “platos fuertes” que nos han servido los más pequeños en cada una de las ediciones:
De Mario, a Josetxo: los pequeños grandes Masterchef
El primer niño que se alzó con el título de Masterchef Junior España fue Mario, en una inolvidable gala final contra Ana Luna. Con tan solo 12 años, la actitud, la técnica, y la disciplina del pequeño conquistaron a un jurado, que edición tras edición se acabaría acostumbrando al alto nivel de cocina de los niños.
El segundo vencedor fue el creativo Manuel, más tarde llegó María, para seguirle Paula, Esther y hasta el más reciente: Josetxo.
Mario, ganador de MasterChef Junior
El triunfo de María también fue uno de los más llamativos al ser la primera niña que ganaba el talent.
Fue en la tercera edición y tras imponerse a Lukas con un menú tan elegante como Audrey Hepburn, de quien se declaró fan.
María, ganadora de MasterChef Junior 3
Manuel y su hermano pequeño: el sufrimiento de los familiares
En todas las finales, los familiares corren a arropar a sus niños que han estado aislados durante semanas aprendiendo cocina.
Uno de los reencuentros más recordados es el de Manuel con Carlos, su hermano pequeño. Al verse, el que iba a convertirse en ganador aseguró que le había dado un “subidón” y que gracias a él cocinaría mejor.
Mientras que el benjamín confesó su tristeza por no ver al mayor: “No quería que entrara a Masterchef porque iba a estar mucho tiempo sin verle, y lo he pasado mal. Sin él la casa está super vacía”.
Manuel, ganador MasterChef Junior 2
Cova y Juan Antonio, los niños que enamoraron a las redes sociales
Aunque cada año hay alguno que conquista el corazón de las redes sociales, ha sido la asturiana Cova de la tercera edición y el almeriense Juan Antonio de la quinta los que más tecleos han provocado.
La naturalidad, el carisma y la cercanía de la pequeña logró que sus frases se convirtieran en memes y los seguidores aplaudieran su fichaje.
Covadonga, la aspirante favorita de la audiencia
Así como cuando Juan Antonio presentó su primera fondue intentando encontrar la palabra exacta para definirla y provocando la risa a los jueces (y a medio país):
Las creaciones de Juan Antonio llegan a MasterChef Junior 5
Pepe y el ojo del besugo: la otra cara de los jueces
Pero no solo los niños se lucen en el formato, sino que los jueces también muestran una parte de ellos que no dejan ver en la edición de adultos. No tienen reparos en mostrar la faceta más tierna, se cortan más a la hora de hacer críticas duras y hasta se atreven a… comerse el ojo de un besugo.
Así lo demostró Pepe Rodríguez que no dudó en comerse el “manjar” ante la repugnancia de los pequeños:
Pepe se come el ojo del pescado
Jaime y su amigo imaginario Jimmy
Cada niño es un mundo y eso es lo que estamos aprendiendo gracias al formato. Uno de esos mundos singulares lo expresó Jaime, en la sexta edición, cuando aseguró que tenía una vocecita en su interior que le ayudaba a la hora de tomar buenas decisiones.
De hecho, mientras los jueces probaban su receta, vimos cómo Jaime aprovechaba y pedía a las cámaras un deseo doble: “A ver si Jimmy y yo nos ganamos un viajecito a Los Ángeles”.
Jimmy, el 'Pepito Grillo' de Jaime
Las lecciones de los pequeños a los adultos
Además de momentos graciosos y entrañables, los pequeños cocineros también han dado lecciones a los espectadores.
En varias ocasiones, los propios jueces han señalado cómo entre ellos hay mucho más compañerismo que en el formato de adultos.
Así lo demostraban, por ejemplo, en la repesca de la quinta temporada cuando se enfrentaron a una prueba individual pero al ver que el tiempo se acababa no dudaron en ayudar al resto de ex compañeros que en teoría eran sus rivales, pero ellos no lo sintieron así:
Los aspirantes regresan para la repesca
En la cuarta temporada, Paula y Dani confesaron que su mala sintonía les hacía preferir no trabajar juntos pero cuando les tocó se lo tomaron con humor – “pues nos ha tocado juntos… se ha quedado buena tarde”- y esforzándose por obtener el mejor resultado.