Movistar presume de 'Nasdrovia', su “pequeño milagro” en forma de “comedia nunca planteada”
Contar con el beneplácito para empezar a trabajar en la segunda temporada de una serie sin haberse estrenado la primera es un aval del que no todos los proyectos gozan, pero que Nasdrovia sí ha logrado ganarse. La serie, producida por Movistar y Globomedia, llegará a la plataforma el próximo viernes 6 de noviembre para contar esta historia en la que Leonor Watling y Hugo Silva se enfrentarán a la mafia rusa mientras gestionan sus crisis de los 40.
La ficción tuvo su puesta de largo en el pasado FesTVal de Vitoria, donde pudimos hablar con sus productores ejecutivos Susana Herreras y Rafa Taboada. En la presentación, ambos de mostraron entusiasmados con la ficción, cuya gestación definen como “un pequeño milagro”. Su interés en ella nació desde que Sergio Sarriá (El Intermedio) les comentó una idea que tenía en mente. Sobre ella escribió la novela El hombre que odiaba a Paulo Coelho, que terminó siendo el germen definitivo de Nasdrovia. De hecho, ha sido el propio Sarriá quien junto a Miguel Esteban (El Vecino) y Luismi Pérez (Capítulo 0), ha escrito sus guiones.
Aprovechamos para preguntar a los productores por otros títulos de Movistar como Skam España, que hace una semana alcanzó su desenlace definitivo, Vida perfecta, La línea invisible y Hierro. Además de reflexionar sobre la competitividad seriéfila que existe ahora en la industria, la tendencia de cambio en cuanto al tipo de personajes protagonistas -ya no solo masculinos- que les llegan y cómo el coronavirus está afectando su forma de trabajar. Ambos piden que se mantenga el “buen estado de salud” del mercado, clave para poder “hacer cosas nuevas, arriesgar”, al tiempo que reivindican que haya hueco para “equivocarse y no tener miedo a volverlo a intentar”.
Habéis decidido apostar por 'Nasdrovia' más allá de lo que dé de sí su primera temporada. ¿Qué tiene la serie para que hayáis querido asegurar su continuidad?
Susana Herreras: Ocurre a veces con las historias que, incluso si te las cuenta alguien en una situación informal, se te quedan. Desde la primera vez que Sergio me contó el germen de la idea, pensé que era algo que nunca había oído. Completamente diferente a cualquier concepto de comedia que me hubiera planteado alguien en algún momento. Además de comprobar que era una persona muy inteligente. Había trabajado mucho tiempo en El Intermedio, programa que admiraba; y pensé que darle la oportunidad a alguien que no había hecho ficción pero tenía ideas muy diferentes, podía generar que rompiera un poco con lo que se había hecho hasta ahora.
En Movistar buscamos historias que le puedan interesar a muchísima gente, que sean transversales y universales en lo que están contando, que haya verdad en ellas, emoción: pero que en cuanto a cómo se ejecutan y la manera en la que están hechas y concebidas, sean diferentes a todo lo que se ha visto. Y lo diferencial aquí estaba muy claro. Lo tenía todo. Talento muy interesante, en seguida entró a coproducir Mediapro y la llegada de Marc Vigil para dirigirla terminó de hacernos ver que esto era algo que iba a salir bien. Ha sido un milagro.
“Darle la oportunidad a alguien que no había hecho ficción pero que tenía ideas diferentes, podía romper con lo que se había hecho hasta ahora”
En el libro, el protagonista era el personaje que interpreta Hugo Silva, pero en la ficción será el de Leonor Watling el que lidere. ¿Qué tendencia detectáis en cuanto a que haya más espacio para proyectos con mujeres en los papeles principales? ¿En qué medida puede estar dependiendo de vosotros?
Rafa Taboada: Que la tendencia vaya cambiando también es responsabilidad nuestra seleccionar los proyectos, pero sí que notamos que va mutando. Ya no hay tanta diferencia en cuanto a proyectos como podía haber hace unos años. Era muy recurrente que los personajes que nos llegaban de protagonistas femeninos fueran la primera mujer en hacer algo, una mujer que quiere venganza por algo o contra un hombre, o una mujer a exposición de un tercero masculino como motor de su conflicto.
Ejemplos como el de Nasdrovia son fundamentales para nosotros y después de leer la novela, lo vimos relativamente claro. Que Edurne fuera la protagonista nos aportaba una cosa nueva al género y a la comedia en la industria: enfrentar un personaje femenino a este universo que ya se ha retratado muchas veces desde el punto de vista masculino. Lo vimos como un paso lógico en la cadena de lo que nos interesa: encontrar puntos de vista nuevos desde donde contar la historia, pero que siga siendo completamente para todo el mundo. Que no segmente.
'Nasdrovia' inicia su andadura... y 'Skam España' la termina. Una serie que os ha dado muchas alegrías y a la que ha tocado decir adiós este 2020 (parón por coronavirus mediante). ¿Os hizo su repercusión ver la ficción adolescente como campo en el que seguir sacando adelante proyectos?
S.H.: Estamos muy orgullosos. Estamos pendientes de si nos queda algún nicho vacío, pero en general estamos todo el tiempo buscando nuevos personajes y buenas historias. Y también trabajar con gente a la que le ves talento, que tiene un punto de vista diferente, algo que aportar. Escuchas sus historias y a partir de ahí, si quieren hacer una ficción adolescente, fenomenal. Y si vas con un equipo con una sensibilidad suficientemente buena como para contarlo, adelante. En esta línea tenemos un montón de series ahora mismo, con Espabilados, Merlí; Sapere Aude y Paraíso.
R.T.: Skam representa nuestra voluntad de tratar diferentes puntos de vista y voces, tanto a nivel generacional como por motivo de raza, religión o cultural. De hecho, la última temporada nos ha dejado muy satisfechos, no solo por el viaje y recuerdo de las otras; sino por lo que representa para la ficción.
De hecho, Hajar Brown, que encabezó el reparto de la última temporada, reconoció en una entrevista que una musulmana protagonista “no es normal en la ficción española”
S.H.: Sí, ocurre también en Nasdrovia, con Edurne. No solo importaba lo mucho que nos sugería el personaje femenino, sino que con él le das la oportunidad a alguien como Leonor Watling, que es brutalmente buena y sin embargo parece que apenas tiene papeles protagonistas. Nos pasó también con Candela Peña en Hierro. No sólo nos llegan más papeles principales de chicos que de chicas, sino que normalmente las protagonistas son siempre buenas, super listas, frías y tienen 30 años.
Ahí hay un planteamiento interno de ¿qué pasado con las historias universales de mujeres de 40, 50 o 60? Porque a ellas también les pasan cosas y no tienen por qué ser menos interesantes. Es fundamental retratar la diversidad y ya no solo con las mujeres, está también el caso de Vida Perfecta en el que hay un chico con una discapacidad y es un personaje más. No estamos haciendo la defensa de.
Citabas 'Hierro' y 'Vida perfecta', otras dos series que han sido aplaudidas por crítica y público, ¿os esperabais tal repercusión? ¿Tuvisteis clara la renovación por sendas segundas temporadas?
S.H.: Nos esperábamos que fueran muy bien pero han superado muchísimo las expectativas en los dos casos, porque el resultado y el cariño con el que las ha recibido el público ha sido brutal.
R.T.: Evidentemente sabíamos lo que teníamos entre manos, pero de repente nos llegan sorpresas tremendas sobre cómo se ha recibido. Nos pasó recientemente con La línea invisible. No nos podemos quedar.
El mercado del streaming es cada vez más competitivo, crece el número de plataformas... Para vosotros, ¿es una buena noticia porque cada vez hay más oportunidades para hacer cosas o a la vez tenéis más presión por conseguir enganchar al público?
R.T.: Es un reto pero una buena noticia.
S.H.: Para la industria española es buenísimo. A los creadores les da la oportunidad de poder elegir, significarse y tener un hueco con cada vez más poder y capacidad para abarcar más tipos de series. En España se había hecho un trabajo impresionante en ficción, producción. Y de hecho, no estaríamos aquí si no se hubiera hecho el trabajo previo al de las plataformas. Pero ahora, con todos esos años de experiencia, los guionistas, creadores, directores tienen acceso a crear historias para las que antes no había hueco. En ese sentido, solo ganamos todos. Para nosotros es un reto porque tienes que estar más pendiente, pero a la vez hay más voces, hay más hueco para que más gente salga adelante y posibilidades.
R.T.: Le oí decir a Antonio Trashorras que a todos nos interesa que a todos nos vaya lo mejor posible. Porque cuando algo fracasa, entra el miedo y los recelos. De ahí a que cuando mejor nos vaya a todos, mejor va a ser, porque más voluntad va a haber de superarse, de hacer cosas nuevas, de arriesgar. El problema viene con los fracasos. Nosotros estamos encantados de que la industria goce de esta salud muchos años y ojalá para todos. Para los técnicos, los actores, los guionistas...
S.H.: Y también, que ojalá haya hueco para equivocarse y no tener miedo a volver a intentarlo. Recuerdo que se decía que en España no podía haber comedias políticas porque había habido una que no había funcionado. No es verdad.
"Cuanto mejor nos vaya a todos, más voluntad habrá de superarse, hacer cosas nuevas y arriesgar"
Una industria que este 2020 se está viendo sacudida por el coronavirus. ¿Cómo os ha afectado de puertas hacia dentro? ¿Hasta qué punto está siendo un problema más allá de posibles cambios de fechas de estreno?
R.T.: Nos ha separado y hemos tenido que hacer un pequeño esfuerzo extra porque estar en casa con el ordenador dificulta la conversación y te plantea no abordar retos. No ha afectado drásticamente a nuestros calendarios y nos sentimos afortunados.
S.H.: Nos hemos reinventado en la forma de realizar las comunicaciones y durante el confinamiento ha sido una suerte haber podido seguir proponiendo a los espectadores ficciones sin parar. La línea invisible, Mira lo que has hecho...
¿Pensáis que la crisis sanitaria va a repercutir en las historias que se hagan a partir de ahora? ¿Qué feedback habéis recibido hasta el momento, más allá de que haya proyectos que aborden o no la pandemia?
R.T.: Hemos recibido muchos proyectos de gente que tenían algunos sin terminar.
S.H.: También nos hemos dedicado mucho a escuchar, pero todavía no nos ha dado tiempo a recibir historias que sean especialmente diferentes debido al covid. En algunas empiezan a aparecer algunas gotas.
R.T.: Es reciente todavía porque seguimos aquí dentro. Necesitamos un poco de perspectiva, reposar la información y ver cómo aplicarlo a la ficción. Si no, estaríamos haciendo ciencia ficción porque iríamos por delante. Aplicarlo desde un punto de vista más realista llevará tiempo. Sin duda, se verá en muchas ficciones y repercutirá a la hora de contar las historias de alguna manera.
S.H.: Hasta que no pase el tiempo, no creo que vayamos a ser capaces de contarlo con justicia. Si cuentas ahora lo que está pasando, dentro de siete meses probablemente sea caduco.