La historia de amor entre Carlota y Óscar es una de las que más intensamente se viven en Las chicas del cable. Los personajes a los que interpretan Ana Fernández y Ana Polvorosa han intentado que su relación triunfe ante todas las adversidades, pero las tensiones de la época son fuertes y nada está a salvo cuando aún se escucha el eco de la Guerra Civil española. Tampoco ellas.
El reparto de la serie lleva tiempo advirtiendo de que el final será “impactante”. En los últimos cinco capítulos de la quinta temporada, que se estrenan en Netflix el 3 de julio, habrá que lamentar algunas pérdidas, aunque todo estará justificado. “Será trágico en cierta manera porque los finales tienen que tener ese punto trágico, crítico. Pero el final es justo y necesario para los personajes”, explica Polvorosa en esta entrevista con Vertele.
Evidentemente no pueden desvelar demasiados detalles sobre lo que está por llegar, pero cuando se les pregunta por el futuro de sus personajes, y del amor que hasta ahora ha unido a Carlota y Óscar, las actrices piden que no se saquen conclusiones precipitadas. “Nos van a pasar cosas, pero en el tráiler aparece un beso de los dos, con lo cual, tengamos esperanza. Si la gente de Netflix ha puesto nuestro beso en el tráiler no hay que perder la esperanza”, comenta Fernández. “Pueden atravesar baches, conflictos, pero si la base de amor está ahí, eso es difícil cambiarlo”, añade su compañera.
A lo largo de estas cinco temporadas, Carlota ha ganado temple, ha puesto los pies en la tierra y ha empezado a ser consciente de qué problemas le rodean y cuáles le persiguen. “Arranca como un demonio de Tasmania y va cogiendo templanza por las cosas que le van sucediendo. En la cuarta temporada lo pasó muy mal por la política y la cárcel, y ahí le ve las orejas al lobo: 'Eres muy valiente, pero te puedes llevar un susto'”, reflexiona la actriz que le da vida.
Por su parte, Óscar, al que los espectadores conocieron primeramente como Sara, ha tenido una evolución vertiginosa. “Empezó en un punto y ha acabado en otro, pero ha sido una evolución maravillosa porque ha podido crecer y tener fuerza y valentía para conseguir lo que quiere y luchar por cómo se siente”, considera Polvorosa.
Su historia de amor y el desenlace de la serie coinciden con las celebraciones del Orgullo LGTBI+. La situación actual del colectivo no es en absoluto comparable a la que pudieron vivir Óscar y Carlota en 1930, pero Fernández y Polvorosa creen que aún hoy tendrían motivos que reivindicar. “En la serie se ha intentado dar visibilidad con amor y respeto a todas las variables que puede tener la vida en general, dar visibilidad a todos sin dividir ni clasificar”, comenta Polvorosa. Y hoy en día, añade, “no pararían de luchar y manifestar cómo se sienten”.
El 3 de julio se estrenarán los cinco episodios con los que Las chicas del cable cerrarán su historia. La serie con la que Netflix debutó en España les ha dado a conocer en todo el mundo, donde Lidia, Ángeles, Marga, Óscar y Carlota se han abierto un hueco. Un hueco que para el reparto de esta producción ha supuesto mucho más que una oportunidad de exhibirse ante millones de espectadores en decenas de países.
Trabajar para una plataforma de streaming ha sido “una bocanada de aire para la parte técnica y artística de la serie porque no tenemos que estar tan asustados con la emisión del primer capítulo”. Y es que, en efecto, la continuidad de las series que se alojan en las plataformas ya no depende tanto del éxito de sus primeras emisiones. Los espectadores pueden elegir ahora cómo y cuándo disfrutan de los contenidos, algo que antes no ocurría. “Anteriormente se maltrataba mucho a los espectadores porque, si no funcionaba una temporada, se cancelaba. A lo mejor no había tenido 10 millones, pero había tenido tres, y eso era un maltrato y una falta de respeto a esos tres millones de espectadores”, concluye Fernández.