Netflix renueva 'After Life' por una 3ª temporada y blinda a Ricky Gervais con contrato multimillonario
Hay más vida aún para After Life de Ricky Gervais. Netflix ha concedido una tercera temporada a la tragicomedia sobre la depresión escrita, dirigida y protagonizada por el cómico británico. La decisión se incluye dentro de un contrato de larga duración con el humorista.
El acuerdo, que se cifra en ocho cifras, da vía libre a Gervais a crear nuevas series, así como a la producción de nuevos especiales de monólogos. El co-creador de The Office se une a la nómina de creativos que ya tienen una similar vinculación con el servicio de streaming, como Ryan Murphy, Shonda Rhimes y el español Alex Pina.
“Mi intención era retirarme pronto y dedicarme a deambular borracho por mi casa hasta el día que me muriera, pero ya me estaba cansando de hacer eso mismo durante el confinamiento, y Netflix llegó para hacerme una oferta que no podía rechazar”, declara Gervais a The Hollywood Reporter.
'After Life', el gran éxito de Gervais en Netflix
Lo cierto es que la relación entre las partes ha sido fructífera durante la pasada década. Gervais había producido para el streamer los filmes Special Correspondents, dirigido y coprotagonizado por él junto a Eric Bana, y el filme animado The Willoughbys, así como el monólogo Ricky Gervais: Humanity. Asimismo, la plataforma adquirió los derechos de distribución de David Brent: Life on the Road, el spin-off sobre su personaje de The Office, y también hizo lo mismo con la serie Derek.
Sin embargo, ha sido After Life el mayor éxito para Gervais dentro de Netflix. La ficción, centrada en un hombre incapaz de superar la muerte de su mujer y en sus intentos por seguir adelante, estrenó su segunda temporada el pasado 24 de abril. Nuestro crítico Lorenzo Ayuso alabó la propuesta, llamando la atención en el mayor peso del drama sobre la comedia, algo que probablemente sorprenderá a los seguidores del ácido presentador de los Globos de Oro: “After Life sale adelante precisamente cuando se muerde esa lengua desbocada y se muestra más honesta consigo misma, priorizando la empatía sobre la carcajada abierta”.