Netflix testea un posible recargo para usuarios de cuentas compartidas, pero no amenaza con expulsiones
Netflix sigue buscando maneras de atajar el problema estructural que tienen con las cuentas compartidas. Desde 2019, la compañía busca formas “amigables” que permitan limitar una de las prácticas más habituales entre sus usuarios: compartir sus contraseñas con otras personas no convivientes. Tras algunos experimentos previos durante 2021, la empresa testea ahora una fórmula para hacer un recargo a los suscriptores que incurran en estos usos.
Se trata de una prueba que se lanzarán en los próximos días en tres países de Latinoamérica -Chile, Costa Rica y Perú-, que tiene por objetivo que los usuarios que no paguen por el servicio tengan que hacerlo indefectiblemente, informa Variety.
“Añade un nuevo miembro”, la nueva modalidad en pruebas
Netflix dejará que las personas que compartan cuentas con personas externas a su grupo de convivencia puedan hacerlo “fácilmente y con seguridad, pagando un poco más”, de acuerdo a Chengyi Long, directora de innovación de producto. Eso sí, sin amenazas de expulsión, de acuerdo a la compañía.
Será a través de una nueva modalidad, llamada “Añadir un miembro extra”. Con ella, los abonados con cuentas estándar y premium podrán crear cuentas subsidiarias para hasta dos personas con las que no convivan. Por emplear una analogía socorrida, de igual modo que al algunos establecimientos de comida rápida ofrecen la posibilidad de añadir algún ingrediente extra o ampliar el tamaño del menú por un cargo añadido, Netflix permitiría que un plan ya establecido pueda hacerse “grande” añadiéndose a usuarios subsidiarios.
Cada una tendrá su propio perfil, recomendaciones personalizadas y contraseña propia, por menos coste de lo que supondría una cuenta individual por separado. Este precio ronda los 2,99 dólares, contando con las tarifas habituales del servicio (básico, 8,99$; estándar, 12,99$; premium, 16,99$).
También ofrecerá la opción de separar cuentas
De forma adicional, Netflix también probará las posibilidad de los suscriptores para crearse cuentas propias en vez de compartidas. Algo que también atajaría el problema de la cesión de contraseñas. Los miembros de estos tres países podrán permitir a las personas con las que comparten cuenta que transfieran la información de sus perfilas tanto a una cuenta subsidiaria por el precio extra señalado, como a una cuenta separada nueva, manteniendo su historial de visionados y su lista de intereses. Es decir, se priorizará que todos los usuarios se mantenga de un modo u otro en Netflix, a través de dos vías diferentes.
En cualquier caso, en estos tres países de prueba los usuarios habrán de verificar sus cuentas en caso de que un dispositivo de fuera de su núcleo de residencia se conectase a ella. En tal caso, Netflix pedirá al usuario verificar sus credenciales de acceso con un código de verificación.
Un test sin garantías de acabar implantándose
Hay que insistir en que de momento se trata de un test que se restringe a estos tres países. Luego, la compañía puede o no ampliarlo a más territorios, en función de su viabilidad y resultados. Del mismo modo, no hay seguridad en que esta opción acaba implantándose de forma permanente en su servicio. “Estamos trabajando para entender la utilidad de estas opciones en estos países antes de realizar cambios a nivel global”, explica Long.
El propósito de estas acciones y experimentos busca, simple y llanamente, lograr la amortización del servicio y los ingresos por su uso. Las cuentas compartidas, reitera Long, “tienen un impacto en nuestra capacidad de invertir en grandes series y películas”. En 2021, Netflix contaba con 221,8 millones de suscriptores en todo el mundo.