Menos de un año después de que Telecinco anunciara que preparaba Next Level Chef con la producción de Shine Iberia, la cadena estrenó este miércoles 8 de enero su primera entrega en prime time.
Se trata del regreso de los talents culinarios a Mediaset, con la garantía que da contar con el mismo equipo de MasterChef - que había estado vetado durante el periodo de Paolo Vasile-, por lo que no es de extrañar que en este primer día se percibiese algo del sabor del exitoso programa de La 1.
La apuesta se siente más como un spin-off, que ha fichado a Blanca Romero -semifinalista en la octava edición del Celebrity- para el rol que durante años tuvo Eva González. Con la ventaja de que ella puede empatizar más con los concursantes al haber estado en una situación similar hace relativamente poco.
Next Level Chef cuenta con tres jueces (aka mentores): Francis Paniego, Marcos Morán y Rakel Cernicharo. Al igual que en MasterChef, tres profesionales del sector culinario, dos hombres y una mujer. Y además, su mecánica se basa en tres pruebas, como el formato 'original' que se emite en la TV española desde 2013.
Sin embargo, este 'spin-off' supone una evolución del programa madre. Lo consigue con nuevos ingredientes que aumentan la tensión tanto para los concursantes como para el espectador: es un acierto la plataforma móvil de la que sacan los ingredientes y en la que deben situar sus platos finalizados. Plataforma que no espera a nadie y que provoca situaciones de desesperación, risa y mayor atención.
También es interesante observar los diferentes desafíos que suponen los tres tipos de cocinas que ofrece el programa: un “ático” con herramientas de última generación, un “primer piso” con la cocina industrial de toda la vida y un “sótano” en el que no hay ni rastro de tecnología avanzada. Elementos que abren el abanico de identificación ante los distintos tipos de audiencia y suma retos que superar a unos concursantes que nos tenían acostumbrados a solo sufrir por las recetas.
Son de agradecer las nuevas caras de Paniego, Morán y Cernicharo, a la que oímos gritar “¡te juro que no sé dónde me he metido!”. Y es eso mismo lo que teníamos ganas de ver: personajes capaces de sorprenderse aún, y provocar intriga en la audiencia. Lo mismo que ocurre con Blanca Romero, a la que habíamos visto como actriz y concursante, pero descubrirla ahora como presentadora suma otro aliciente.
El casting definitivo y los tres equipos de cada mentor
“Menudo casting guapísimo me ha salido”, arrancó diciendo Blanca, que presentó a los 21 aspirantes que habían llegado al estreno de Next Level Chef. Sin embargo, la sorpresa que se guardaba el estreno era que en la primera prueba seis de ellos serían eliminados para cerrar el casting definitivo de 15 concursantes.
Los siete influencers gastronómicos, los siete cocineros amateurs y los siete chefs profesionales tuvieron que presentar su mejor plato en 45 minutos de cocinado. Así, los expulsados fueron Ana Paloma, Marta, Carmen, Bosco, Jose y Arturo.
Tras su despedida, los mentores formaron sus equipos:
Francis se quedó con Jaime, Lucía, Toni, Imma y Noelia.
Marcos optó por Melissa, Skander, Bosquet y Carmen.
Rakel hizo equipo con Jurgi, Alberto Escarmiento, Roro, Alba y Bruno.
Una mecánica que ¿siempre favorece a los profesionales?
Formados ya los equipos, todos se prepararon para la segunda prueba de la noche, en la que cocinaron distribuidos por plantas y acompañados de sus mentores. Un integrante de cada equipo fileteó y repartió una porción de pescado entre sus compañeros y a partir de ahí lo transformaron en el mejor plato posible.
Como era de esperar, tras la cata los mentores señalaron las elaboraciones de los chefs profesionales como las mejores y las de los amateurs como las peores. Un handicap que habría que solucionar en la mecánica. Noelia, Carmen y Alba fueron las enviadas a la prueba de eliminación.
En ese último reto, los tres 'nominados' replicaron un plato de Martín Berasategui. Acabado el cocinado y tras la cata a ciegas, la expulsada fue Alba.