La Noche de los Cazadores llegó a TVE este lunes, como relevo de Masterchef, y logró hacerse un hueco como una alternativa distinta, llamativa y aprobada con nota por los espectadores de la cadena pública.
El concurso arrancó, cuando desde hacía horas su hashtag ya aunaba varios comentarios de seguidores que ansiaban el estreno, y convenció con la imagen de todos los cazadores juntos - Erundino Alonso, Paz Herrera, Ruth de Andrés, Lilit Manukyan y David Leo-. Pero, además, cumplió lo prometido: “Habrá espectáculo y pinceladas de emoción con cada concursante”, había dicho Ion Aramendi en la presentación y así fue.
La mecánica de la nueva apuesta consistió en dos rondas: una primera de preguntas al concursante y otra en la que se enfrentaban a los cazadores que ellos escogieran, pero cuantos más fueran mayor sería el premio si lograban vencerles. Esa segunda fase fue adrenalítica y con tanta tensión como emoción. Y, aunque los espectadores creían que iba a ser imposible que alguien ganara a tales “maestros”, Juana, Begoña y José lograron el triunfo.
Si el formato ya fue acertado, lo que acabó de redondear el estreno fue el casting de concursantes. Con una primera bióloga que llegaba para reunir dinero y “fugarse” a Australia, que supo combinar humor e inteligencia a partes iguales y dejar enganchada a la audiencia desde primera hora. Hasta un enamorado de Paz, una joven que quería el dinero para ponerse un balón gástrico y otros perfiles interesantes a la altura de unos cazadores que dan lecciones en cada concurso que pisan.
Los 5 cazadores juntos y adrenalina a borbotones
La audiencia aprobó de sobra el estreno de La Noche de los Cazadores por diferentes características. Entre ellas, la tensión y la adrenalina que logró transmitir cada una de las pruebas y los concursantes:
Pero sobre todo, por ver la “foto” de todos los cazadores juntos, jugando codo a codo y aportando cada uno la sabiduría que tiene en cada campo:
Pero no todo pudo ser bueno. El humor de los propios cazadores también provocó sentimientos encontrados entre los espectadores. Algunos se reían con ellos, pero otros preferían mantener su imagen de concursante: