Núria Marín, la “gasolinera” de Mad in Spain: “Haré que el debate arda más”

¿Qué nos puedes avanzar de Mad in Spain?

Es un programa de debate social supeditado a la actualidad, y con el que la mayor parte de los espectadores se van a sentir identificados; bien porque les toca de cerca o porque son temas con los que se van a sentir cómodos como para construirse una opinión desde casa.

¿Qué rostros conocidos vamos a poder ver entre los contertulios?

Vais a poder ver gente como Salvador Sostres, Lucía Etxebarria, Alejandro Abad... es decir, gente top y gente que enreda.

El referente más cercano al programa lo vemos en Moros y Cristianos, también de Telecinco. ¿Qué novedades aporta Mad in Spain con respecto al espacio de debate de finales de los 90?

Creo que la escenografía va a ser muy espectacular. Por otra parte, creo que el tema del debate más social, que pueda participar la gente de la calle, se había olvidado un poco.

Lo de las tertulias es algo que ya estaba inventado: hay tertulias en la radio, en la tele... es algo que está presente en varios programas, en el mismo día y en la misma cadena, pero estaba dejada la cuestión social. Pienso que este programa puede recuperar ese espíritu social, de pisar la calle y a la vez estar ligado a la actualidad y que todo el mundo en su casa pueda tener construida ya una postura.

Por otra parte, Moros y Cristianos no contaba con la participación de redes sociales, porque no existían, cosa que sí va a incorporar Mad in Spain. Los dos son un programa de debate y las comparaciones son inevitables, pero tampoco me parece mal.

Mad in Spain difiere con Cazamariposas en cuanto a contenido, en el sentido de que en el programa de Divinity abordáis cuestiones más relacionadas con el ámbito del corazón, ¿tenías ganas de cambiar de registro?

Sí que tenía ganas de cambiar de registro porque el debate me encanta; de hecho en la universidad, siempre que hacíamos ejercicios de debate me gustaba mucho participar, me parece un ejercicio intelectual sanísimo y buenísimo. Y me apetecía porque en Cazamariposas tengo un registro como más loco, más de entretenimiento, y a lo mejor aquí puedo mostrar otro lado.

Intentaré hacer un poco de 'gasolinera': cuando vea la tertulia ardiendo bien alto diré que le echen más gasolina para que arda todavía más (risas), ya que creo que es lo esperan un poco también de mí. Pero nací periodista, y aunque me gusta mucho el entretenimiento, también me gusta mucho la información y la actualidad.

Debutas como presentadora en prime time, ¿cómo afrontas el reto televisivo? ¿Crees que es una gran oportunidad para proyectarte hacia otros espacios?

Mucha gente me está diciendo que esta es mi gran oportunidad, y aunque es cierto, creo que la gran oportunidad ha sido Cazamariposas ya que gracias a este programa voy a hacer Mad in Spain.

Cazamariposas es un programa al que se lo debo todo en todos los sentidos. Porque he aprendido y estoy aprendiendo un montón, y al final el programa forma parte de Mediaset, el grupo de comunicación más importante de este país y con más audiencia. Entonces, al final es un salto a Telecinco, que es como la cadena madre de todo el grupo, pero como lo voy a poder compaginar con Divinity, pues estoy relajada.

Para mí la gran oportunidad y el momento más feliz de mi carrera es cuando nos pusieron a Nando y a mí a hacer Cazamariposas, aunque es verdad que cuando me comunicaron que haría Mad in Spain salté de alegría, pero sería muy injusto si no dijera que el programa de Divinity fue el que me puso en el punto de mira.

¿Cómo está resultando trabajar con Jordi González?

Muy guay, la verdad, muy enriquecedor. Es muy generoso, creo que voy a aprender muchísimo de él y voy a intentar exprimirle todo lo que pueda para aprender. Me parece un honor y un privilegio enorme. Se nota que él ha trabajado en muchos programas en los que había muchos colaboradores, copresentadores, etc., y él te da la oportunidad también de que te puedas lucir. La verdad es que es un gran profesional.

¿Te ha dado Jordi algún consejo de cara el estreno? Sin ir más lejos, él también presentó Moros y Cristianos y este es el formato al que más se parece Mad in Spain...

No, no va en ese plan, no tiene ese rollo de profesor de dar consejos a la gente. Él te da consejos pero de un modo más sutil y natural, siendo más compañero. Lógicamente, claro que quiero que me dé consejos, pero tampoco yo le he preguntado. Que en un momento dado, en el momento del estreno, claro que le diré. Y todo lo que me quiera explicar y aconsejar será bienvenido.

¿Cuál es la duración prevista para el formato? ¿Se trata de un espacio de verano o con vistas a continuar más allá?

No lo sé. Pero en la tele nunca se sabe; de repente son 'x' programas y solo para verano, y luego funciona y te quedas un montón de años, y viceversa. Creo que lo mejor es hacerlo lo mejor que podamos para que dure el máximo tiempo posible. Y luego, en caso de querer alargarse, también habría que ver si tiene un hueco en la parrilla y un montón de factores de cadena más que desconozco, así que yo por ahora voy a ir sobre la marcha y a ver qué pasa, con buena actitud y pensamiento positivo.

El espectador ha podido ver crecer a Cazamariposas en estos 4 años que lleva en antena. Como presentadora y directora, ¿cómo has visto la trayectoria del programa?

Hay una evolución muy grande, primero porque al principio era semanal grabado de media hora y luego acabó siendo diario de hora y media, dos horas, en directo. Ha pasado de ser un programa de celebrities, tendencias y moda encorsetado, más serio e informativo, a ser algo más flexible.

Es un programa que trata la actualidad del corazón del día desde un punto de vista desenfadado y con un toque de humor. Creo que hemos sido capaces de crear un lenguaje muy propio nuestro; probablemente gente ve un vídeo suelto de Cazamariposas y sabe que pertenece al programa porque tiene un tono muy personal. Y este tono es algo que hemos ido elaborando a lo largo del curso, entre todos: redactores, editores... y cuando lo hemos encontrado, lo hemos aplicado a todo el programa y ha funcionado muy bien. La gente lo ha encajado muy bien hasta el punto que ha habido programas que nos han imitado, como Hazte un Selfi, por ejemplo.

Para terminar, ¿cómo ves a María Patiño al frente de Socialité?

Pues muy bien la verdad. La veo muy bien, la veo contenta. La sigo en redes sociales y siempre se la ve con buena actitud y con muchísimas ganas, y tenemos la absoluta tranquilidad de haber dejado el programa en buenas manos.