Atresmedia graba 'El nudo', nueva serie original producida por Diagonal TV ('La catedral del mar', 'Amar es para siempre') que el grupo estrenará directamente y de forma exclusiva en su plataforma Atresplayer Premium.
La ficción, aún sin fecha, está encabezada por Natalia Verbeke ('El caso', 'Doctor Mateo'), Miquel Fernández ('El incidente', 'El embarcadero'), Cristina Plazas ('Estoy vivo', 'Vis a vis') y Oriol Tarrasón ('Los misterios de Laura', 'Volveremos').
Con este último hemos charlado sobre 'El nudo', un thriller psicológico y a la vez drama emocional donde el actor juega un papel fundamental en el desarrollo de la trama.
¿Qué vamos a ver en 'El nudo'?
Es una historia de amores prohibidos, o de amores sin más. A la vez, es un thriller que invita al espectador a comprender esas pasiones. Mi personaje es un rector de universidad, un hombre que lleva una pesada carga por haber cumplido con los deseos de los demás toda su vida. De golpe, hay un momento que no puede más. Esto va a generar que todos los que están a su alrededor comiencen a caer en bucle en una espiral.
Es un thriller y un melodrama, ¿qué tiene más peso?
La parte emocional de los personajes es la que mantendrá vivo al espectador. Luego, el thriller enganchará para ver un capítulo tras otro. La serie empieza con un accidente de coche que tiene mi personaje. Es el primer plano. A partir de ahí, se trata de comprender qué hacía ese señor en esa carretera. Es la gran pregunta que nadie sabe.
Entonces, ¿su personaje corresponde más a la línea temporal del pasado?
Sí. Muere en el accidente pero se mantiene vivo hacia atrás. Sin embargo, en el final de temporada, será determinante su presencia en el presente. El ahora es cómo mis acciones anteriores han afectado a mis hijos, a mi familia y a mis amigos. Eso hace que se juzgue a la persona, cuyo único objetivo era ser honesta y feliz consigo misma.
¿Cómo situaría 'El nudo' en la ficción actual?
Tiene algo diferente. A nivel artístico, técnico, de luz, decorados... todos los departamentos brillan. Y está el hecho de trabajar con distintos planos argumentales de tiempo: el presente y el pasado, no solo un flashback.
Al mismo tiempo, hay personajes testimoniales que acompañan a los principales durante la serie y que opinan sobre lo que le pasó, mirando a la cara del espectador. Es como una tercera vía, una parte nueva y la más parecida a la vida. Porque siempre nos gusta hablar de lo que hacen los demás y nunca pensamos sobre lo que hacemos nosotros.
Por último, ¿qué opina de la situación actual de las series españolas?
Ha habido un cambio de panorama y la ficción española están en una gran momento. Ya no solo porque se están produciendo muchas cosas, sino porque en general casi todas están muy bien. Se está consiguiendo entrar en el mercado internacional, que es lo que nos faltaba un poco. En ese sentido, se ha roto con la imagen de no tener calidad.