José Ortega Cano volvió a ser protagonista este domingo en Telecinco. Pero esta vez por voluntad propia. Y es que el diestro dio la sorpresa al intervenir en directo en Ya es verano para hablar abiertamente sobre su crisis matrimonial con Ana María Aldón. Esa que ha llevado al torero a tener más de un encontronazo con la cadena de Mediaset, de la que llegó a decir que le quedaba poco para acabar con su vida.
Sin embargo, este domingo recurrió a ella para mostrarse conciliador con su esposa. Lo hizo previa llamada de Aniceto, su cuñado que llamó en directo a Verónica Dulanto pidiendo que desde el programa se pusieran en contacto con Ortega Cano. Y así fue, pues la presentadora cogió el móvil, puso el manos libres y dio paso al torero, que empezó a hablar ante el silencio de los allí presentes. Incluida la propia Ana María Aldón, que permaneció impertérrita ante las declaraciones de su marido.
“Me tienen que disculpar por entrar otra vez en la televisión. Para mí tampoco es muy de gusto tener que hablar continuamente, pero tratándose del tema que están ustedes hablando a mí me gustaría poner las cosas en un equilibrio”, comenzó diciendo Ortega Cano, que habló para su esposa pero sin terminar de dirigirse directamente a ella. “Ni nadie es muy malo ni nadie es muy bueno, si no que todos somos lo que Dios quiere: regulares. Vamos a dejarlo en un término medio”.
“En ese término medio”, continuó el que fuera esposo de Rocío Jurado, “está que entre la familia tenemos que llevarnos lo mejor posible. No hay otra solución. Tanto la familia de ella con mi hija, y con su hija, igualmente. Que no haya mal rollo porque la vida es muy corta, y en la vida todo se acaba. No merece la pena que en una casa como esta estemos cada uno por un lado. Si ella dice que todo está muy bien pues todo esto no está tan bien cuando no hay un diálogo entre ella y yo. No sé si es mi culpa o es su culpa, pero es así”.
“La cosa se está saliendo de madre”
“Yo tengo muchos años y he pasado mucho a lo largo de toda mi vida”, prosiguió. “Me gustaría estar lo más tranquilo posible y que no haya estos momentos. Además, cada uno saca su opinión de una manera o de otra. Me gustaría que desde ahora tomáramos conciencia, primero yo y luego ella, de que estamos arrastrando a unos niños, tanto a niños pequeños como a niños mayores, y necesitamos una buena convivencia y un diálogo de palabra para que, en lo sucesivo, seamos una familia ordenada y no una familia desordenada, como está en estos momentos. Y lo digo por mí también”, recalcó a continuación.
“Me gustaría que diéramos todos un giro de 180 grados todos sin forzar a nadie. Si mi hija Gloria tiene un problema con ella yo trataré de evitarlo en el futuro. Y lo mismo digo de los demás, que pongamos todos de nuestra parte porque la cosa se está saliendo de madre y no debemos seguir así. Debemos ser una familia y que haya buena armonía entre nosotros”, pidió antes de que Verónica Dulanto tomara la palabra y diera paso a Ana María Aldón, que en un momento incómodo, optó por guardar silencio.
“Han pasado cosas que no se pueden olvidar”
Entonces Dulanto dio paso a publicidad con la esperanza de que la colaboradora finalmente hablara. Y lo hizo, aunque lanzando algún que otro reproche por el camino. Por ejemplo, dijo que “el matrimonio es cosa de dos en algunos casos, pero en otros casos hay demasiada gente” y reprochó a Ortega Cano que filtre información a periodistas de su confianza. “Ya se encargan Paloma Barrientos y Beatriz Cortázar de decir que no tenemos comunicación, están muy bien informadas las personas de tu círculo”. “Es que ellas saben mucho de la vida y de los matrimonios y están muy informadas, además de que son muy buenas personas”.
A todo esto, Ortega Cano dijo ser ser “una persona noble” a la que le afecta “cualquier cosa de manera muy fuerte”, incluyendo su actual crisis matrimonial. “Lo que más siento es el hecho de estar yo en casa y estar como si no existiera en el sentido de los dos, no estoy hablando de mí solo, de que tengamos ese silencio y no tengamos comunicación ni de una manera ni de otra”, aseguró antes de decir que todavía siente algo especial por su esposa: “Yo sigo enamorado de Ana María porque eso lo llevo dentro, lo llevo muy dentro de mí, yo a ella la quiero mucho, en algún momento a lo mejor he podido tener algún pequeño desliz con alguna palabra y alguna cosa, pero lo que nos faltaba era comunicación y diálogo, espero que después del día de hoy ya no sea así”,
“Han pasado muchas cosas y son cosas que no se pueden olvidar, pero a pesar de todo eso somos padres de un niño que nos tiene que ver lo mejor posible, pero que seamos dos tomando decisiones pero no dieciocho. Me alegro de que hayas entrado con este tono porque no me gusta verte alterado o enfadado”, dijo al final Ana María, visiblemente emocionada y tras insistir que el programa de su matrimonio es la falta de “comunicación” y que, por tanto, debe haber mayor “diálogo” entre ella y Ortega Cano.