¿Dejará la dirección de OT 2020 a Portu pedir perdón a Samantha por su valoración de la semana pasada? A priori, esta es la gran incógnita que tendrá que resolverse en la Gala 4, aunque por el camino, Maialen o Nick se volverán a casa.
Sin hacer de menos a los nominados, que llegan a la que podría ser su última velada con los deberes hechos, las expectativas las ha generado también el numerazo que prometen Nia y Bruno. Ella, porque en cada actuación demuestra que parece haber nacido en un escenario, y él, porque a juzgar por los pases de micros, estará a su altura.
Eso sí, esta es la gala de las carpetas. Por un lado están los tortolitos Anne y Gèrard, que con Wicked Game habrá que ver si consiguen no darse un beso -o sí- al acabar; Hugo y Eva, entre los que no termina de quedar claro si hay algo o no; y Samantha y Flavio. Los últimos han tenido el reto de limar asperezas tras su “ruptura” y trabajar mano a mano en una versión de Call me maybe que, sin duda, le favorece más a él. Pero no importa, la alicantina ha cumplido años, les han dejado comer donettes y recibió la felicitación de Carlos Right, que no pudo hacerle más ilusión.
Teniendo como antecedente que podría ser peor, repasemos cómo llegan los otros protagonistas a la noche: Nick y Maialen. Que por cierto, en caso de irse la segunda, el corazón de Bruno se quedaría roto en la Academia. Se acabaron las notitas calientes vía cuaderno.
Maialen
No fue su gala. La Semilla negra que defendió con Nick fue uno de los números más flojos de la noche y su billete directo a la nominación. “No ha estado a la altura”, le recriminó el jurado. Desde luego, no se desenvolvió con la coreografía y la vimos menos cómoda que con Bruno en Sinmigo o con Anne en Ilargia.
Sin embargo, haber caído en la cuerda floja le ha permitido elegir una canción que le viene como anillo al dedo: Dinamita de La Bien Querida. Un tema que le permite lucirse, mostrarse de manera más honesta y, como le reconoció Manu Guix: “De verdad”.
A su favor: Maialen empezó el concurso con dudas, en una Gala 0 en la que se la notó desubicada sin su guitarra, pero donde apuntaba un carisma y una originalidad únicas. Aunque poco a poco, cada semana ha ido mostrando algo más de luz, y esta podría ser la de su gran salto. No en vano, ha enamorado hasta a Pancho Varona con una de sus composiciones. Si consigue soltarse y apostar por su estilo, con una canción que además le favorece muchísimo, tampoco va a pasar desapercibido para el público, que ansía descubrir qué hay detrás de su potente mirada y su dulce voz.
Nick
Estar afónico le lastró, y su actitud fatalista desde antes de salir al escenario, también. Aunque una vez arriba, trató de salvar la papeleta con su actitud, no le valió para no caer al pozo. Eso sí, Nick ya sabe lo que es estar nominado y ya consiguió salvarse una vez. Por ello -y quizás viniéndose algo arriba- ha arriesgado eligiendo Thriller. Un estilo muy diferente a lo que le hemos visto hacer hasta ahora y que le ha permitido tener coreografía y otro registro de voz.
Llegó al primer pase de micros algo verde, con la letra poco segura y los pasos aun sin terminar de interiorizarlos, pero el segundo fue otra cosa. Aún a falta de pulir algunos detalles, sus movimientos y rollo prometen. Si termina de creérselo, desde luego sería su consagración en el programa.
A su favor: ya contó con el apoyo del público una vez, superando a Ariadna que, sin duda, fue una de las mejores voces que entraron en la Academia. En las dos semanas siguientes, en las que la convivencia ha mejorado notablemente y, en general, los concursantes se “han relajado” para mostrarse como son, el triunfito ha podido generar más empatía con los fans, que pueden llevarle a aumentar aún más sus adeptos y volver a quedarse de nuevo.
Además, ha sido valiente en la elección de un tema que, si sale bien, puede sorprender. Con Jelous, desde luego, acertó. Veremos si cantar por Michael Jackson le sale igual de bien.