Habíamos panicado. Lo vamos a reconocer. El sábado pensamos que el coronavirus se cobraría como víctima también a OT 2020. ¿Es viable mantener un reality mientras España está en cuarentena? Nos enteramos de que de momento sí. Que van a hacer la gala 9 desde la Academia y que ya se verá. ¿Hola? ¿Desde la Academia? A tope con el apoyo #YoMeQuedoEnCasa pero... ¿no va a ser un poco cutre?
Nos equivocamos. OT ofreció este domingo lo que todos necesitábamos: reflejarnos en la televisión. Ver a un grupo de personas encerradas sacando adelante un programa como se pudo y, por encima de todo, entreteniendo. Así que ya de entrada, gracias por el tremendo esfuerzo, por sacarnos la sonrisa y generar memes más allá del dichoso Covid-19.
Roberto, desde su sofá -como nosotras, pero sin pijama- abre la velada. Después, los concursantes cantan Hey ya! e inmediatamente pensamos en los temazos que había esta noche y la pena que nos da no poder verlos en plató. Con la grupal escuchamos los primeros aplausos enlatados que, sin embargo, se oyen tarde. La cosa empieza muy fuerte, y continua con Noemí Galera haciendo de copresentadora. De verdad que lo de esta mujer esta edición es ganarse el sueldo, pero a lo bestia.
Por allí están también, sentados a un metro de distancia, los profes. Guapísimos por cierto. Salvo Capde, que sigue en casa enfermo. No nos gusta, eso sí, que no les hayan dicho hasta este momento a Gèrard y a Hugo que ninguno de los dos va a marcharse a casa. Nos da la risa imaginarles con la maleta rumbo a... ¿ninguna parte? Eso sí, el optimismo reina por su presencia, al decirles que todo se resolverá en la gala de la próxima semana. Es decir, el domingo que viene, en el que seguiremos donde estamos exactamente ahora: en casa.
Cual cita de First Dates que no ha ido bien, Nina y Miqui Puig ejercen esta noche de jurado desde otra sala. Roberto comienza a entrevistar a los nominados y rezamos porque estén más espabilados que lo que nos tienen acostumbrados. Samantha no va a poder levantar esto sola. Y ojo, que los dos interactúan y brindan un ratito majo de charla. El sonido llega con retardo, pero si lo pensamos, interrumpe tanto como cuando el público en el plató se pone a gritar. Nos encanta que Leal les diga “podéis iros preparando”, cuando apenas tienen que desplazarse... ¿tres metros? Hugo mola con su Heroes, aunque no ha podido salir volando por los aires. Y Gèrard, por fin, consigue emocionarnos con su Someone you loved. Nunca a nadie le había sentado mejor quitarse las gafas. ¡Bravos!
Con sus actuaciones llegan los momentazos de las llamadas con las familias. Como cuando no había Twitter y conectaban en las galas con los pueblos de los concursantes. En aquellos vídeos tampoco nadie oía nada, por lo que nos enamora igual. Nos empezamos a poner tristes porque también ponen un vídeo homenaje a los profes y esto huele a despedida. No estamos emocionalmente preparadas para afrontar esto. Seguimos y tomamos ejemplo de Roberto, que también pierde la conexión pero es capaz de sacar igualmente adelante el guion. Con ELLA, la Pepa. La verdadera protagonista de la noche. Desde hoy, la perra más famosa de la tele. Desesperada porque el sofá es en realidad SU sofá.
El percal cada vez nos convence más. Como que la música de Samantha entre antes de que 'la valenciana' se de cuenta. Esta es la TV que necesitamos. Tan jefa como nos tiene acostumbrados, y ya sin la silla de ruedas, se lo pasa pipa con su versión de Rosalía -pero sin sus tremendamente poco prácticas uñas. Llega Flavio tras su despegue y cumple con Suspicious mind. Parece que es el más tranquilo de todos, ya que como él dice, se lo ha tomado con calma, “como todo”. Maialen, que tiene la directriz de Ivan Labanda de comportarse como si fuera un “monito combativo” nos sigue convenciendo con su vena marchosa y su particular ritmo. Fue la reina de la última gala y no está dispuesta a bajarse del trono. Nosotras tampoco se lo vamos a exigir.
Nos acordamos de Aitana y su Procuro olvidarte cuando vemos que a Nia, tras la expulsión de Jesús, le dan Triste. Por supuesto, la clava. Noe se viene arriba y según termina dice que le da pena que no se vaya a elegir en OT nuestro representante de Eurovisión, que ha visto su actuación muy del festival. ¡Claro que sí! Conectan con la madre y la abuela de Nia, y agradecemos una vez más a la vida que exista este programa y, sobre todo, su contagiosísima risa.
La llamada empieza fuerte con Nia diciendo que la primera “está más tensa que una cometa”. Con la carcajada colectiva que despierta, pensamos en los abrazos colectivos. Por un maligno momento, sospechamos que esto del virus ha sido cosa del karma por habernos hecho odiar el dichoso “ivo, ivo, ivo, abrazo colectivo” cuando empezó la edición.
Eva demuestra que se quiere quedar en la Academia y consigue que su Hoy la bestia cena en casa esté a la altura del formato. ¡Así, sí! A todo esto, hoy los artistas invitados lo hacen también desde casa. Rozalén es fantástica con su Vivir, que escuchamos el año pasado en las voces de Dave y Julia. Peor le va a Alfred que... ¡lástima, se le va la conexión! Nos da tiempo, eso sí, a ver su disco platino y libro de poemas bien iluminados detrás de su cabeza.
Al rato consiguen que pueda cantar y, mientras toca, enfocan a Roberto. Queremos hacer una propuesta por si OT sigue adelante: una pantalla pequeña en la que veamos cómo vive las actuaciones el presentador. Hoy lo hemos tenido y no podemos ser más fans. Si la semana pasada fue poseído por el espíritu de La bikina al recordar la actuación de Ana Guerra, esta noche han sido los números de los propios concursantes a los que le hemos visto entregado. Menos fina ha estado Noemí, a la que pillamos limpiándose las gafas.
Solo queda Bruno. “Voz y Goliath en directo” pone el rótulo en pantalla. Nos da un poco de miedo, pero en seguida se torna en risa cuando vemos que Bruno hace percusión con una toalla encima de su tambor. Pues eso, como en casa. Sus padres, a todo esto, son más majos que las pesetas. Marwan es el último artista invitado, y se le desafina la guitarra. La mofa ya es suprema en esta noche. Soluciona el panorama en apenas unos segundos y nos regala un poco de su música antes de volver con los triunfitos.
Pepa es la encargada de darle el sobre del favorito a Roberto... dormida. ¡Necesitamos su paz! Samantha es la elegida y se gana decidir con quien quiere tener una cena especial. Agradecemos que haya superado la bromita de Carlos Right y que se quede con Flavio. A él, claro, no puede hacerle más ilusión.
Y entonces Nina, a la que también agradecemos su humor y la cantidad de energía positiva que está dando a los cantantes -y a nosotras- se marca otro momentazo, agachando la cabeza para entrar en plano antes de valorar a los concursantes. A ella también le ha encantado lo de la toalla. Deciden destacar las actuaciones de Hugo, Gèrard, Flavio y Eva. Echamos un poco en falta a Nia y a Maialen, pero no nos vamos a quejar porque nos están haciendo muy felices.
Descalzas ya -como Nia- seguimos sin terminar de creernos que esta gala desde la Academia haya sido lo mejor que nos podía haber pasado en este domingo de confinamiento. Ojalá esta fantasía cada uno de los días de cuarentena que nos quedan. ¡Pepa favorita!