“¿Qué hace una monja en Operación Triunfo?” es la pregunta que muchos espectadores se han planteado este lunes cuando han conectado el Canal 24 horas del talent show y han visto a Sor Lucía Caram con los concursantes en la Academia.
La respuesta la ha dado ella misma tras entrar del brazo de Noemí Galera, siendo la primera monja en pisar el programa en sus 11 ediciones: para ayudar a los triunfitos a hacer ese “click” y conseguir cambiar su actitud y su forma de enfrentarse a los retos.
La religiosa, que guarda además una amistad con Cesc -el profesor de educación física de la edición-, ha querido empezar su charla con un mensaje de agradecimiento. “He venido a daros las gracias por lo que estáis haciendo, porque necesitamos gente que ame la vida y que tenga ganas de compartirlo. Y eso se ve muchísimo aquí”, les ha dicho.
“Sois referentes para mucha gente, y también para muchos que no tienen esperanza. Me gustaría que mi paso por aquí sirva para que cuando cantéis no os olvidéis nunca de aquellos que no han tenido oportunidades. Creo que el mejor mensaje que podéis dar a la gente es que el éxito no es fruto de un día, es sacrificio, constancia, esfuerzo... es dar la mejor versión de cada uno de vosotros. Depende de vosotros hacer todo lo posible cada día para dar lo mejor”, ha añadido Sor Lucía.
La monja también ha querido escuchar las reflexiones de los concursantes, que han girado en su mayoría sobre los valores que rigen nuestra sociedad actual. “Lo que dices es mi objetivo en la vida: hacer feliz a la gente que me rodea y amar. El problema de esta sociedad es que no amamos de primeras, odiamos de primeras. Por culpa de ese odio interno están pasando las cosas que pasan en el mundo”, ha opinado Rafa.
Anaju habla sobre el atentado de las Ramblas
Más profundas han sido las palabras de Anaju, que ha querido compartir con sus compañeros y con Sor Lucía el episodio más complicado al que ha tenido que enfrentarse y cómo ese suceso traumático ha cambiado su forma de afrontar la vida. “No me di cuenta de qué significaba vivir la vida y amar a los demás hasta que no tuve una experiencia que me marcó un montón. Fue el atentado de Barcelona, fui una de las heridas y lo pasé horrible”, ha comenzado explicando.
“Era incapaz de odiar lo que acababa de pasar, porque me di cuenta de que no merecía la pena sentir odio. La vida es tan corta y tienes tanto que hacer, que no te puedes permitir odiar a nadie. El odio no tiene cabida en esta sociedad, solo la empeora”, ha añadido.
También ha sido especialmente emotiva la interveción de Bruno, que no ha podido contener las lágrimas al hablar de su historia familiar. “Mi familia ha hecho el esfuerzo más grande para que esté hoy aquí, que es abandonar tu país, tu familia y todo por intentar dar una oportunidad a sus hijos. Lo hemos pasado muy mal, pero siempre hemos sido felices. No había para comer, íbamos a Cáritas, pero en casa siempre había una sonrisa. Pero me siento valiente y fuerte para ser un ejemplo. Con esfuerzo y con amor, se puede”, ha contado.
“Me voy con el corazón bien lleno”, ha dicho Sor Lucía antes de despedirse de los chicos, a los que ha invitado a un asado en el convento cuando salga.
Samantha lamenta los insultos del público en la gala
Poco antes de la visita de Sor Lucía Caram, Samantha ha hablado con Noemí Galera sobre un episodio desagradable vivido este domingo durante la gala 5, donde una persona del público le insultó. “Me dijeron que cantaba mal”, ha explicado, queriendo quitar hierro al asunto.
“Sí que tiene importancia, hay que tomar medidas. Para venir hay una lista de espera que no te puedes hacer una idea, y si la gente viene a decir barbaridades o a insultar, creo que alguien se está equivocando”, ha apuntado la directora, pidiendo disculpas a la alumna de parte del programa. “Es nuestra responsabilidad, esto no puede ocurrir”, ha añadido.