En las dos últimas semanas, la actualidad en torno a Operación Triunfo se ha visto salpicada por dos hechos puntuales que han tenido trascendencia mucho más allá del universo del talent show: la polémica sobre la tauromaquia, culminada con el alegato de Estrella Morente en directo, y la charla sobre feminismo de la periodista Anna Pacheco, que ha sido criticada por los partidos de derecha.
No es algo nuevo que contenidos del programa de Gestmusic y TVE generen cierta controversia en las redes sociales y los medios de comunicación, pero sí que se conviertan en temas relevantes de la agenda política como ha ocurrido en las últimas horas.
En su renacimiento en 2017, Operación Triunfo se erigió no solo como una lanzadera de nuevos talentos, sino también como un formato ideal para enseñar valores -a los concursantes y a la audiencia- desde el respeto y la tolerancia en un escaparate como la cadena pública. Todas sus iniciativas se aplaudieron y valoraron sin excepción desde todos los sectores, también los políticos, y no hubo mayores polémicas que las derivadas de la pura competición.
Eso cambió en la siguiente edición, la de 2018, donde ya la propia Noemí Galera y el productor Tinet Rubira se quejaron por tener que enfrentarse diariamente a debates por cualquier roce surgido en la Academia. Sin embargo, lo que está ocurriendo en OT 2020 va mucho más allá, e incluso se ha pedido directamente el cierre de TVE por el contenido de una charla sobre feminismo. ¿Dónde estamos llegando?
Los orígenes de las polémicas
Si recapitulamos en estas dos controversias, podemos ver de inmediato cómo han cambiado las cosas desde OT 2017 y detectar el problema. En la primera semana de concurso, y en una charla de sobremesa, la triunfita Maialen da su opinión sobre los toros. La navarra se muestra crítica con el dinero que destina el Estado a la tauromaquia mientras habla con sus compañeros en un ambiente distendido, sin tener el foco encima, y la conversación puede verse en directo en el Canal 24 horas del programa en Youtube de igual manera que podía no haberse visto de haber estado pinchada en ese momento otra cámara diferente en realización. De hecho, en ningún momento se emitió ese contenido en ningún canal de TVE.
Poco más de un mes después, varios espectadores -incluida la Fundación del Toro de Lidia-, envían al defensor del espectador de RTVE sus quejas por las palabras de la concursante, y la cadena pública se disculpa en boca de Toñi Prieto -la directora de entretenimiento- con un argumento que pretende contestar a taurinos y antitaurinos. Por una parte, la directiva asegura que desde la televisión pública “no comparten” las opiniones de la triunfita, mientras que por otra apuntan que “TVE está obligada a defender la pluralidad y la libertad de expresión”.
Apenas unas horas después, y con la polémica ya encendida, Estrella Morente acude como invitada a la gala 6 de OT 2020. La cantaora aprovecha el escaparate -un evento en directo en el prime time de La 1- para hacer un alegato en favor de la tauromaquia, sin avisar ni a la dirección ni a su compañera de escenario, la concursante Nía. Un día después, Noemí Galera critica el momento elegido para hacer su discurso.
'OT' y TVE, “propaganda sectaria” según la derecha
Una semana después, el foco vuelve a ponerse sobre el talent. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Operación Triunfo programa una semana especial que culmina con la gala del 8 de marzo, nutrida en su mayoría por canciones de temática feminista. El evento especial lo abre la periodista Anna Pacheco, experta en temas de género, con una charla a los concursantes sobre feminismo e igualdad que puede seguirse en directo por el Canal 24 horas del programa en Youtube.
De los 50 minutos de encuentro transcienden dos: los que dedica a hablar del feminismo liberal. En ese momento, la invitada menciona a dos partidos políticos (Vox y Ciudadanos) y cuestiona el movimiento que defiende la formación naranja, aludiendo a ellos directamente. Sus palabras son recogidas y denunciadas de inmediato por políticos como Inés Arrimadas, Albert Rivera, Toni Cantó, Juan Carlos Girauta, José Ignacio Zoido e Iván Espinosa de los Monteros, que se suman a una campaña que pide el cierre de TVE por, según la primera, hacer “propaganda sectaria contra un partido político”.
Tinet Rubira, el productor, defiende la “libertad de pensamiento, opinión y expresión”, y asegura que los concursantes son “jóvenes adultos capaces de pensar por sí solos y llegar a sus propias conclusiones”.
Que 'OT' no se utilice como herramienta política
Con esto se abre un debate sobre lo que es conveniente o no decir en un programa como Operación Triunfo que, no nos olvidemos, es un formato musical que se emite en la televisión pública. Más allá de ideologías o consideraciones políticas de cada uno, si queremos que siga siendo el programa que es hay que saber discernir el límite del tipo de contenidos que son convenientes.
OT debe seguir siendo referente en labores de visibilidad, de respeto y de tolerancia, como ha sido siempre. Por supuesto, debe defender la libertad de expresión de cada uno de sus concursantes, profesores e invitados, pero no es conveniente que se convierta (o le conviertan) en una herramienta política.
Aquí entran también en acción los partidos que, en campaña constante, acusan a la cadena de “adoctrinar” a su audiencia por contenidos que no se han emitido en sus canales cuando además, paradójicamente, ha ocurrido otra polémica reciente en la que el mensaje transmitido no va precisamente en la línea de la izquierda.
Con la invitación a Anna Pacheco, TVE asumió que los conocimientos y el discurso de la periodista sobre cuestiones de igualdad y género eran los más adecuados para transmitir a los concursantes y a la audiencia del Canal 24 horas, como lo fue también la igualmente necesaria charla sobre diversidad afectivo sexual de Paco Tomás semanas atrás. OT siempre ha apostado por este tipo de acciones educativas, ya no solo dirigidas a los concursantes, sino también a los espectadores como servicio público. Las invitaciones son, por tanto, responsabilidad de TVE y Gestmusic, para bien y para mal.
Lo cuestionable en esta ocasión es que en ese evento, programado como una actividad especial en la Academia y en la emisión de Youtube, se hiciera mención directa a cualquier partido político. De igual modo también lo es que se aproveche el escaparate puramente artístico que puede dar el programa a un cantante invitado para hacer un alegato sobre un tema que está actualmente en la agenda de los partidos. ¿Libertad de expresión? Siempre. ¿Herramienta política? Nunca. Lleve los colores que lleve.