Pablo Chiapella ha sido el nuevo invitado de Planeta Calleja para compartir aventura en uno de los mayores asentamientos mayas en Calakmul, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2002.
El actor buceó con un tiburones ballena, hizo submarinismo en un cenote inexplorado y recorrió una selva poblada por cientos de especies animales hasta llegar a un asentamiento maya.
Y entre tanta travesía, tuvo tiempo para hablar con el presentador sobre su carrera profesional.
Los dos momentos que cambiaron la carrera de Chiapella
Chiapella recordó que, a 15 días de presentarse al examen para magisterio, decidió irse a Madrid junto a Ernesto Sevilla a probar suerte con La Hora Chanante.
Ese fue uno de los momentos clave que le cambiaron la vida. El segundo: cuando le llamaron para Aquí no hay quien viva. El intérprete explicó que cuando le ofrecieron un papel en la serie de Antena 3 pensó que por fin tenía un trabajo estable porque era una ficción de éxito... pero a los pocos días se acabó.
Y lo que parecía una tragedia se convirtió en una suerte porque le llamaron para La que se avecina dónde pudo desarrollar un personaje protagonista con mucho recorrido: Amador.
El soñado salto al cine
Sobre este, Chiapella aseguró que estaba orgulloso y agradecido: “A Amador le debo mucho. Todos los días me llegan mensajes de gente diciéndome que mi personaje le ayuda”.
Pero, a su vez, confesó que era difícil que la gente le desvinculara de él: “Si buscas 'encasillado' en Wikipedia, sale mi nombre”, aseguró a Calleja recordando que por la calle le llaman Amador y hasta “Salami”.
Un encasillamiento contra el que él lucha en el teatro donde busca papeles alejados de su personaje en la serie de Telecinco y sueña con dar el salto al cine y con un rol más dramático, algo que le está costando: “Me gustaría hacer cine. Pero está difícil. Me ven como Amador”, expresó.