Mediaset ha concluido esta semana el rodaje de Besos al aire, su miniserie de dos capítulos sobre el coronavirus. Paco León y Leonor Watling están al frente del elenco en el que también figuran María León, Mariam Hernández, David Castillo, Nuria Herrero y Nancho Novo, entre otros. Ambientada en los días más duros del confinamiento, cuenta con la producción ejecutiva de Aitor Gabilondo, la dirección de Iñaki Mercero y guion de Darío Madrona. La ficción ha sido rodada en varias localizaciones de la Comunidad de Madrid.
“Recrear las semanas tan duras que vivieron los sanitarios durante la primera ola, en el confinamiento, ha sido muy intenso, pero muy bonito”, ha declarado León sobre la producción de Telecinco, “muchas personas se van a identificar con las historias que van a ver en la serie, bien por haberlas vivido en primera persona o por conocer casos cercanos de amigos y familiares que se han visto en esas situaciones”.
Watling, por su parte, ha añadido que “Besos al aire habla de los meses de cuarentena con dulzura. No es ni pretende ser una historia realista, pero no borra la realidad de lo que se vivió aquellos días. Y sobre ese telón de fondo, cuenta historias de amor cruzadas… en tiempos nuevos. Quizá no sean los mejores tiempos, ¡pero son los que tenemos!”.
Así es 'Besos al aire'
El tono de Besos al Aire es optimista y positivo, pero no renuncia al drama, la tensión y el conflicto propio de los difíciles tiempos en los que transcurren las historias. La complicada convivencia entre una adolescente rebelde y vegana con sus abuelos, con los que establecerá un vínculo inesperado e inolvidable; el amor improbable entre una trabajadora de supermercado, que compagina su trabajo con la gestión de un hogar un tanto desastroso, y su conflictiva vecina; un joven que adopta un perro viejo y lento para hacer negocio y acaba encontrando en el animal el sentido verdadero de la amistad, son las historias abordadas por la ficción.
Los relatos tienen como nexo común el personaje de Javi (León), un auxiliar de Enfermería, buenazo y fan de las películas de amor de los noventa. Su carácter afable y complaciente le ha llevado a asumir una de las tareas más delicadas durante la crisis sanitaria: servir de intermediario entre los enfermos aislados en las UCIS y sus familias.
Con la voluntad de suavizar el trance para las dos partes, Javi empieza a embellecer los mensajes convirtiéndose así en un héroe de la pandemia que pone su imaginación y su sensibilidad al servicio de los pacientes y sus familiares para aliviar los momentos más duros de sus vidas. Todo ello, mientras suspira por un amor de película: el de la doctora Cabanas (Watling), una profesional distante y estricta que no tiene tiempo para el romanticismo de Javi.