Patrick Criado ('La línea invisible'): “Ninguna serie ha narrado lo que vivió el pueblo vasco en los años 60”
Tenía diez años cuando comenzó a actuar compartiendo pantalla con Javier Gutiérrez o Francis Lorenzo en Águila Roja, pero fue su participación en La gran familia española (2013), de Daniel Sánchez Arévalo, lo que terminó por ponerle en el mapa de la industria audiovisual española. Tanto, que precisamente por su papel en la cinta fue nominado al Goya al Mejor Actor Revelación.
A partir de ahí ha participado en películas como Los girasoles ciegos o Los últimos de Filipinas y series como Mar de plástico, El ministerio del Tiempo, El padre de Caín o Vivir sin permiso, donde le veremos en su próxima temporada.
El actor suma dos nuevos proyectos, ambos de la mano de Movistar. El primero, La línea invisible, en la que, dirigido por Mariano Barroso, dará vida a uno de los primeros integrantes de ETA, en la ficción que pretende contar el origen de la banda terrorista. “En sus orígenes fue una organización formada por gente joven que vivía una brutal represión”, explica en una entrevista con Vertele en el rodaje de la ficción en Irún. Junto a él estarán Álex Monner, Anna Castillo y Antonio de la Torre. Además, será uno de los Antidisturbios de Rodrigo Sorogoyen, un thriller que tendrá como punto de partida un desahucio que se complica demasiado.
¿A quién da vida en 'La línea invisible'?
Mi personaje es Chema, uno de los primeros integrantes de la banda terrorista. Una persona de origen humilde que siempre ha vivido en un caserío, que carece de estudios y una de las manos ejecutoras. Es muy echado para adelante, con facilidad para las armas y la acción. Él no piensa en estrategias o en logística, simplemente quiere actuar y quiere actuar ya.
Es un soldado más, pero muy necesario. Ya se verá en la serie como necesitan de una persona como Chema para que se lleven a cabo las acciones. Hay cabezas pensantes que marcan una estrategia muy definida y marcada, pero igualmente hace falta alguien que la ejecute de manera rápida, veloz y efectiva.
¿Cómo entra dentro de la organización?
Por su amiga Chiqui [personaje que interpreta Anna Castillo] que ya forma parte, y es quien le pone en contacto con lo que es la cúpula, de la que decide formar parte. ETA era en sus orígenes una organización formada por gente joven que vivía una brutal represión.
¿Qué condujo a estos jóvenes a cometer su primer asesinato?
El primer asesinato, que es el que da nombre a la serie, no es premeditado. Ocurre y marca “la línea invisible” que traspasó ETA. Dejó de ser una organización un poco cultural o contra la represión a ser una organización terrorista. El siguiente asesinato es una mera venganza, algo meditado, que se votó a mano alzada y se decidó asesinar a una persona por medio del consenso de los integrantes de una organización.
¿Cómo está siendo la inmersión en este mundo de violencia?
El guión y lo que ocurrió en aquel momento eran necesarios para entender las circunstancias y el contexto en el que todo esto se formó. Lo que ETA luego fue, lo que conocemos no era lo que esta gente joven quería en un primer momento, fue otra cosa. Nosotros lo que interpretamos son los orígenes.
En esos años 60 había una represión a una lengua y hacia un pueblo de una forma muy fuerte. Se venía de una guerra civil en la que se había sufrido mucho. Son circunstancias que nos ha tocado entender para interpretar a los personajes. No cuenta nada de la violencia como tal. La serie pretende poner al espectador en un contexto y mostrarle lo que unas personas vivieron. No trata de política.
¿Crees que optar por este tratamiento va a sorprender al espectador?
Sí, porque no se ha contado el origen de la organización ETA. No ha habido una serie ambientada en los años 60 en Euskadi que narre lo que vivió el pueblo vasco, ni desde el mismo punto de vista. La serie va a sorprender y va a hacer reflexionar. Lo que más me atrajo del proyecto cuando leí el guion fue precisamente cómo estaba contado.
Si tu personaje no tiene estudios, ¿cómo se cuenta que fuese influido por esta ideología?
Esto pasa hoy en día, ha pasado y pasará siempre. Una persona sin estudios es muy difícil que tenga criterio propio, es muy influenciable por su entorno, por lo que viven y le cuentan. Cada uno tiene su historia y sus motivos para entrar en la organización.
Es cierto que mi personaje tiene admira mucho al personaje que interpreta Monner, por cómo habla y cuenta lo que cuenta le alucina. Tiene lo que él no tiene, que es esa inteligencia, esa capacidad de convicción o esa manera de hablar.
¿Y respecto a ETA qué está aprendiendo en esta serie?
Equipo técnico y artístico hemos hecho un trabajo minucioso de investigación del contexto en el que todo esto está ocurriendo. La España y Euskadi en los años 60, ir un poco más atrás con la Guerra Civil, ha sido un trabajo de información cultural para entender bien qué vivieron estas personas en aquel entonces.
¿Qué más proyectos tienes entre manos, además de la segunda temporada de 'Vivir sin permiso'?
La segunda temporada de Vivir sin permiso la rodamos hace algo más de un año, aunque no sé cuando se estrenará. Estoy muy contento, va a haber mucho cambio respecto a la primera, en cómo se enfocan las tramas con las entradas y salidas de personaje. Unos viven, otros resucitan, pasa de todo un poco.
También voy a a estrenar una película que se llama Bajo cero con Lluis Quírez, Javi Gutierrez y Luis Callejo, pero tampoco sé cuando se estrenará. La rodamos en febrero de 2019 y cuenta qué ocurre en el traslado de cárcel de unos presos en un furgón. Qué les pasa a estos personajes, quiénes son. Es un thriller de supervivencia muy interesante.