Paz Padilla 'amadrinó' el estreno de La Gran Confesión este sábado en La 1. La humorista y presentadora, que está pendiente de que se le asigne un nuevo proyecto en Mediaset tras ser readmitida por la empresa, acudió al nuevo talk show de Xavier Sardá para conversar con él sobre las parejas. Pero antes de ponerse “más intensa que una tortilla de silicona”, la expresentadora de Sálvame contó que había sufrido un accidente de tráfico hace solo unos días. La Gran Confusión se convirtió entonces en 'la gran confesión'.
Todo ocurrió cuando se subió a un taxi. “Venía de Valencia, de actuar en el teatro, y me monté un Cabify. Llamé a mi hija y le dije que ya estaba en Madrid, y en ese momento vi que un chaval que iba en patinete se metió debajo del coche”.
La artista entró en pánico al ver que habían atropellado al chico. Histérica, colgó el teléfono y salió del vehículo para comprobar cómo se encontraba el accidentado. Por suerte, el joven no había sufrido grandes daños, aunque al ver la cara de la actriz creyó que había despertado en el más allá.
“Me dijo: 'Hostia, tía, ¡la Paz Padilla! ¿Estoy muerto? Lo que menos me esperaba al llegar al cielo era encontrarme con la Paz Padilla”, bromeó el conductor del patinete.
A la humorista no se le quitaba el susto de encima... y el joven no salía de su asombro: “¡Qué fuerte, tía, eres la Paz Padilla!”.
Aparecen “dos pedazo de tíos”
Pero la situación, entre grave y rocambolesca, fue a más antes de que llegara la ambulancia. “Dos pedazo de tíos” le pidieron que se metiera en su coche. Así lo hizo ella. En shock, cogió las maletas y acompañó a estos dos señores que insistían en llevarla a su casa.
Durante el viaje llamó a su hija para que al menos ella supiera dónde estaba. La joven, preocupada, le pidió que activara la geolocalización del móvil. “Yo no sabía quiénes eran. No eran policías, no eran bomberos ni guardias civiles, pero estaban buenos, así que pensé que me llevarían a algún sitio bueno”, relató Paz.
“Cuando me dejaron en casa, me dijeron que eran guardaespaldas. No puedo decir de quién, pero de un alto cargo. Y estaban buenísimos”, concluyó su anécdota la humorista, que amenizó así los primeros minutos de La Gran Confusión.