Telecinco emitió este jueves 24 de diciembre una entrega especial de La última cena con motivo de la Nochebuena. El programa se prolongó hasta bien entrada la madrugada y tuvo, en esencia, emociones parecidas a las que posiblemente hubo en muchas casas durante una cena tan especial como esta y en un año tan especial como este.
Hubo risas, lágrimas y algunas discusiones. Es decir, La última cena ofreció el clásico menú con el que Telecinco suele conquistar a los espectadores. Entre los fogones competían Paz Padilla y Santiago Segura contra Toñi Moreno y María del Monte, que tuvieron que preparar de primer plato ostras con crema fría, y de segundo, pichón.
Este último dejó momentos memorables de Toñi Moreno, que nunca antes había tenido que limpiar el interior de un animal. Sacarle las tripas y cortarle el cuello le resultó muy desagradable, tanto que incluso le dieron arcadas y tuvo que girarse para tomar aire. Y el pichón, al final, no quedó como debería: “Tiene más mierda que el palo de un gallinero”, les criticó Miguel Cobo, el nuevo chef-jurado del programa que hizo tándem con la veterana Begoña Rodrigo. En su debut, Cobo fue la estrella de la noche gracias a su recta actitud a la hora de valorar cada plato, y gracias también a los piropos de Jorge Javier Vázquez y Paz Padilla, que no dejaron de hacerle proposiciones.
Las lágrimas vinieron de Mila Ximénez, que se emocionó mucho al escuchar el caluroso mensaje de su hija y su nieta. También lloró, como si no hubiera un mañana, Lydia Lozano, pero por un motivo bien distinto: a la colaboradora de Sálvame no le gustó la peluca que le pidieron que se pusiera. Finalmente, consiguió su objetivo y salió a escena con otra indumentaria.
María Patiño, que acabó por los suelos convertida en una sirena tras comerse una ostra, pidió perdón para disculparse con María del Monte: “Yo no he estado a la altura con María del Monte. Me llamaron del programa de Bertín Osborne para estar con ella y, no sólo no estuve, sino que tampoco contesté a sus llamadas después. Eres muy importante para mí y te quiero pedir perdón públicamente porque tú has hecho cosas por mi padre que nunca olvidaré”, le dijo a la andaluza.
A la mesa se sentaron también Antonio Montero, Belén Esteban y Kiko Matamoros, que junto a sus compañeros tuvieron que hacer una vista a los baños de Mediaset, donde les esperaba Nuria Marín para entregarles el disfraz que tuvieron que lucir durante buena parte de la noche. Montero se convirtió en un plátano gigante, Lydia en un pulpo con el que bailó su clásico Chuminero, Matamoros se transformó en Mr Potasio, Belén en un cangrejo, y Mila en una galleta de jengibre, elección esta que no le hizo ninguna gracia.
Paz Padilla y Santiago Segura cantaron victoria y se llevaron el mortero de oro y 5.000 euros cada uno, dinero que destinaron a dos ONG que ellos mismos eligieron.