Cristina Pedroche visitó El Hormiguero para promocionar la publicación de su primero libro 'Gracias al miedo'. Una novela que escribió tras tener a su hija por recomendación de su ginecóloga:
“Fui a hablar con ella y le conté que estaba muy feliz, que amaba a mi hija y a todo lo que estaba viviendo pero que lloraba mucho. No entendía la razón pero no quería ni salir de mi casa. Me daba pánico todo. Me dijo la ginecóloga que escribiera a modo terapia, que escribiera para que me entendiera”, recordó.
De forma que acabó con el teléfono lleno de notas, con cosas muy privadas y cuando la llamaron de la editorial aceptó escribir el libro con todo eso que ya tenía: “Creo que hay madres a las que les puede venir bien lo que estoy sintiendo”, expresó. Momento en el que Pablo Motos se puso a leer el final para saber cómo lo había cerrado y ella le riñó: “Está muy mal que no te lo hayas leído”.
Más allá del libro, también hablaron de la maternidad, de la lactancia, de sus nuevas costumbres y hasta de cómo lo pasó cuando se filtró la noticia de su embarazo en la portada de una revista: “Me vine abajo. Lo anunciaron el 28 de diciembre, por si se equivocaban decir que era broma. Fue tan sucio, tan feo. Me hace mucho daño ver esa foto”, expresó señalándola en pantalla.
“En diciembre no me podía refugiar en mi casa”, dijo refiriéndose a la cercanía a las Campanadas que siempre presenta ella. “Me obligaron a decirlo cuando tenía tantos miedos a que no saliera bien. No estaba de las semanas que debía para decirlo. Me sentí muy sola, muy mal, solo quería estar encerrada en mi casa”.
Aceptó que en su posición tiene privilegios, pero esa fama también le trae malos momentos como el que acababa de mencionar o por lo que decidió no mostrar a su hija en redes: “Casi todas las semanas recibos fotos muy feas, y vídeos con IA en los que aparezco yo haciendo cosas que hacen otros. Entonces no les voy a dar la foto de mi hija. Soy famosa pero no entro en el círculo de dar exclusivas. No vivimos de eso. Y me gustaría que lo respetaran. Que digan lo que quieran de mí y de mi marido pero de mi hija no” rogó con los ojos vidriosos.