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Increpan a los periodistas de TVE en la manifestación del mundo rural: “Llevan toda la mañana insultándonos”

Decenas de miles de personas procedentes de la España rural se han manifestado en Madrid este domingo 20 de marzo para, entre otras cosas, pedir al Gobierno medidas que alivien la situación que atraviesan los ganaderos y agricultores. En la protesta, organizada por varias asociaciones y respaldada por políticos de PP y Vox, también se han cantado consignas a favor de la caza y las tradiciones.

Mensajes a los que se ha sumado otro clásico lema contra los medios de comunicación: “¡televisión, manipulación!”, han gritado algunos manifestantes cuando pasaban junto a los periodistas. Uno de ellos, Asier Anzola, reportero de TVE, ha tenido algunos problemas para informar de esta manifestación y de la que un día antes fue convocada por Vox para protestar por la subida del precio de la energía y los combustibles.

“Este es el nivel en la concentración de Cibeles contra la subida de los precios de la luz, la gasolina y suministros básicos. Siguen sin dejarnos trabajar”, denunció este sábado en su cuenta de Twitter, donde publicó un vídeo en el que se le ve rodeado de manifestantes que gritan contra el Gobierno y TVE para que sus quejas sean escuchadas por los telespectadores.

Este domingo, el periodista se ha visto envuelto en una situación parecida mientras cubría esta otra manifestación que tiene objetivos similares a la de ayer. “No está siendo una mañana fácil para los periodistas porque muchos de los manifestantes llevan toda la mañana insultándonos y está siendo bastante complicado hacer nuestro trabajo”, ha explicado el reportero durante una de sus conexiones en directo.

También se ha increpado a otro periodista de TVE que cubría la manifestación desde otro punto de la capital española. Nicolás Rivas ha tenido muchos problemas para informar en una de sus crónicas en directo para el Canal 24 horas, en la que a duras penas ha podido contar qué estaba ocurriendo a su alrededor.

Un manifestante ha empezado a gritarle insultos como “cabrones”, “sinvergüenzas” y “vendidos”, alentando así a otras personas que pronto se han arremolinado en torno al reportero para interrumpirle con más insultos y colocando delante de la cámara las banderas que portaban. No sin dificultades, el periodista ha podido explicar a los telespectadores cuáles eran las reivindicaciones de los manifestantes a los que acababa de entrevistar y que, paradójicamente, ahora le estaban impidiendo hacer su trabajo.