'Pesadilla en El Paraíso 2' llegó con una protagonista absoluta, primeros nominados y confesiones del hijo de Pipi Estrada
Telecinco arrancó la segunda edición de Pesadilla en El Paraíso con la mítica sintonía de El Equipo A y presentando a cada uno de los concursantes, cual “Equipo P”.
Así, Nagore Robles se estrenó como presentadora de la primera cadena de Mediaset, con la ilusión y los nervios esperados, y fue dando la bienvenida a la granja a Pablo Sebastian,Tania Deniz, Maite Galdeano, Kiko Jiménez, José Antonio Avilés, Borja Estrada, Silvina Magari,Mar López, Antonio Montero y Begoña Gutiérrez.
Cabe recordar que el casting es menor que la edición anterior, que sumó en total 21 participantes (los 16 iniciales más los que fueron incorporándose durante la emisión, para tratar de reavivar sus tramas), ya que la idea de la cadena es que dure dos meses, cerrando la granja a principios de marzo, para ceder el testigo a Supervivientes 2023.
Por su parte, Carlos Sobera hizo lo propio desde plató, para señalar a los colaboradores que le acompañaron en esa primera noche: Belén Rodríguez -que regresaba a la cadena tras su polémica en Sálvame y su reaparición en el Deluxe-, Beatriz Trapote, Israel Arroyo, Albert Barranco (novio de Tania), Marta Peñate, Pipi Estada, Daniela Requena, Cristian Suescun y el Maestro Joao.
Primera capataza, inmune y el estreno de dos nominados
Los primeras días de preconvivencia obtuvieron sus frutos y ya se han generado dos grupos claros: el formado por Kiko Jiménez y Maite; y el resto de concursantes. Muchos se mostraban molestos con la suegra y el yerno de “ir en bloque” y tener privilegios por ello.
Algo que se agravó cuando ella ganó la prueba de capataz y pudo disponer del dormitorio con más comodidades, que decidió compartir junto a Kiko. Ella misma también lo señaló para jugar la prueba de inmunidad contra Montero, pero la acabó ganando este último. Una sorpresa ya que los familiares esperaban ser capataz e inmune la primera semana.
Por ello, al llegar las nominaciones el resto de granjeros se “vengó” y aprovecharon para nominar a Kiko por ser “el padrino de Maite”. Eso provocó la primera bronca fuerte del reality, ya que ambos excluidos no estaban de acuerdo con el argumento de “haber entrado juntos y con ventajas”. El resto de la casa se revolucionó asegurando que continuamente sus decisiones valían “por dos”.
Mientras que la segunda nominada fue Begoña, por tener algunos “problemas” con otros compañeros.
Maite Galdeano, protagonista absoluta
Ante tal batalla campal, Maite también aseguró que le tenían “envidia” por su singular carisma, y no parece ir tan desencaminada. La mayoría de vídeos de la entrega estuvieron protagonizados por “la elegida de Dios”: imitando a famosos, enzarzándose en discusiones, tirando la caña a Montero...
A su vez, Kiko aseguró que tal “personaje” no solo lo es frente a las cámaras, si no que cuando no están sigue siendo igual de peculiar: “Ha habido varias noches en las que he descubierto que está durmiendo conmigo en tanga, que se levanta a las 5 de la mañana para hacer flexiones...”.
Algo que ella explicó entre risas recordando que hacía mucho calor por las estufas y “el cuerpo de su nuero” y por eso se tuvo que quitar el pantalón de pijama.
Borja Estrada se sincera sobre su relación con Pipi
Entre los concursantes anunciados, uno de los que más llamó la atención al desvelarlo fue Borja Estrada. El hijo de Pipi que revolucionó el plató cada vez que apareció para defender a su padre en la edición anterior.
Su perfil es muy distinto al que estamos acostumbrados a ver en televisión, y por ello es uno de los granjeros más singulares. Algo que no ha impedido que sea bien recibido entre el resto y, de tan bien que se siente junto a ellos, les compartió uno de los pasajes más oscuros de su pasado: cuando descubrió que su padre le había sido infiel a su madre con Terelu.
“Con 17 años, mi madre me mandó a comprar una revista y vi en portada 'La nueva ilusión de Pipi Estrada' y yo solo pensaba en que hacía 10 minutos mi padre estaba con mi madre. Mi madre y yo nos enteramos por la revista”, recordó.
Preguntado por si eso le había generado un trauma, él respondió que “hubo lanzamientos de ropa por el jardín” y aunque él intentó mediar, sintió como que su padre “había hecho una trastada más”. Así definió su relación con su progenitor.
Mientras, el tertuliano deportivo que estaba en plató, lamentó lo narrado: “Mi hijo con 17 años tiene un bajón académico y yo tengo un sentimiento de culpabilidad, fue un cambio de vida, hubo momentos de tensión. Durante un tiempo mi hijo no me miraba igual, porque vivió mucho sufrimiento de su madre, hubo un escarnio público, si no me hubieran pillado, posiblemente hoy estaría con mi mujer”.