Si durante la campaña la propuesta de Vox de cerrar Canal Sur agitó el debate, tras la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla como primer presidente no socialista de la Junta el interés radica en saber cuáles podrían ser las maniobras del PP, Ciudadanos y Vox para tomar el control de la televisión pública.
Hasta ahora, el Consejo de Administración de RTVA ha estado mayoritariamente en manos de los socialistas gracias a sus sucesivas victorias electorales. La ley 18/2007, de 17 de diciembre, de la radio y televisión andaluzas recoge en su artículo 15 que los miembros del organismo de gestión tienen que ser elegidos en el Parlamento de Andalucía por mayoría de tres quintos, a propuesta de los grupos. De entre sus 15 consejeros, se elige a quién ocupará la presidencia también por mayoría de tres quintos.
El director general de RTVA también es elegido en el pleno del Parlamento. En este caso necesita una mayoría de dos tercios en la primera vuelta (72 de los 109 diputados) y de tres quintos en la segunda votación (65 diputados). De esta forma, el PSOE-A ha logrado mantener el control de la cadena pública tras los distintos comicios sin que hayan entrado consejeros propuestos por Ciudadanos o Podemos. Hasta ahora.
El último acuerdo para escoger a sus miembros se dio en 2008. Por aquel entonces, PSOE y PP se repartieron los cargos en el órgano: ocho miembros para los socialistas, seis para los populares y uno para IU. Desde entonces, los partidos no se han puesto de acuerdo para renovarles. Los mandatos del Consejo están caducados desde 2014 y han sido infructuosos los intentos de Podemos y Ciudadanos de nombrar miembros tras su irrupción en el Parlamento andaluz.
Del mismo modo, Canal Sur está sin director general desde 2013, cuando Pablo Carrasco dimitió de su cargo para irse a la empresa privada y el mando recayó de forma “temporal” en el subdirector Joaquín Durán sin que se haya producido la renovación.
De momento, la aritmética parlamentaria imposibilita que el nuevo Gobierno logre forzar la renovación del Consejo y pueda nombrar un nuevo director. Junto con los diputados del PP y Ciudadanos suma solo 59 votos. Tampoco parece probable, a priori, un acuerdo en el que participen los socialistas y Podemos.
Así las cosas, el único camino que le quedaría a la derecha para desembarcar en la televisión pública es modificar la ley y que en una segunda vuelta baste una mayoría simple para forzar el cambio. Esta fue la propuesta de Ciudadanos, que en mayo de 2018 no logró sacar adelante la Proposición de ley para modificar la norma que rige la Radio Televisión andaluza con la que pretendían modificar las mayorías necesarias para renovar la dirección y reducir el número de miembros del Consejo. El Parlamento tumbó su propuesta con los votos en contra de PSOE-A, Podemos Andalucía e IULV-CA, junto a la abstención del PP-A que impedía entonces la entrada de sus actuales socios de Gobierno.
A golpe de decreto
La estrategia de cambiar la ley para tomar el control de la televisión pública fue utilizada por el PP con RTVE. En 2012, tras ganar las elecciones y al no poder lograr el consenso que dictaba la ley, los populares forzaron con un decreto el cambio que hacía que pudieran nombrar a dedo un presidente con su mayoría absoluta. De esta forma el PP controló la Radio Televisión pública hasta que, también por decreto, el PSOE forzó que volviera a ser necesaria una mayoría parlamentaria plural para elegir a los consejeros y al presidente que surgieran de un concurso público.
De materializarse el cambio en Canal Sur, la televisión andaluza podría convertirse en destino de algunos de los exdirectivos de TVE cesados tras el nombramiento de Rosa María Mateo y que según ha podido saber VERTELE, mantienen contactos con el PP en Andalucía. Es el caso de Álvaro Zancajo, exdirector del Canal 24 horas, que estuvo presente en la copa de Navidad que los populares ofrecieron en la región.