“Acostumbrados a ver programas plagados de tertulianos y políticos, hoy os traemos un Salvados en el que sale gente como tú. Gente que parece normal y, de repente, al explicarte su vida se convierte en gente excepcional”, así calentaba la entrega de esta noche Juanlu de Paolis, director del programa de laSexta.
También Jordi Évole explicaba a sus seguidores, antes de la emisión, que habían grabado “sin guión” en un “intento de retratar la vida a través de las historias de personas anónimas que nunca aparecen en televisión”.
Y vistas las reacciones en las redes sociales, parece que estos protagonistas por un día lograron empatizar de una forma distinta a la acostumbrada, con los espectadores. Varios de ellos daban las gracias al programa por acabar con estereotipos, otros aplaudían las historias que les recordaban a seres queridos y hasta hubo quien tildó la entrega de ser la “mejor” de la temporada.
Camioneras, camioneros, camareros...
Évole y su equipo pasaron siete días en el área de servicio de Alfajarín en la AP-2 para hablar con todos los trabajadores que pasaban por ella.
Una de las entrevistadas que más sorprendió fue la una camionera que explicó su “lucha diaria” contra los estereotipos: “Llamas a una empresa y se ríen en tu cara, te preguntan si sabes llevar un camión y te dicen que no trabajan con mujeres”.
La conductora recordó sus inicios: “Cuando empiezas le das mucha más importancia, pero una vez que tú sabes hacer el trabajo, no necesitas de nadie y vas segura y pisando fuerte”. Aún así, señalaba que sus propios compañeros le ponían trabas: “Estuve un tiempo en la misma ruta y me hicieron la vida imposible”.
Tampoco se calló las precauciones que toma cuando tiene que dormir en un área de servicio o en un parking en mitad de la nada: “Echo las cortinas y me cierro con una cinta de lado a lado para que no te entren. (...) Llevo un spray pimienta, que no es legal, pero tampoco lo es que te violen o que te roben (...) porque como mujer, cabe la posibilidad de que te violen, aparte de que te roben”.
Évole también habló con otro camionero que denunció las duras condiciones laborales del gremio que poca gente conoce: “La parte más dura es que estás muy poco con la familia (...) Yo puedo estar al mes en mi casa seis días u ocho. Eso, al cabo del año, es un mes y medio en la casa”.
Aún así, se enorgullecía de que gracias a su trabajo sus hijas tenían carreras: “Tengo unas niñas muy listas (...) una de ellas sacó la nota más alta de selectividad de Andalucía y la otra es periodista”. Por lo que “nunca dejaría esto porque es la única forma de que ellas vayan para arriba”.
El presentador también quiso indagar en la vida de uno de los camareros que atiende en el área de servicio desde hace 24 años. Contó que los clientes solían ser agradables pero siempre le fastidiaba el que no lo era: “Más del 90% de la gente es buena, pero hay un 10% de gente que se deja ver mucho. Ese 10% es lo que te marca en una jornada laboral estresada”.
Recordó que su infancia no fue feliz y quizá por ello nunca se centró en sus estudios: “Mi padre se murió teniendo yo seis años y mi madre no quiso saber nada de nosotros”. Explicó que estuvo hasta los 12 o 13 años en un hospicio, hasta que fue acogido por una familia, la que era hostelera.
“La gente anónima que verdaderamente levanta el país”
Estos testimonios convirtieron la entrega en treding topic y los comentarios de los espectadores eran de agradecimiento por dar a conocer historias con las que se podían identificar. Muchos alabaron el hecho de acabar con los estereotipos de esos trabajos, aplaudieron el querer conocer a las personas con las que nos cruzamos a diario y otros enmudecieron al ver que la realidad siempre supera la ficción: