¡SPOILERS!: La siguiente noticia contiene detalles reveladores de la noventa temporada de “The Walking Dead”... Lea bajo su propia responsabilidad.
The Walking Dead dijo adiós este domingo a su protagonista, Andrew Lincoln, después de nueve temporadas liderando el reparto. La noticia era sabida por toda la legión de fans que siguen la ficción zombi. Solo quedaba saber cómo se produciría esta despedida. Y, desde luego, AMC logró sorprender al despedir a su principal estrella, algo inusual en una serie donde las opciones cuando un intérprete abandona su disciplina suelen acabar de la misma manera: en la muerte y resurrección como pútrido caminante.
Porque Rick Grimes no murió, como cabría esperar. De hecho, su cacareada despedida no fue ese anunciado “adiós”, sino un “hasta luego”. Nada más concluir la emisión de la quinta entrega de la novena temporada, AMC anunció la puesta en marcha de “múltiples películas” centradas en el futuro más inmediato del otrora sheriff, que servirán para continuar la historia a modo de spin-off individual, tal y como recoge Variety.
Ni que decir tiene que la estrategia de la producción ha sido recibida con sentimientos encontrados: la alegría por seguir disfrutando del actor inglés en una nueva línea narrativa independiente, pero la sensación de que la cadena ha trampeado con las expectativas de los fans en un momento de decaímiento en la popularidad de su producto estrella.
Esto fue lo que ocurrió en el capítulo 9x5
El episodio de la semana pasada nos había dejado claro, o eso parecía, lo que iba a acontecer siete días después. La estampa era ineludible: un Rick herido de gravedad, con una barra de hierro atravesando su abdomen y una horda de muertos vivientes al fondo.
Lo que viene después se inicia con una ensoñación, en la que el Rick actual se encuentra con su yo de nueve temporadas atrás, tal y como lo conocíamos al inicio de la ficción, aún comatoso sobre la camilla de un hospital. Comienza a oír entonces voces conocidas, como la de Morgan (Lennie James), que le apremian a que vuelva en sí.
Y eso hace. Con el metal aún insertado en su cuerpo, el héroe logra subirse de nuevo al caballo y seguir hacia adelante mientras guía a los caminantes el sendero a seguir. Tras encontrar refugio, vuelve a caer desmayado: se ve a sí mismo entrando al galope en Atlanta, reproduciendo las imágenes más icónicas del primer episodio. De pronto, se encuentra con Shane (Jon Bernthal) y ambos se transportan a otro momento previo de ese comienzo de la serie, cuando los dos agentes de la ley conversaban en el interior de su coche. Rick se disculpa por cómo zanjó su amistad al final de la segunda temporada (matándole), algo a lo que su viejo compañero resta importancia y le recomienda que saque la rabia interior para sobrevivir a su situación. Este sigue su consejo y despierta un instante antes de que un caminante aproveche el momento de debilidad y le clave los dientes en la cara. El todavía protagonista de The Walking Dead y vuelve a subir al potro.
Dejando por unos minutos a Rick en su periplo moribundo, nos reencontramos con Maggie en Alexandría. Decidida a matar a Negan, hace caso omiso de Michonne, que viéndose incapaz de razonar con ella, le deja las llaves de la celda. Y ahí comienza el comienzo de los acontecimientos inesperados: una vez la joven ve al preso, demacrado, una sombra de quien ejecutara a Glenn y Abraham tiempo atrás. Es más, el villano le suplica que acabe con su vida. Consciente de que la muerte sería demasiado benevolente con Negan, Maggie entiende los motivos de Rick y se reúne con Michonne. Es entonces cuando las dos mujeres descubren que algo grave ha ocurrido.
Y volvemos con Rick, que una vez más pierde el sentido. Su siguiente alucinación nos retrotrae a la segunda temporada y lo reúne con Hershell, lo que nos proporciona la última interpretación de Scott Wilson, fallecido el pasado mes de octubre. De nuevo, Rick trata de enmendar sus errores y pedir perdón al afable veterinario por todo lo que le ocurrió tanto a él (decapitado por El Gobernador) como a Maggie desde que Glenn fue asesinado. Hershell, sin embargo, le tranquiliza, recordándole que su hija es ahora una mujer fuerte y que esa nieta que nunca llegó a conocer la ayudará a crecer aún más como líder. En su despedida, el anciano se congratula de que, al final, todos alcanzarán la paz en el futuro, tal y como deseaban.
Rick vuelve en sí, pero solo brevemente. De nuevo, se ve en los pasillos del hospital del primer episodio, ante las puertas sobre las que se había señalado, tiempo ha, una advertencia: “No abrir, muertos dentro”. Sin embargo, el grafiti ha cambiado: “Abrir. Muertos fuera”. Rick, en efecto, cruza ese umbral, y se encuentra en un escenario repleto de cadáveres. Entre otros, los de algunos conocidos. Entre ellos, el de Sasha (Sonequa Martin-Green), que se levanta y le aplaude por haber ayudado a construir un nuevo mundo para las nuevas generaciones de supervivientes. Lo importante no es el individuo, sino el grupo, le recuerda. “Gana el tiempo. Gana el amor”, le dice.
Rick llega al campamento y, tras eliminar a algunos caminantes, observa que la horda a la que despistó vuelve. Trata de conducirlos al puente, cuya construcción está aún por terminar, con la esperanza de que el peso los haga caer. Una breve visión le muestra un final soñado al problema, con Daryl, Michonne y sus compañeros de aventuras salvándole. Pero ese no es el desenlace que le espera. No inmediatamente.
El puente no se vence pese al peso de la carne muerta andante. Rick se ve abocado al final, justo cuando en el límite de sus fuerzas observa a un caminante acercarse hacia él. Cuando todo parece perdido, Daryl llega y lanza al zombi al agua. Maggie, Michonne y compañía llegan para rescatarlo, pero él les pide que no lo haga: la masa cadavérica se ha colocado sobre unas cargas de dinamita y Grimes ve claro cómo poner fin al problema. Apunta con su revólver al cargamento y hace estallar el puente.
Rick ha muerto. O eso creen.
Más allá en el río, Anne (Pollyanna McIntosh) espera a que un helicóptero la recoja. Mientras espera, observa algo en la orilla. Rick, aún con vida. Jadis lo sube al helicóptero y salva su vida, como él hizo con ella tiempo atrás. “Todo irá bien”, le prometen.
El episodio culimna con un importante salto al futuro, que nos presenta a un grupo de personajes tratando de sobrevivir a un ataque de zombis. De pronto, alguien dispara a los caminantes y les despeja un camino para huir por los bosques. Estos supervivientes siguen el sendero y dan con su salvadora: una muchacha con una pequeña katana y una pistola. Cuando le piden que se identifique, su nombre no deja lugar a dudas de su linaje: “Judith. Judith Grimes”.
Se abre el “universo cinematográfico de The Walking Dead”
Nada más concluir Lo que viene después, lo que vino después (valga la redundancia) fue el anuncio de AMC: Andrew Lincoln ha firmado para seguir interpretando a Rick Grimes en una serie de películas, que serán emitidas directamente en el canal de cable, con las que se continuará la historia del personaje y que sirvan para terminar de expandir el “TWD Cinematic Universe”.
Estos largometrajes contarán con Scott M. Gimple, que dejó su puesto como showrunner a Angela Kang esta misma temporada para convertirse en el jefe de contenidos de The Walking Dead. El cambio de puesto anunciado meses atrás, como la salida de Lincoln, toma sentido ahora que la narrativa de la serie se expande aún más.
La primera de las películas comenzará a rodarse a comienzos de 2019, sin fecha concreta todavía. No hay, tampoco, número de películas concretas para Rick, pero sí una promesa: “Tenemos mucho por contar en el horizonte”, promete Gimple. “Vamos a empezar con una épica totalmente nueva, protagonizada con uno de los mejores actores protagonistas de la historia de la televisión reciente y una de las mejores personas que he conocido. Servirán como una evolución de lo que ya hemos hecho en la serie, con la magnitud y escala de una película”, indica el productor y guionista, que insiste: “Hay todavía mucho más por ver, muchos mundos por descubrir y muchas caras del pasado con las que reencontrarse, así como nuevos personajes que esperamos consigan el cariño de los fans”.
“Queremos explorar un nuevo terreno, contar historias diferentes, pero todas ellas dentro del mismo universo que nos ha conquistado durante la última década”, concluye.