'El rival más débil' político echó chispas con zascas de Luján Argüelles, mosqueo de Pilar Rahola y 'pinza' final del PSOE

Tras su primera entrega con cantantes, El rival más débil ofreció este miércoles un programa con reconocidos rostros de la política como participantes. Estos fueron Cristina Cifuentes, Andrea Levy, Juan Lobato, Víctor Gutiérrez, Susana Díaz, Ramón Espinar, Pilar Rahola y Toni Cantó, representantes de todo el espectro y muchos de ellos reconvertidos tertulianos de televisión.

El concurso de Telecinco, que experimentó una ligera subida en audiencias tras su flojo estreno, vivió algunos momentos de tensión entre sus protagonistas, aflorando las filias y fobias ideológicas de los diferentes partidos, con numerosos e ingeniosos zascas de Luján Argüelles sobre sus respectivas trayectorias.

La presentadora, como hizo hace una semana con varias figuras de la música española, repartió a diestro y siniestro contra los concursantes, con referencias al pasado de cada uno de ellos en la política.

Los zascas de Luján Argüelles a los políticos

“Esto no es el Congreso, aquí se viene a responder”; “¿A quién le gusta blanquear su ropa y su dinero?”; “¿Quien cree que Orgullo y Prejuicio es un eslogan de campaña?” o “Menudo espectáculo, pensaba que el chotis de Almeida era insuperable”, fueron algunos de los dardos que la asturiana lanzó contra el grupo durante la entrega.

También se refirió a cada uno de ellos de forma particular, propiciando piques y bromas entre los propios participantes. “Siempre se van los mejores... y también tú”, le soltó a Toni Cantó mientras Víctor Gutiérrez vacilaba con sus vaivenes en los diferentes partidos en los que ha acabado fracasando. “Ha durado más en el programa este que en los partidos que ha estado. Es un récord”, dijo entre risas el socialista.

 “Cómo se nota que vuestro objetivo en la vida es conservar vuestro sitio”, les acabó reprochando Argüelles al ver cómo muchos de ellos anteponían la estrategia a la justicia a la hora de decidir en cada ronda qué concursante era 'el rival más débil' y, por tanto, debía ser eliminado del programa.

El mosqueo de Pilar Rahola

Fue precisamente en esas estrategias donde se desataron algunos enfados, como el que evidenció Pilar Rahola al convertirse en la primera expulsada de la noche. Entre broma y broma, los políticos se dedicaron varios golpes bajos que dejaban notar ciertas tensiones entre ellos.

En la primera ronda, al producirse un empate en la votación, Toni Cantó fue el encargado de desequilibrar la balanza, para elegir quién debía ser expulsado. El ex de UPyD, Ciudadanos y PP se decantó por Pilar Rahola, a pesar de que no había sido la que peor papel desempeñó durante la prueba.

“Bueno, es por su bien, yo sé que está incómoda en Madrid y entonces prefiero que vaya de vuelta a su tierra y esté más cómoda por allá”, soltó Cantó ante la perplejidad de la catalana. “¡Qué barbaridad!”, exclamó. “Yo encantada de que me echen acertando, pero yo he sido honesta, he votado al que me ha parecido más débil. También le habría enviado un cariño a Toni, pero no me ha parecido débil. A diferencia de a él, a mi no me ha podido la ideología”, dijo visiblemente molesta Rahola.

“Yo sé que a Pilar no le caigo bien, pero hemos venido aquí a jugar”, se justificaba por su parte Andrea Levy. “Déjalo, que no es lo tuyo, la verdad. Sé que te van llevando, van arrastrándote por un sitio u otro, pero es que no, ese vestido te viene muy grande. (...) Con Andrea había muchas mochilas, porque ha sido una contrincante desde la perspectiva ideológica de partido. A mi me parece que la próxima eliminada será Andrea, y será más justo”, se defendió Rahola, que abandonó el plató a las primeras de cambio.

La 'pinza' del PSOE por la victoria

Efectivamente, Andrea Levy fue la siguiente eliminada, seguida de Cifuentes y Ramón Espinar. Fue entonces cuando los representantes del PSOE hicieron 'pinza', aliándose en el voto para eliminar a un Toni Cantó sólo ante el peligro. Finalmente, Juan Lobato se quedó a las puertas de la final, que tuvo a Susana Díaz y Víctor Gutiérrez como protagonistas.

En la prueba definitiva, Susana Díaz, a la que Ramón Espinar había acusado previamente de traicionarlo -“ya tengo una cosa en común con Pedro Sánchez, me ha apuñalado Susana Díaz”, bromeó-, se impuso en la muerte súbita al exdeportista, que no acertó ni una sola pregunta de las cinco que le planteó la presentadora.

La expresidenta de Andalucía se alzaba así con el bote recaudado durante el programa: 7.700 euros, que donó a una causa benéfica. “Va destinado a los niños que tienen síndrome de Angelman porque creo que todo lo que son las enfermedades raras, nos queda mucho que avanzar y que investigar”, explicó antes de presumir de partido. “Hemos llegado al final los mejores, los del PSOE”.